miércoles, 9 de marzo de 2016

Gabriela Mistral , citas.

Celebración del 8 de Marzo(2)
con

Gabriela Mistral

Citas


No darás la belleza como cebo para los sentimientos, sino como el natural alimento del alma.
Darás tu obra como se da un hijo, restando sangre de tu corazón.
No te será la belleza opio adormecido, sino vino generoso que te enciende por la acción, pues si dejas de ser hombre o mujer dejarás de ser artista.
De toda creación saldrás con vergüenza, porque fue inferior a tu sueño e inferior a ese sueño maravilloso de Dios, que es la naturaleza .
La tierra se hace madrastra
si tu alma vende a mi alma

Canción de cuna de los pueblos, eterna nodriza con candor y sabiduría, te necesito para  siempre. No me dejes.( La Biblia)

Nunca me fatigaste como los poemas de los hombres. Siempre me eres fresco, recién conocido, como la hierba de julio y tu sinceridad es la única en que no hallo cualquier día pliegue,  mancha disimulada de mentira( La  Biblia)

Para que el pájaro tenga su ser gemelo en gracia suprema (Decálogo del jardinero)

Para que las mujeres pobres, que no pueden comprar perlas, rubíes y amatistas, tengan  en la rosa, el jazmín y la violeta, perlas  rubíes y amatistas para adornar su cabeza, su pecho y sus manos.( Decálogo del Jardinero)

Me  hace pensar en su corazón como en un nido que recogí de niña bajo unos  higuerales. Estaba hecho de fibras secas y menudas, tan áridas, que el fondo entero me punzaba la mano. Y era un nido y tocaba el pecho de un ave.( palabras a la muerte de Magallanes Moure)
La maravilla del sueño está derramada en mi como un sentido recreador, como esas cosas que quiero  dejar depositadas en el fondo más seguro de la consciencia Yo le digo al sueño : Tu me harás dormir a tu semejanza, como una madre
Mi mayor flaqueza de chilena  y de mujer tal vez sea éste: busco  la familiaridad inmediata, quiero la buena  fe , pido, como todos los errantes, la casa tibia en que entrar, pues llevo  años  de ruta helada y de viento y polvo en el. rostro  Gracias a cada niño que me dijo sin más Gabriela , y a cada maestra que vió su oficio en mis gestos( Cuaderno de los adioses).
Se me va todo, se nos va todo. Apenas puedo despedirme (Cuaderno de los adioses)
  La Otra
Una en mí maté
Yo no la amaba

En la flor llameando
Del cactus de montaña;
Era aridez y fuego;
 nunca se refrescaba…


  

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