Desarrollo Personal y Cambio Cultural 23
El Yo Integrador y las grandes Antinomias 4
La superación, la elaboración, de la antinomia entre
lo individual y lo "transindividual" es parte de las necesidades
culturales de una sociedad que necesita dejar atrás los reduccionismos y los
estigmas hacia quienes, minoría diferenciada, aportan a la vida desde del
ámbito del desarrollo personal o el de trabajar, o señalar, perspectivas para
el cambio socio‑ecológico.
Otra gran necesidad, muy presente en la época de la
globalización y occidentalización del mundo, es el encuentro entre el
compromiso y el desapego.
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60 Jean Paul Sarire. The Trascendence of the Ego. The Noonday Press. N. York. 1957.
Estamos en un plano de implicación de la ciudadanía
cualitativamente distinto al de otros períodos de la historia. Lo individual y
lo no individual han tenido un enfrentamiento franco, directo, afectando a la
población como conjunto, con expresiones en las disputas políticas y en las
guerras. El compromiso y el desapego son valores propios de minorías. La
humanidad realmente existente se compromete a fondo en contadas ocasiones y no
suele desapegarse más allá del dominio reducido de los místicos o los grandes
protagonistas de acciones comunitarias. El compromiso es, en gran medida, un
fruto, escaso, de la cultura occidental. El desapego, de la orienta]. Es
difícil separar esta dualidad del terreno de los encuentros y desencuentros
entre la trascendencia y la inmanencia, están entreverados. En el desapego lo
central es un "dejar" lo inmanente, lo egoico, la posesividad. En el
compromiso se da un abocarse, un ponerse en algo; hay un objeto, se trascienden
otros intereses, problemas propios de la tarea, para realizar el poder de
enfrentarla. En el desapego se trascienden los apegos posibles a la instancia
en cuestión. En el compromiso se trascienden las tendencias centrípetas con
respecto al objeto. Como lo estarás pensando, esa trascendencia aproxima a las
dos vivencias. Al comprometerse se da un des‑apego de tentaciones, de
dispersiones, de fatigas. En el desapego emerge el compromiso con el no poseer,
no intervenir. Desde la ecología del yo se clarifica la diferencia. En el
compromiso, el yo está activo, conductor, presente. En el desapego el yo pierde
exaltación, se retira. Ocurre que esa retirada requiere compromiso, mientras
que el compromiso genuino es un desapego, el hacer algo por realizar una tarea,
un servicio, no para sí.
El compromiso muestra la cara más inmanente, más
empírica del yo. El desapego, la más esencial, trascendente. En el compromiso
desapegado se logra una sinergia, una integración del yo esencial y el
empírico; se trabaja, se aporta, pero sin la búsqueda de poder, de beneficio
individual, con capacidad de renunciar a cualquier privilegio, de ceder el
lugar a otro.
El trabajo comunitario, las tareas de educación, de
atención médica, la práctica de la investigación, la acción política profunda,
estilo Gandhi o Luther King, requieren y aportan esta combinación, equilibrio
entre estos dos desarrollos de salud positiva, integral. De ahí, como hemos
dicho, su valor en el encuentro de paradigmas. En el arte encontramos, con
frecuencia, un compromiso parcial, con el proceso creativo, con la obra. Un
trascender reflejado en la obra, acompañado por una irresistible posesividad,
apego. Es, muchas veces, como si no hubiera relación entre una obra destilando
compromiso desapegado y una actitud personal autorreferida, sin compromiso
trascendente, sin desapego de lo hecho. Hay muchas formas de explicar este desencuentro
entre arte y espiritualidad. 61 Lo que se desprende del trabajo en desarrollo
personal y en psicoterapia con artistas es una especie de posesión, de invasión
intensa irresistible, acomodándose la interpretación posible a los consejos de
Rilke: "escribe si ello te es imperioso, si no puedes dejar de hacerlo” 62
El artista genuino se ve dominado por su creación, no puede dejar de hacerlo.
Su aparente falta de compromiso y de desapego es el resultado de esta ocupación
de su centro por el inconsciente creativo, demandante, posesivo.
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