viernes, 1 de septiembre de 2017

Cosecha 6


COSECHA (6)
DE EL NÑO , LA  MIRADA Y EL OTRO(1965)
¿No quería hablar?
Otra forma de mirar …como parte del todo.
(2)
Él no hablaba, pero su silencio decía a todos:¡ Miren!
Cuando volvió de su silencio, la cordillera le pidió permiso para contar...lo que  aél  le pasaba.
 He aquí la historia, como la narró  la cordillera
Quiso llamar, decir Mira, en el sueño, pero no pudo.
 En el sueño, la arena se cogía de sus pies y no los soltaba, pero…  se acercaba el mar. No podía andar, alejarse. Crecía el mar, y se detenía el sueño.
Era todo sin color. ¿Cómo iban a escuchar?. Dijo Mira, y
sólo acudió la cordillera, grande como el mar.
La cordillera lo contaba todo,sin hacer alarde.
Al terminar el sueño, estaba entre las nieves, como en las barbas blancas empezadas al principio del mundo.
 Era cierto.
¿Cómo decirlo, si el mundo daba sus primeros pasos?. Y era maravillosa que no cayera. ¿Quién podía mirar aunque la tierra diera vueltas?.
Sin embargo, desde la cordillera los cercos y las casas eran puro sueño.
¿Cómo podía mostrar la tarea el mar? ¿ Quién podía corregir lo que hace la arena?.
Quedo en silencio. Diciendo “miren”, por todas esas cosas.
 No estaba enfermo.
Ni era avaro. ¿Cómo decir miren por todo?.
Quedo en las nieves. de la. Era como estar con una cabellera larga que nunca se hubiera cortado. Blanca, casi desde siempre.  En el sueño no llego el mar. Vino la cordillera. Quedo en el blanco de siempre.
Fue silencio, entre el negrito y la nena, el Chico el Rucio, el Colorin.
Pasaron lunas nuevas y no hablaba.
La cordillera lo contó, cuando todo era pasado.
Un día llego el puma a la nieve. Se había salido del pie de la cordillera, donde esperaba con miedo una posible llegada de la ciudad .
El Puma viéndolo en la nieva, creyó ver la ciudad y huyo. Mira, le grito antes que llegara de vuelta al pie de la cordillera. Y se despidió de la cabellera  blanca y de la barba antigua apenas el puma le enseño a restar los sueños.
Empezó a hablar mientras la Niña chica aprendía cuentos y el mundo daba sus primeros pasos.
La cordillera lo contó con tanta modestia, que parece nada exagerado.