jueves, 10 de noviembre de 2016

Formación 30

Formación 30

La Disciplina Individual 2
La disciplina puede dividirse en dos partes, de acuerdo al énfasis en los contenidos y en los primera, se distinguen, a su vez, dos etapas, la de la revisión de las últimas 24 horas y la de la anticipación de las próximas, respectivamente. La segunda parte se centra, al inicio, en la relajación, para luego abrirse a experiencias de imaginería y meditación.

La revisión de las últimas veinticuatro horas.

Comprende cuatro momentos: descripción, autocrítica, trabajo con las emociones "constrictivas" y relevamiento de las experiencias significativas. La etapa descriptiva incluye dos ejercicios, la rememoración de los recuerdos personales y el fantasear con el día de otra persona. En la autocrítica hay tres fases: la confrontación de la conducta del día con el proyecto de vida, el seguimiento de algunos rasgos personales relevantes, la pregunta sobre la enseñanza del día.

Se empieza, habitualmente, cerrando los ojos, respirando suavemente con la nariz, prologando la respiración y haciendo la protrusión del abdomen, la boca cerrada, la lengua afirmada en el labio inferior.

En la descripción se entreveran conductas y vivencias. Se hace un recorrido por las últimas veinticuatro horas, a partir del momento correspondiente al inicio del trabajo disciplinario anterior. Se incluyen acciones, representaciones, sueños y estados afectivos, intentando, también, dar cuenta del estado emocional de las personas con las que se tuvo la interacción más importante.

Lo fundamental es describir, no interpretar, no juzgar, dar cuenta de lo hecho, lo sentido, lo fantaseado, lo pensado, lo soñado, lo que se ha creído captar de otros. El avance en el dominio de la metodología se evidencia por la riqueza de lo recordado, junto con la capacidad de realizar una focalización en los pormenores, con, fundamentalmente, el crecer en el desapego en el narrarse lo acaecido, procurando mantener distancia, sin involucramiento emocional.

El segundo paso en el dominio descriptivo nos coloca ante la necesidad de ponerse en el lugar de otro, para figurarse su día, sus conductas y vivencias. La elección es de ustedes... el ejercicio específico empieza en esta decisión. ¿A quién? Estamos asumiendo, el "pareamiento" del rigor en la descripción de la experiencia personal con la apertura imaginativa exigida en este ponerse en el lugar del otro, fantaseando con los pormenores de sus conductas y vivencias. A veces, conviene intentar fantasear con lo que le aconteció y cómo lo vivió la persona con quien se está trabajando en pareja de crecimiento. En ocasiones, buscamos un enriquecimiento en nuestro conocimiento‑empatía con alguien de nuestro paisaje familiar, pareja, hermano, hijo, padre. No faltan las ocasiones en que lo pertinente es escoger al adversario más importante. Lo válido es aprovechar la oportunidad para elegir y dar seguimiento, en esta "descripción del día de otro", exponiéndose, creando, tratando de que sea un ejercicio con realce en la vida cotidiana. Obtener un crecimiento en muchos terrenos y, principalmente, en la capacidad de ponerse en el lugar del otro.