domingo, 30 de marzo de 2014

D. Personal c.Cultural y n Paradigma (88)


 



Desarrollo Personal, Cambio Cultural y Nuevo Paradigma (88)

La metodología de  auto desarrollo  con la orientación de la salud integral (27)

LA DISCIPLINA GRUPAL





El trabajo grupal se articula con las disciplinas individual y vincular, y con la vida cotidiana.


Tal como las otras disciplinas, la meta es un trabajo autónomo, autogestado. Los facilitadores motivan, explican, apoyan la formación, pero el grupo debe desenvolverse sin ayuda externa, con participación igualitaria.
La experiencia muestra que esta parte de la metodología tiende a ser vista dentro de los talleres o grupos de trabajo, como la más legitimada, y se abre la expectativa de reproducirla sin que se tome conciencia de todo lo que es el proceso de formación.
Se trata de un grupo autogestado de crecimiento, en que se procura enlazar la “salud del grupo” con la salud individual y la salud “transgrupal”, en redes, otros grupos, la sociedad, la cultura. Si no es fácil encontrar una pareja para el trabajo vincular, más difícil en contar con todo un grupo.
La mejor manera de motivar es a partir de la propia práctica, individual y vincular. Es lo que irradia la necesaria seguridad para atreverse a hacer cambios importantes.
Los grupos no son, necesariamente, continuaciones del taller demostrativo. Depende de la motivación, de qué los ha llevado allí, tiene que ver con las afinidades. Lo básico es la libre iniciativa de cada asistente para iniciar su trabajo personal  -lo único que depende de él o ella-  y explorar, con paciencia, las posibilidades de hacer la disciplina vincular y la grupal.
La propuesta plantea una reunión mensual, de un grupo lo más estable posible, de duración indefinida, con ingresos cuidadosamente estudiados, absolutamente consensuales. El número puede ser de 6 a 15 personas, aconsejándose  -si se crece más y se subdivide-  reunirse en forma separada, ojalá en el mismo sitio.

TRABAJO:                            FRECUENCIA:
INDIVIDUAL                            DIARIO
VINCULAR                            SEMANAL
GRUPAL                            MENSUAL      

El proyecto es que el grupo cumpla las tareas siguientes:  revisar por turnos cómo ha sido el mes de cada uno, dar un espacio especial a las necesidades de solidaridad, entregar un tiempo a una labor de estudio, analizar la marcha del grupo, revisar el entorno, las redes actuales o posibles, la comunidad que rodea al grupo, los nuevos miembros potenciales.

A)       Silla Tibia:  Se denomina así al ejercicio gestáltico de juego a que, sucesivamente, cada miembro del grupo va siendo “figura”, puesto en el centro de las preguntas y orientación de los demás, de quienes constituyen el “fondo grupal”. La expresión  “silla tibia”  es una adaptación de lo que en dinámica de grupo se conoce como la “silla caliente”.  El cambio, el “amortiguamiento”, obedece a la orientación de evitar los “acorralamientos”, las sobrexigencias de tensión, de agresividad, de apresuramiento, en el logro de las “introvisiones”.  Se hacen observaciones muy sintéticas al sujeto de la silla caliente, éste contesta a todos en conjunto y, finalmente, designa a una persona para que pondere hasta qué punto se ha profundizado bien en la comunicación. Se ofrece la palabra para preguntar y aportar.  Interviene nuevamente el sujeto de la silla caliente.  Se termina con la intervención de un vocero designado por el grupo.
Los pasos, en síntesis, son:
A.1)  Instalación, calentamiento, con el rol integrador tomado en forma      rotativa por los miembros del grupo.
A.2)    Un persona se propone para iniciar la silla tibia.
A.3)    Los miembros del grupo le manifiestan su percepción de cómo lo han visto en el mes o le hacen preguntas.
A.4)  El sujeto en el centro contesta preguntas, se refiere a percepciones y da su propia versión.
A.5)    Un integrador sugerido por la persona de la silla tibia hace una síntesis de contenidos y dinámica vividos.
A.6)     El integrador de la jornada pregunta por nuevos interrogantes XX( se refiere a interrogadores?. Si no, debería ser “nuevas interrogantes”) o aportes directos.
A.7)    Se realiza una segunda intervención de la persona en la silla caliente XX(no sería conveniente determinar definitivamente la temperatura de la silla?)
A.8)   El grupo designa un “sintetizador” final, con evaluación y sugerencias.

B)  El trabajo solidario:  De las sillas tibias y de la dinámica de la sesión se infiere si una o más personas requieren, para ellas o para grupos o personas significativas, de una atención especial, de un aporte solidario de conjunto. Se hace, entonces, una conversación libre, un diálogo libre, centrado en tratar de reconocer esas necesidades y ver cómo se podría ayudar a enfrentarlas. A medida que el grupo evoluciona, estas distancias XX(instancias?) solidarias se van integrando, por una parte, en las relaciones habituales y en todo el curso de la sesión y, al mismo tiempo, se van haciendo más y más transparentes, confiadas, capaces de incursionar en materias donde habitualmente hay mucho pudor.

