Valparaíso en el Corazón
HACIA un PAÏS
SOLIDARIO
Calor humano para enfrentar el drama de
VALPARAÍSO
Reproducimos los artículos de Wilson Tapia y de
Miguel Ángel San Martín.
CHILE TRÁGICO
(14.4.14)
Por Wilson Tapia Villalobos
Ayer fue el Norte Grande. En 2010 las fuerzas
de la naturaleza golpearon con rudeza extrema las zonas de Valparaíso,
Santiago, O´Higgins, Maule, Bío Bío, La Araucanía. Hoy el fuego arrasa los cerros de Valparaíso. Doce personas han muerto y más de dos
mil viviendas yacen convertidas en cenizas. Las llamas siguen sin control y el
balance definitivo profundizará el drama. Hasta ahora, el viento y el fuego
sobrepasan con largueza a los recursos humanos. Así es la historia de Chile.
Las tragedias acompañan la existencia del país.
Y seguirán haciéndolo. Es su condición natural al estar
asentado sobre un área en que las fuerzas tectónicas necesitan liberar energías
estancadas o acomodarse para seguir un ciclo vital, cuyas particularidades aún
ignoramos. También aparece como una condición natural el comportamiento humano.
Esas particularidades han ido modelando nuestra manera de ser. La forma que tenemos de enfrentar el
acontecer. Y debiera enseñarnos como comportarnos en el futuro. Desgraciadamente, esa parte de la tarea
aún nos resulta difícil y, hasta ahora, imposible de cumplir a cabalidad.
Si no fuera así, los daños mayores en el
terremoto del Norte no habrían afectado especialmente a las soluciones
habitacionales destinadas a los sectores vulnerables de la sociedad, o a las vetustas
viviendas en que habitan los más pobres. Una realidad que se repite cada vez
que la naturaleza nos pone a prueba. Si no fuera así, las alertas de tsunami
habrían funcionado, salvando decenas de vidas el 27 de febrero de 2010. Si no
fuera así, los grifos de los cerros de Valparaíso habrían surtido chorros
poderosos para tratar de contener el fuego. Si no fuera así, las construcciones en las laderas habrían
seguido un plan regulador sensato y estricto. Si no fuera así, los cuarteles bomberiles no estarían todos
en el plano, algunos se ubicarían en los cerros porteños. Pero la realidad
nuestra es como es y se refleja no sólo cuando nos apabullan las tragedias.
Después que sobreviene el drama aparece la
parte más encomiable de los chilenos.
Aquella en que la solidaridad, el desprendimiento y la fortaleza les
ayudan a sobreponerse y seguir adelante. Esa de la colaboración desinteresada y
de sol a sol. Pero es la otra cara la que nos acompaña diariamente. Es la que nos hace relacionarnos con
nuestros pares, la que muestra cómo entendemos el sentido gregario. Y esa cara
ha ido magullándose con el correr de los años y la imposición de sistemas
político-económicos cada vez más apegados a lo material y alejados de lo
valórico.
Con seguridad, hoy vemos limpiando escombros,
combatiendo las llamas, acarreando enseres y productos vitales a los albergues
y a los sitios de acopio, a muchos Giorgio Jackson o Gabriel Boric. Con
certeza, entre ellos no habrá ningún Pepe Auth. Y esta contradicción entre
diputados es donde más claramente uno puede distinguir las dos vertientes del
alma chilena. Tal vez por su juventud o porque su fuerza interior tiene otra
vertiente, Boric y Jackson no se limitan a condenar la desigualdad imperante
aquí. Proponen desprenderse de la
mitad de su dieta parlamentaria, que hoy alcanza a más de $ 8 millones 600 mil -alrededor de US$
16 mil- mensuales. Hay que considerar que el salario mínimo de un trabajador
chileno es de $ 210 mil -alrededor de US$ 400- mensuales. Pepe Auth atribuyó la
iniciativa a la juventud de quienes la propugnan. Agregando que ellos no tienen a una familia que mantener y
están acostumbrados a recibir el dinero de sus padres. Es curioso constatar que
tanto Boris y Jackson, como Auth, pertenecen a la coalición gobernante.
Ejemplos como éste se ven profusamente en
Chile. Como el de la ex vocera de
la presidenta Michelle Bachelet en su anterior administración y, previamente,
encargada de Educación Superior en el gobierno del presidente Ricardo Lagos,
Pilar Armanet. Hoy, Armanet es la rectora de la Universidad de las Américas (UDLA). Se trata de una
corporación vinculada a capitales norteamericanos -Laureate-, cuyos
representantes han reconocido públicamente que su finalidad es el lucro.
Objetivo que está expresamente prohibido por la ley chilena y condenado por la
coalición que hoy gobierna. La
UDLA no ha sido acreditada por la cuestionable calidad de la enseñanza que
imparte a sus 30 mil estudiantes,
y se encuentra bajo investigación por fraude tributario.
Estas incoherencias sólo pueden interpretarse
como un afán de resolver los problemas personales, dejando de lado la
obligación superior con los compatriotas.
Tal vez por eso Chile es uno de los países que exhibe mayor desigualdad
entre ricos y pobres en el mundo. Seguramente en un país como Suecia, los
montos de las suculentas dietas de los parlamentarios chilenos -que se
reajustan ellos mismos- resulten incomprensibles. Aquí, en cambio, marcan el
diario vivir y dibujan el perfil de quienes debían ser nuestros referentes.
Si Chile
reorienta su rumbo hacia metas valóricas, seguramente los golpes de la
naturaleza serán siempre fuertes, dolorosos, pero sus efectos podrán preverse,
paliarse con mayor eficacia. Y,
sobre todo, golpearán por igual a seres humanos que nacen iguales.
Encuentra
y comenta este y otros Aportes en:
http://www.wilsontapia.cl
De Miguel ÁNGEL SAN MARTÍN
Poema enviado desde España por
Rosa María Guri
Valparaíso
(a "vuela ratón" y corazón abierto)
"...Sobre la inmensa luz del día
se cubre la tierra de
ceniza
después de haber luchado con el fuego
y no hay lágrimas que sean el
remedio
ante el terror de todo lo
vivido,
ni vigor agonizante que paralice el
gesto.
Se resquebraja impotente el
Paraíso
porque ladera abajo, viento y calor
ya se han fundido,
arrastrando en su encuentro de
locura
un pasado con raíces de futuro,
lo que tantos rescataron del olvido.
No serán damnificados los recuerdos
sino heridos perpetuos entre
suspiros,
donde no importa el orden que se
imponga
para restablecer el ya perdido,
porque no quedan albergues para el
alma
sino para los cuerpos doloridos.
Y cuando llegue el momento del
recuento
vendrá el escalofrío más sangrante,
de tierra que retuerce sus entrañas
y llamas que se mueven como el aire,
de pueblo que alimenta su mañana
con rescoldos del ayer y un hoy de
coraje interminable.
R.Guri 2014