sábado, 13 de diciembre de 2014

El Arte de Vivir 41


El Arte de Vivir 41

Destellos de la vida cotidiana con una profunda connotación social
La Revista Co Incidir  10, de Diciembre
Cuarta parte

Belinda Ballart Vargas

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ENSAYO ARGUMENTATIVO

AREA: PROBLEMATICAS DE LA EDUCACIÓN

TEMA:   “VALORIZACION DE LA PROFESION DOCENTE”



INTRODUCCION

Sin duda existen muchos nudos o problemas dentro de la Educación Básica en nuestro país, sin embargo he querido referirme al tema de la poca valoración que existe de la profesión de profesor/a, por varias razones; decisiones en políticas públicas no adecuadas para resolver el problema, creyendo que con bonos o incentivos esporádicos, esto mejorará; becas para los mejores puntajes PSU, sin tomar conciencia de la importancia de la vocación docente; desvalorización de la profesión como un profesional que aplica técnicas y metodologías creadas por expertos, y por otro lado, un estado que declara que queremos docentes críticos y creativos.
En el poco andar como profesional de la Educación 1985, siento que “ser profesor o educador” no es lo mismo que había percibido desde mi corta edad, si bien antes era un “personaje” dentro de una comunidad al igual que el Alcalde, el Médico, ahora es distinto, cualquiera puede pasarlo a llevar; el médico del hospital censura y llama la atención al profesor cuando  un niño/a llega a su consulta, producto de un accidente; los padres golpeando a un profesor en la escuela o a la salida de esta. Algo había pasado en el camino que no percibí, pues ser profesor  ya no era como antes y el cambio era muy fuerte; del living, el profesor paso a ser parte del patio trasero. Un claro ejemplo de esto, antes les decíamos maestros y hoy son los profesores o los “profes”, en cambio el médico de antes, hoy es el  doctor.
Antes de 1979 los profesores eran funcionarios públicos, un representante del Estado. Con la llegada de la dictadura esta condición cambió y hoy  la imagen del profesor es de un  técnico aplicador, víctima y culpable de lo que le sucede a la educación chilena. Este traspaso de profesores a las escuelas municipales, a las escuelas subvencionadas por el estado y a los colegios privados, dependientes de un Alcalde (nunca profesor, sólo político) o un sostenedor (muchos son empresarios). Y  por otro lado, desde 1981 además se inicia la transformación de la educación inicial, dejando solo doce carreras profesionales. Entre ellas, Pedagogía no estaba considerada. Desde mi postura, estas son una de las mayores aberraciones que, como país, hemos hecho con nuestro profesorado, ello nos tiene donde estamos; unos pocos ganando dinero a manos llenas con la educación, que es un derecho para todos/as; profesores como mercancía para los dueños de colegios y, por otro lado, Universidades e Institutos formadores haciendo lo mismo. De esta forma el Estado se desligó y entregó los recursos a otros para que hagan “negocios” con los dineros que pertenecen a todos los chilenos. El magisterio está sufriendo por la separación a la cual ha sido castigado por  leyes de décadas anteriores; con sueldos miserables que lo tienen confinados a mal subsistir; ha perdido su status y antiguas garantías ganadas en largos años.
El profesor/a adquiere una notable importancia cuando los padres no están en condiciones de brindar un adecuado apoyo a sus hijos/as. A los padres no los elegimos, por ello, “La Escuela”  es la única que puede hacer cambios cuando el peso de la familia, es decir, el apoyo entregado al  niño/a, sea insuficiente[1]. De cómo el niño/a viva va a depender su futuro, el niño/a no tiene posibilidades de salirse de sus circunstancias, el futuro de él depende de los adultos para que salga de ahí. Un profesor puede salvar a un niño/a, en todos los niveles sociales. Por ello la vulnerabilidad está en la infancia, los niños son los vulnerables.
Con el apoyo y acompañamiento de los profesores y profesoras, adquirimos los aprendizajes para la vida, desde la más tierna infancia hasta el fin de la adolescencia, entonces, ¿Porque  es tan poco valorada la Profesión de Profesor/a? De esto se trata este ensayo; analizar la relación que existe entre la poca valoración que nuestra sociedad tiene para con los profesores, donde se analiza el nexo que existe entre vocación, alumnos de esta era y de cómo esto es parte del abanico que debemos resolver para caminar hacia una educación de calidad.





