lunes, 17 de marzo de 2014

D. Personal, c.Cultural y n. Paradigma (75)


Desarrollo Personal, Cambio Cultural y Nuevo Paradigma (75)
               La metodología de  auto desarrollo  con la orientación de la salud integral (14)
 Desarrollo de la metodología(1)
       Se  integran las preguntas básicas , quién soy y cómo deseo integrar mi  propuesta de  desarrollo personal con mi proyecto de vida,   con el trabajo  con   mis rasgos temperamentales, caracterológicos y  de personalidad, con tres  disciplinas:  la individual, la vincular y la grupal a las que se agrega, naturalmente, el periodo de  preparación

 La disciplina individual

La práctica se divide en cinco instancias:
Preparación,
 Revisión de las últimas 24 horas,
Anticipación de las próximas  24 horas
Trabajo con  la ecología el yo
  En un momento distante, registro de la experiencia en forma de notas   ensayos poemas grabaciones, dibujos

1. Preparación. Se toman las medidas que fueran necesarias para minimizar el riesgo de interrupciones por llamados, timbres, teléfonos u otros medios. Se adopta una posición cómoda, sentada o acostada. Se cierran los ojos gradualmente, tratando de registrar bien las sensaciones. Se respira lentamente por la nariz, la boca cerrada, la lenguaapoyada en el labio inferior.

2. Revisión de las Últimas 24 horas. Se llevan a cabo, sucesivamente, cinco(5) ejercicios, un recuerdo descriptivo de lo ocurrido en el lapso indicado,
 una valoración, autocrítica, sobre las 24 horas en referencia,
un trabajo sobre las reacciones emocionales «negativas», «achicadoras»,
una rememoración de los momentos más significativos, más impactantes, acaecidos en ese tiempo.
Imaginarse las 24 horas de otra persona

2.1 Descripción: Con la guía del facilitador se recuerda el día anterior, desde el despertar hasta el momento similar en la mañana de la fecha presente. Si se trata de un día festivo, o de alguna manera no correspondiente a la jornada habitual, se acuerda hacer la revisión de otra jornada, en el pasado inmediato.

Es conveniente hacer la advertencia de que los ritmos son diferentes, de que es posible que algunos lo sientan muy apresurado o, al contrario, lento. Hay quienes se distraen o, incluso, se duermen. Lo importante es tener conciencia de que se trata de una demostración y que cada participante deberá practicar por su cuenta, investigar cómo le acomoda hacerlo según su manera de establecer asociaciones o el funcionamiento de su memoria.

Hay tres hilos guiadores en este recorrido por las 24 horas; la conducta, los movimientos, las actividades; las vivencias, el ánimo, las fantasías, las distintas representaciones y un intento de imaginar qué sintieron las personas más relevantes cuando estaban interactuando con ella o él. La forma tipo de guiar es la siguiente:

«Vamos a tratar de recordar lo que hicimos en las últimas 24 horas. No nos preocupemos por ser ordenados o muy exactos. Estamos empezando a ensayar. Es posible que nos pongamos a pensar en otras cosas, que no me escuchen bien, que venga alguien y nos interrumpa. Intentemos hacer el ejercicio simplemente lo mejor que se pueda, sin tensiones, entendiendo que ejercitando nos irá saliendo mejor. Lo que vamos a seguir son tres cosas: lo que hicimos, lo que nos pasó íntimamente, lo que sentimos, y lo que creemos que les pasó a las personas que estaban más cerca de nosotros. Tratemos de no quedarnos pegados en algún momento. Si les sobra tiempo o se quedan cortos, adáptense, después, en la casa, lo harán a su manera...

Respiramos, sigamos el entrar y salir del aire. Fijémonos en lo que sentimos. Recordemos la forma como respiramos antes que yo dijera nada. Nos fuimos hacia atrás en el tiempo, sí, más atrás, cuando recién empezamos la reunión. Vamos viajando en el tiempo hacia ayer, hoy al despertar, anoche, más allá.... al despertar ayer...


