jueves, 29 de agosto de 2013

Conversando desde la Amistad (284)


   Conversando desde la Amistad (285)
Educación
Manifiesto sobre la Educación
 Escribe Antonio  Vicente  Palma, desde  España
 Declaración de principios y finales

Debo declarar:


·      Que la educación  no me la encuentro,  aparece como  placenta al momento que nazco.

·      Que  nunca pensé ser profesor, educador o guía de nada ni nadie en mi proyecto de vida.

·      Que no me agradó el sistema educativo en cualquiera de las etapas de mi propia formación y deformación.


·      Que sí la he pasado bien con mis pares en estas etapas en lo que respecta a haceres, hablares y vivires no vinculantes al aula. Por lo  que se desprende que ese es el ambiente  que intento promover intra-aula.

·      Que  de la mayoría de los procesos de enseñanza aprendizaje vividos lo que más me estresa son las evaluaciones y calificaciones. Por lo que mi trabajo está lejos de considerar que utilizar estos parámetros para relizar este trabajo  sean espectos  trascendentales del  aprendizaje.

·      Que, por lo demás, nunca he sido de los  “mejores”, pero si  he comprendido y captado tanto o más de las materias,  como mis pares, aún de los que me superan en notas, debido a que los mejores por el tipo de medición dependen mucho de la nemotecnia (memorización), y sí que es frágil la memoria. Y al no centrarse en los instrumentos calificativos, en vez de la experiencia y el disfrute, asegura mayor anclaje del conocimiento.

·      Que  después de encontrarme con un país-planeta en mi infancia,  en mi adolescencia me  cambiaron el escenario social y político, para más tarde que temprano, en mi juventud tuviera que reaccionar contra la dictadura. Donde la ecucación recibe una de las peores partes, para que colabore con el deterioro de una sociedad sencilla y crecida como era considerada. Aun así gual  me drenan las ideas del cambio que violentamente tratan siempre de acabar. Los procesos educativos  que ahora vivo como “adulto”se insertan es ese “ambiente”,  y desde allí deben ser entendidos, en su fuerte dimensión social.

·      Que  me sobreviven las ideas de una sociedad distinta que se potencia desde los espacios educativos. Y que probado algunos intentos fallidos, los cambios sustentables, la construcción de un país planeta distinto pasa ineludiblemente por  idea de educación que trasciende de la certificación, y la acumulación de conocimientos. Entre otras dimensiones. 

·      Que  las imposiciones educativas para adiestrar trabajadores asalariados, y consumidores de productos inservibles no son mis temas.

·      Que el educador se me emparenta con  mi ser profundamente político.

·      Que la educación debe partir desde curar la desesperanza, la desconfianza, la expoliada autoestima del ser,  lo que el modelo impone como sujeto determinado por la tv, los medios masivos, y cualquier autoridad relativamente público, incluso nosotros los docentes. Mi misión pasa por cuestionar, escuchar, proponer, disponer y hacer ya.

·      Que la labor del profesor  que llevo tiene serias dificultades para construirse como poeta(creador) de cambios, porque el entorno piensa diferente y resiste como condicionante de las estructuras dominantes que se han hecho en facto y en derecho de todas las instituciones educativas. Así de todas formas converserme que puedo cometer errores pero que no tan estoy equivocado.

·      Que nunca en mi aula ha tenido ni tendrán cabida la consigna, ni los dogmas.

·      Que lo único que ha tomado fuerza es construir en el  aula la práctica del escuchar y del poder de la expresión-opinión; y en un orden distinto; leer y ser capaces de  expresarse por escrito, de manera inversa a como había estado planteado pedagógicamente en los siglos anteriores. Así los discursos petrificados de los poderes hegemónicos pueden empezar a ser desmontados. Y aparece la práctica educación en la práctica de la libertad.

·      Que vamos tras los cambios, que no son visibles ni medibles con herramientas toscas como las calificaciones y otros (simse, psu, evaluación docente), que son cambios mili milimétricos, y que sus efectos insospechables nos sorprenden en grandes cambios.

·      Que no se me aparece otro destino más digno.

·      Que pese  al maltrato he disfrutado del encuentro profundamente humano que me da la intimidad del aula y la cercanía con mis alumn@s.

·      Que aunque el dinero no es directamente proporcional a nuestra labor, los beneficios son incalculables para la especie humana.