Función social de un profesor

Tenemos muy claro, no hay ninguna otra profesión, más que los profesores, que tenga esta maravillosa y privilegiada función social. Ningún profesional, ningún hombre destacado del mundo dejó de pasar por las manos de un profesor, no de un maestro sino varios y  probablemente más de alguno lo marcó para siempre. En el documento publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO), avala lo anteriormente señalado “Existe la certeza generalizada acerca del papel fundamental que tienen maestras y maestros para concretar las transformaciones educativas, tanto en términos de política, programas y proyectos, como en acciones reales en los centros escolares y el aula”[1] . Su impronta, sus valores, su actuar, su modo de ver la vida es captada por niños/as y jóvenes durante el período escolar, esta es la función de un profesor.


Reconocimiento Social del Profesor

Los profesores son poco reconocidos en su labor y esto se refleja en que no son respetados, y un ejemplo de esto, es que en algunos colegios los apoderados se toman el derecho de enmendar las pruebas de un profesor y la dirección de ese colegio lo permite, lo que es una aberración. Cuantas veces vemos en las noticias que un profesor ha sido agredido o insultado por un alumno o apoderado. Y lo que es más común, son otros los que dicen lo que un profesor tiene que hacer en su aula, qué y cómo enseñar, qué evaluar; esto no sucede con otras profesiones ¿Qué es lo que está pasando para que nos suceda esto como sociedad?
Este no reconocer su labor también se ve reflejado en sus remuneraciones, los profesores ganan muy poco y deberían ser los profesionales que ganan más, porque tienen que estudiar para ser mejores, porque tienen que dejar tiempo para preparar sus clases, dedicarle tiempo a su familia, que es el núcleo central según nuestra constitución, por lo tanto deberían ganar más y trabajar menos.


La vocación de profesor y la labor social que ella implica

Sabemos que muchos profesores, lo son  porque no pudieron quedar en otra carrera, o porque hoy día se ofrece la carrera gratis, para quienes tienen altos puntajes de selección académica. Debemos devolver al país lo que nos entrega, esto es responsabilidad social, por ejemplo algunas horas de trabajo en apoyo a comunidades, a alumnos que necesiten refuerzo,  investigación en la acción, proyectos experimentales e innovadores, etc.
Las Universidades no deberían aceptar en sus aulas a quienes no tienen la disposición o aptitudes para ser profesor, que vayan  los que tienen vocación, pero para que tengan vocación tienen que ser respetados, bien remunerados, bien preparados y no ser una profesión de segunda como la han convertido hoy en día. Un claro ejemplo de esto son los nefastos resultados de la Prueba Inicia 2012, aplicada a los alumnos egresados (Titulados) de la carrera de Pedagogía que pronto partirán a las aulas para formar a nuestros niños/as. Acá está muy claro que el problema de fondo es la falta de regulación de la formación inicial de profesores y lo poco atractiva que es la carrera docente para los jóvenes con vocación, seguro desisten postular a ella, pues saben el futuro que les espera si ingresan a estudiar esta carrera.




Calidad de la Educación

¿Cómo la educación va a ser igual de pareja desde  Arica a Punta Arenas?, tiene que ser diferenciada, tiene que respetar (ruralidad, urbanidad) los pueblos originarios, vale decir, los que son mapuches y hablan mapudungun, que les enseñen su historia y su lengua, que les enseñen a ser respetados, no como ahora, que les estamos enseñando a ser violentos, sobrepasados y menospreciados; ¿qué pasa con el pueblo Rapanui?  Ellos en su fuero interno no se sienten chilenos, algo pasa ahí que no anda bien, ellos miran más a la Polinesia que hacia su país, Chile.
Hoy se está poniendo en práctica lo que se llama los “liceos de excelencia”, desde mi perspectiva esto es un error, porque ahí juntan a los mejores y los otros ¿dónde quedan? Políticas nefastas, que perpetúan la desigualdad en nuestro país, discriminación positiva le llaman, esto es discriminación pura, pues estamos dejando de lado a los otros chilenos que requieren más apoyo, por su propia condición. Los recursos del país pertenecen a todos. Quienes deciden en educación y en todo, es gente que pertenece a otra generación y no han evolucionado, desde los políticos hacia abajo, hay un sesgo para mirar la realidad, ellos deberían  pasar a una galería de notables y ahí dejarlos a todos como honorables, pero que les dejen el espacio a otros próceres de la nueva era.


¿Qué está pasando con los alumnos/as?