¿Recuerdan? ¿Cómo fue el pasar del dormir, al estar despierto? ¿En qué animo estaban? ¿Con qué claridad o confusión? ¿Recordaban algún sueño? ¿Cómo era? ¿Qué sentimientos, qué personas, qué historia?

¿Cómo transcurre el tiempo? Levantarse, el baño, el desayuno... ¿Con quién, con quiénes están? ¿Qué parece interesarles a esas personas, cómo están? ¿Qué hace usted desde que despierta hasta que sale de la casa, qué le va pasando por dentro, qué siente, qué piensa?

¿Cómo es el trayecto hacia el trabajo? ¿Camina, va en algún vehículo'? ¿Solo, acompañada, acompañado? ¿Va mirando, va hablando, qué va haciendo? ¿Qué cree que va sintiendo la/las personas que lo acompañan'?

Ahora vamos siguiendo toda la mañana, hasta la colación, el almuerzo, esa hora del mediodía... Lo que fueron haciendo, trabajando, hablando... Lo que otros que estuvieron cerca sintieron. Lo que les pasó por dentro a ustedes... calma, rabia, alegría, pena, preocupación, tensiones, fantasías, sorpresas, sensaciones de fuerza, de vida, desánimos, dolores... Traten de recordar ... »

Se sigue, luego, en la misma forma, recorriendo el día, destacando períodos, las comidas, la tarde, el regreso a la casa, el tiempo que transcurre hasta el acostarse. La noche, si fue tranquila con un dormir sin interrupciones; el despertar, los sueños. Se va combinando en diversas formas el entretejido entre lo que se hace, lo que se siente, lo que sintieron otros significativos.

Si hay toses, risas, personas que roncan, interrupciones, es importante mantener un mismo tono de voz ‑cercano, seguro‑ y explicitar sobriamente que se sigue, a menos que el grupo entero esté sin poder concentrarse y que lo que proceda sea interrumpir el ejercicio y conversar sobre lo que sucede, pero ello ocurre en forma muy excepcional.

Si se trata de un grupo con alguna práctica en la metodología, deseoso de compartir con detalle sobre aspectos técnicos, entonces conviene abrir un espacio de reflexión antes de seguir con la etapa de evaluación. En general, procede optar entre hacer el intercambio al final de la revisión del día o al concluir toda la experiencia del trabajo individual.

La «devolución» después del ejercicio comprende un espacio para la formulación de preguntas y para que se comparta la experiencia. A continuación viene la explicitación de objetivos, el marco de referencia y los aportes de tipo metodológico.

Desde la óptica de la racionalidad integradora, el momento descriptivo tiene una cierta polarización, rescatando más la individualización que la apertura a lo universal, el compromiso que el desapego, la seguridad que la creatividad, la localización que la multidimensionalidad. Es «del» individuo, se «apega» a lo que le ha ocurrido, se «atiene», en lo posible, a la realidad, no a la innovación, se «detiene» en el transcurrir de la jornada, no examina conexiones, impactos.

Hay, sin embargo, presencia del otro en el requerimiento de intentar figuras, fantasías, sobre sus vivencias. Es un principio de apertura hacia lo universal. El recorrer el día sin quedar fijado en determinadas conductas y vivencias es ya integrar un cierto desapego. El juntar conductas y vivencias y aproximarse al sentir de otros es, también, un abordaje a una multidimensionalidad en ciernes, más allá, por ejemplo, de lo que sería un puro registro de hechos.

El ejercicio es de reproducción, no de creatividad, pero ésta está presente en las est  y elaborar los indicios que algo dicen sobre las vivencias de los otros.

En general, la contribución esperada de la fase descriptiva, los objetivos que están detrás de su inclusión, son:

a) Contribuir a la integración entre disciplinas y práctica cotidiana. La rememoración de lo hecho es el eje articulador más próximo.
b) Facilitar la disposición a incorporar lo objetivo, tanto para modularlo con lo valórico y lo reflexivo, como para tender puentes con la imaginación, la meditación y la comunicación
profunda.