sábado, 1 de agosto de 2015

Entre la Separación y la Integración 39


Entre la Separación  y la Integración 39
Hefestos arquetipo de la Resiliencia

La amistad como fuente de resiliencia

 El mito y arquetipo de Hefestos ( Vulcano romano)

 Dicen que Hera, la muy celosa esposa de  Zeus, estaba muy herida y, también , notoriamente, confundida.  No  se trataba de la ira  unida al deseo irresistible  de venganza  tantas veces experimentado hacia  las parejas de  su  esposo , ante la percepción de  su interés por otra mujer  diosa , semidiosa o humana, la consiguiente  infidelidad,  la evidencia de un embarazo, la inminencia del parto, la aparición del niño  o la niña con mayor  o  menor relevancia en el Olimpo. Se trataba de una situación nueva: Había nacido una hija, un ser formado y  hasta armado, de la propia  cabeza de Zeus.No había  por dónde encauzar la vivencia de que  había sido despojada de algo muy   de su identidad, de su  rol, de su incumbencia. Si, había una  figura  materna, Metis, pero   Zeus la había, literalmente engullido, estando   embarazada  , ante el  temor  de  que   de  ella naciera  un hijo que lo  iba a destronar, siguiendo la  tradición de él con Cronos y de Cronos con Urano.
Metis era la diosa de la sabiduría, por lo que la recién nacida, tan madura  y segura de sí misma iba  a ser…  quien  ella ya anticipaba, Atenea, la diosa de la sabiduría, muy cercana  a  Zeus, muy distinta  a ella,  diosa temida, pero con su mundo tan  limitado, tan poco feminista.
Rondaron las fantasías y pronto llegó  algo como un remedo del rayo de su marido, como una iluminación, un proyecto, un camino: ella  también tendría un hijo, sin violar  su  orientación básica hacia la fidelidad . Tendría  un hijo  sin partcipación de pareja alguna.
Más allá de las posibles  dudas de los doctos obstetra, Hera cumplió su propósito, fue un embarazo  sin molestias, bien disimulado,y un parto tan placentero que  sorprendió  a su  fiel ayudante Ileitas,la diosa de los partos.
Se decía en el Olimpo” los dioses  proponen, pero el destino   dispone”. El remedio era peor  que la enfermedad. El niño, su niño, era  muy feo. Tocada en su ego, ciega de  frustración, de una rabia que tocaba la raíz de su autoestima, sin mayor   reflexión tomó al niño y lo arrojó Olimpo abajo.

El niño, de constitución  fuerte, bajó , voló ,del cielo a la tierra , madurando en el largo camino y  cayó, finalmente, en el mar.  Muy cerca estaban conversando  dos habitantes de los dominios del Dios Océano, Tetis y  Eurinome, quienes  ,solícitas, amistosas ,llegaron de inmediato junto al niño, lo secaron, lo abrigaron, lo alimentaron y lo llevaron a vivir  con ellas a  una gruta submarina   de propiedad del  viejo y bondadoso Dios Nereo.

Muy pronto, el niño  mostró  dotes sorprendentes. Silencioso, trabajador, asombrosamente creativo, organizó un taller  y empezó a forjar collares,  arcos, muebles, con una  facilidad  inusual para la época, incluso para  el ámbito  que  , si no era Olímpico, no dejaba de ser divino.

 Era Hefestos, un  dios, un dios olímpico en el exilio, en  un “descielo”.

Pasaron nueve años. Tetis y Eurinome  vivieron felices; Hefestos  siguió maravillosamente creativo. Un día, Hera y Tetis  se encontraron. Después de los saludos  de rigor, Hera se  vió  impulsada a hacer una pregunta sobre un broche que llevaba Tetis:¿ Es tan hermoso, quién lo hizo?. Temis, insegura,  quiso desviar el tema , pero Hera , como poseída por  algo ajeno a su conciencia, insistió en  su  interrogante. Tetis  terminó por  compartir toda la historia de Hefestos, desde  su caída al mar. La reacción de  Hera fue     de madre y de autoridad: “Mi hijo debe ir al Olimpo”. Su voluntad fue prestamente obedecida.

Así fue. Hera, con la complacencia de  Zeus, proveyó facilidades mucho mayores  que la gruta de Nereo para que su hijo  trabajara  con  potenciación de su industriosidad y su creatividad. Hefesto desarrollaba un proyecto de vida centrado en  el hacer creativo. Pasó la fronteras de la magia. Asombró a los mismos olímpicos construyendo  dos   asesoras  de oro  , capaces  de  realizar  tareas de apoyo  e ,incluso ,de hablar. Ideó trípodes   con capacidad para moverse solos  e ir y volver de las dependencia Olímpicas.

 De improviso, todo   se volvió negro, muy hostil  y peligroso.Hera participó en un verdadero  golpe de estado contra  Zeus  y  su  marido la castigó  surpendiéndola en el espacio. Hefestos  quiso establecer un camino de resolución de conflictos,  usar  su creatividad para conseguir el perdón  para su madre. Fracaso absoluto, Zeus  no escuchó razones, se enfureció y  arrojó  a Hefestos  fuera del Olimpo, El  dios, inmortal  aunque no invulnerable ,cayó , esta vez, sobre la tierra , se rompió ambas  piernas  y quedó discapacitado   para siempre.

Zeus  luego se arrepintió ,lo admitió nuevamente  en el Olimpo.   Hefesto siguió con su trabajo que alcanzó frutos tan notables como  el escudo de Aquiles ,  los arcos  de Artemisa y de Apolo, las armas de Hércules, la hoz con que Perseo decapItó a la medusa, la corona que llevaba Ariadna en su boda con Dionisos…

Sin embargo, su vida  siguió teniendo problemas. Por una parte, los dioses, elitistas, se burlaban
de  su dedicación al trabajo manual y,  estetas, descalificaban   su  apariencia   de cojo ,feo, permanentemente sudoroso.

Por otro lado, se casó  con Afrodita, según dicen por  presión de su madre  , a pesar de que  su verdadero  amor era Atenea. Afrodita le fue infiel, especialmente con Ares,  el  menos creativo y artista de los dioses. Hefesto intentó una acercamiento  apasionado a Atenea, ella lo rechazó, pero se manchó con su semen, lo lanzó a la tierra y..  de allí nació   Erictonio  el fundador de Atenas.

La vida de Hefestos, estuvo llena de  terribles sinsabores .Fue dos veces arrojado fuera del Olimpo,  una vez por la madre,la otra  por el padre o padrastro. Engañado por su mujer, rechazado por su amada, despreciado por los  pares Sin embargo, fue un gran creador y estuvo lejos  de  comportarse como una víctima crónica.

Quienes lo conocieron atribuyen esa  capacidad de resistir lo adverso, esa resiliencia,  a la comprensión, a la bondad, a la disposición a dialogar  de  las personas que   estuvieron con él, lo cobijaron en   sus primeros  9 años, Tetis y Euronime.Dos personajes  que también se beneficiaron de la experiencia   de haber  acogido a Hefesto, Tetis  como madre de Aquiles , Eurinome como madre de las  tres Gracias.