C)   Tiempo de estudio:  Es el tercer paso de la jornada XX(sorry le cambie el orden, pero no el sentido. Fue para k kdara + bonito).Entre las diversas metodologías, lo que se propone, siempre por vía inicial, mientras el grupo se autoasume y llega a sus propias propuestas, es la lectura de un texto. Se acuerda estudiar en conjunto un libro, tal vez un capítulo, de la bibliografía básica. Cada uno lo lee por su cuenta, trae sus dudas, sus desarrollos, bibliografía adicional o referencia a otros aportes, como películas, canciones, cuadros.
En la sesión se hace una lectura lenta, analítica, párrafo por párrafo. Se empieza por preguntarse XX(preguntar? )  por un posible título para el párrafo. Una denominación clara, informativa para terceros, aunque no sea literaria. Luego, se procede a dividir y a subdividir el párrafo en sus diversos contenidos. Cada parte recibe su propio título. Se trata de tener un clima agradable, no competitivo, en que se busca lo consensual, pero que exista el derecho para que, quien disienta del conjunto,  pueda poner el título que mejor le parezca.  Entre los libros favoritos para este trabajo, se encuentran los de Frommn Maslow y, últimamente, Maturana y Capra.

D) La mirada al grupo como tal . Es el cuarto:   integrante de la propuesta y se refiere a cuál es el estado de “salud” del grupo, cómo puede seguir desarrollándose, qué deficiencias existen. La evolución se centra en ver cuán nutricio es el grupo para cada uno de los miembros, para sus áreas de influencia. ¿Se está creciendo como grupo en términos de participación, de respeto a las diferencias, de apertura a las necesidades de formación, de ser factor favorecedor del cambio cultural? La evaluación puede ser directa, escribiendo, grabando comentarios, discutiendo. Es útil, también, cambiar de modo expresivo y utilizar el dibujo, la dramatización o la expresión corporal. Lo importante es que el “medio” no desdibuje el fondo, que se asegure que, en forma participativa, se ha hecho una crítica de la marcha del grupo y se han hecho las reformulaciones correspondientes a las directrices de trabajo.

E)   La apertura a la dimensión comunitaria:   El punto de partida es que el grupo no sea autocentrado, que sin perjuicio de mantener su cohesión, su continuidad, se abra a estar presente en el entorno.
Dentro de la dimensión comunitaria están desde la temática de las familias,  de los miembros, el ingreso de nuevas personas, las posibles reuniones especiales abiertas a personas afines, hasta las consideraciones sobre lo que está ocurriendo en el escenario internacional.  Lo que no debe perderse de vista es que el referente es la salud integral,  que cubre lo individual, los pequeños y los grandes espacios. Entre las consideraciones más importantes a tener en cuenta en esta apertura  está la posible colaboración en los medios de comunicación, desde diarios murales y boletines hasta los más masivos.
Otro aspecto imprescindible es el de ocuparse de las redes, potenciales o actuales. A veces se trata de la relación con otro grupo de origen común,  escindido por razones de exceso de miembros u otras.  En otras ocasiones son nexos de grupos  que participan en un programa común como, también, la posibilidad de hacer redes de relación con otros grupos, de características distintas, pero siempre orientados al desarrollo humano y al cambio cultural.
Desde el marco de referencia de la racionalidad integradora, visto en conjunto, el grupo hace una mediación entre lo personal, individual y lo comunitario, tendiente a lo universal. Es una especie de estación intermedia que refuerza a cada miembro en la silla tibia, la solidaridad y el estudio,  está conciente, productivo y evaluativo XX(yo no entender. Quizá falta punto seguido después de “estudio”) sobre su propia identidad de grupo y su proyecto hacia lo universal, también con el estudio y, específicamente, intentando tener presencia en espacios comunitarios, formando redes, siendo grupo abierto.

En el momento del trabajo particular con la solidaridad, la silla tibia o con el estudio, se da cuenta, muy claramente, del compromiso. Puede suponerse una fuerte exigencia de desapego en la apertura hacia lo comunitario, como también en el dejar espacio para otros en la silla caliente, X(tibia?)  la solidaridad o el estudio, La silla tibia y la solidaridad invitan a una focalización, como especialmente lo hace la lectura analítica, en la evaluación grupal y las consideraciones sobre lo “transgrupal”, hay una fuerte incitación a la multidimensionalidad,
La seguridad y la creatividad discurren por todos los ejercicios, pero hacen una alianza especial en la silla tibia y el momento solidario, con su llamado al respaldo personal y la búsqueda implícita de aportes creativos.



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