Conversando sobre la Amistad( 249)
Confianza-Desconfianza
Una conversación grupal en el curso de formación de líderes culturales,
en el Antiguo Hospital San José.
Un texto de Margarita,
Patricia, Olga y Adriana
Descansaba María, luego de un caluroso y ajetreado día de verano, pensando
que al fín podía relajarse y descansar sin pensar en nada, Había cumplido con
su hija con la que tenía gran diferencia de edad. Ella había nacido tardíamente y logró ,casi
sin ayuda de nadie, criarla y educarla.
De repente, irrumpió
Pamela, su hija, pidiéndole su cabaña en la playa, para ir junto a un par de
compañeros de la Universidad, a lo que, luego de pensarlo un poco, accedió,
Tenía confianza porque otras veces ya esto lo había hecho sin que se presentara desastre alguno. Además, aun nadie la iva a ocupar, sería el
fin de semana siguiente e irían en el auto de uno de sus amigos.
Llegó el fin de semana del
viaje y su hija vuelve a irrumpir con otra pregunta¿
Podrás prestar el auto porque mi amigo
está sin vehículo y el bus resulta muy difícil? María quedó desconcertada , pasaron por su mente varias y contradictorias situaciones : ¿no estaría Pamela disponiendo ya de sus cosas antes que ella faltara? ¿ Por qué ella
quería pasarlo bien con sus amigos si
también lo podría pasar
igual con su familia . Por
sus estudios y práctica
profesional casi no se le
veía, nunca estaba en la casa y en
algunas ocasiones había que
proporcionarle dinero ; esta
petición superaba toda tolerancia.
Pasó un rato molesta con sentimientos encontrados , por qué
María iba a entregar
todo siempre para complacer a
Pamela …. Se dijo: “esta vez no”.
Le pondría una condición: el auto va conmigo de pasajero, yo también quiero estar en mi cabaña, disfrutar el aire, el paisaje y compartir con gente
joven, moderna y estudiosa. Pamela
quedó de contestarle, demoró varias horas, al parecer lo dio por hecho y
se olvidó de la situación. María
siguió pensando con
desconfianza y sin ánimo de nada.
Llegó el día, el viaje fue
para María f un agrado; conversar y compartir experiencias con gente joven y alegre le levantó el
ánimo. La desconfianza que en un
momento sintió se disipó y pudo
identificarse e integrares con los jóvenes fácilmente y comprobó
que su hija también se
sintió feliz.
Amela y se dijop : esta vez no
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