Hoy los niños/as y los jóvenes piensan de otra manera, y actúan de otra forma, y eso no está siendo bien encaminado, está siendo violentado.
Las políticas gubernamentales son las que determinan qué educación tenemos. Queremos ciudadanos que no sean conflictivos. Tenemos la tendencia a creer que las personas conflictivas son negativas; las personas  conflictivas son aquellas que han  tenido el don de captar dónde  hay un problema, un conflicto, un despropósito y tienen la valentía  de decirlo; muchos otros lo han descubierto, pero no han tenido la valentía de enfrentarlo, entonces hoy día, lo que se ha hecho con los conflictivos es un acto de sometimiento. Si hubiesen tenido esa misma mentalidad en la universidad de Berkeley California, en estados Unidos, que fue la Universidad más vanguardista hace algunos años, no habrían inventado nada, no habría habido dirigentes como Malcolm X o Ángela Davis y otros.
En Chile al parecer queremos niños/as que se porten bien, peinaditos y bien uniformados, casi silentes, no creativos. Al parecer queremos que no se formen ciudadanos “conflictivos”, lo que hemos hecho con los conflictivos es someterlos, queremos niños obedientes, sometidos,  y esto es no respetarles.  A nadie le gustan las normas impuestas desde un púlpito verticalmente. Cuando a un niño se le explican las acciones que se le piden, aprende a ser sujeto pensante y sin resentimientos.
Lo que necesita el profesor es manejar la disciplina, leer los contextos de este “nuevo alumno” reflexionar, repensar su práctica, analizar, buscar apoyo e investigar por ejemplo en este caso sobre convivencia escolar. Esto es la “pedagogía crítica”, una educación auténticamente sensible y democrática como nos lo dice José Gimeno Sacristán.

Cuál es la solución

Si queremos tener una sociedad que valide la profesión de Profesor, debemos, como sociedad, tener maestros que sean bien formados, respetados, bien remunerados;  y desde ahí comenzar a trabajar ideas y proyectos que lo concreticen. Todos desde distintas ideologías y posiciones podemos aportar para pensar, construir y mirar esta tarea como un proyecto común, pues este no es un problema que compete sólo a los profesores, todos somos responsables de esta aberración ejercida sobre nuestros educadores. Necesitamos políticas de Estado y no políticas de Gobiernos, pues todos ellos son pasantes.
Las remuneraciones deben ser subidas de manera amplia y generosa, de forma que los educadores no necesiten hacer tantas horas de clases para lograr un sueldo aceptable. Los profesores deben llegar a las aulas sin problemas de conservación, sin trabajo para la casa, con tiempo para descansar, crear, etc.
El Estado y la Sociedad deben proporcionar los medios para que la educación sea activa, recreativa, de terreno, innovadora, experimental,  atractiva, crítica y creativa.


Epílogo

Una Infancia tratada con amor y respeto, es tierra fértil.
Este ensayo está escrito desde esta biografía personal de un Educador que es el presente de una historia de cincuenta años, aterricé en este Chile, en una familia con reducidos recursos,  por tanto, asistí a una escuela y liceo  público, en mis juegos de infancia fui  profesora de mis hermanos, amigos y sobrinos, sin duda, una profecía auto cumplida. Muchos profesores pasaron, cada uno entregando para bien o para mal, elementos que trascendieron en mi vocación de educadora. Fue una profesora de matemáticas, de secundaria, quién dejó huella, tres o cuatro clases bastaron, estaba haciendo un reemplazo, desde ahí comienzo a entender las matemáticas, ¿qué hizo ella? Entregó a esta alumna lo que ella necesitaba, esto no es otra cosa que inclusión educativa, entregar a cada cual lo que necesita, así descubro que esto era lo que quería ser en mi vida. Esta es otra tarea del profesor.
Nace la historia de una adolescente que quiere seguir en la senda de las aulas, seguramente muchas semillas sembraron maestros y maestras, pero si no preparamos bien a los maestros y cuidamos su entorno esto no llegará a germinar y florecer.

Bibliografía
Cornejo, R., Reyes L.  y Quiñones M. (2007) La cuestión docente en América Latina. Estudio de Caso: Chile. FLAPE.
Insunza Jorge , Assaél  Jenny, Scherping Guillermo. (2010) Ensayo. Formación docente inicial y en servicio en Chile: tensiones de un modelo neoliberal
Freire, P. (2002) “Cartas a quien pretende enseñar”. Siglo Veintiuno
Maturana H. (1990) Emociones y lenguaje en educación y política. Hachete CED

Páginas Web
http://www.revistaeducacion.educacion.es/re356/re356_10esp.pdf
http://www.unesco.org/new/es/unesco/







[1] UNESCO Desarrollo y Gestión Docente 2012

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