miércoles, 21 de diciembre de 2016

De post modernos a post egóticos

De post modernosaa post egóticos 32

La corrientes esperanzadoras  11

El Asombro
El asombro está en el camino de la esperanza porque viene de los orígenes, de los primeros pasos en la larga (a escala humana) marcha de la humanidad, dando un sentido al asumir la incertidumbre, calmar la ambigüedad, participar del misterio.

Hay una esperanza pasiva, dependiente, la “espera” absoluta, el camino trazado del destino, del curso de la historia, de Dios.

Existe la esperanza “participativa”, la confianza en “la parte” responsable del ser humano, su proyecto. Es esperanza a escala humana cuando incide en los límites humanos, siguiendo el viejo discurso estoico “en relación a las cosas que interesan al ser humano, sobre algunas puede influir y sobre otras no”. Obviedad negada, violentada en la afirmatividad totalitaria, creciente, del homo habilis.

El asombro mueve a una esperanza “participativa”. De participación existencial. El ser, el universo, el ser humano, yo, son obscuros, sombras, ocultos, misteriosos. Sin embargo, admiramos, nos asombramos, nos incorporamos a un confiar, a una exaltación, a una esperanza...

En la perplejidad estamos inmovilizados, en un estar “pasivo”, des-concertados. En el asombro nos abrimos, nos interesamos, somos parte, nos nutrimos, nos involucramos.

El abrirse, aceptar, vivir el asombro, es propio de la salud, un rasgo “sapiens”... en todas las épocas.

En la actualidad, en los tiempos de la megacrisis, pasa de ser una necesidad individual y social, a constituir, además, una necesidad del desarrollo humano.
Es parte de la salud integral de la cultura.














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