viernes, 1 de noviembre de 2019

El Arte de Vivir 25


El Arte de  Vivir 25
La Salud Integral como Alternativa 1
Parece no haber dudas que el desarrollo enfrenta problemas, aunque no exista una conciencia de crisis. Es difícil negar que exista hambre, soledad y violencia, aire enrarecido y contaminación con las drogas. Desde el propio paradigma dominante, gran parte de las expresiones de la crisis son legitimadas como problemas de salud. Expertos de salud trabajan con el tema de la desnutrición, con las drogas, con problemas del ambiente. Hay, de hecho, una creciente sobreposición entre el campo de la salud pública y los problemas del desarrollo.
Es desde la perspectiva de que la salud pública ya participa de la problemática del desarrollo y de la crisis, que se plantea la opción por un cambio socio-cultural profundo, vertebrado en un trabajo de salud de alcances más amplios que los considerados en las delimitaciones sectoriales y disciplinarias actuales.
La propuesta involucra un “desarrollo” del concepto salud; un paso desde el eufemismo utilizado muchas veces para apuntar a la ausencia de enfermedad, el “nada especial” del examen clínico, hacia una realidad llena de contenidos y de muchísimas dimensiones.
Inseparable de la temática del contenido, del “qué” de la salud, es el problema del “quién”, los actores, los protagonistas. En la sociedad actual, se supone que quienes actúan, los responsables, son los que participan en profesiones en salud. El eje está en la medicina; en la orientación integradora, no confrontacional, no puede plantearse un antagonismo salud / medicina, ni, incluso, una separación absoluta. Son campos colindantes e interpenetrados en que el supuesto es que toda la población participa en salud, en la vida cotidiana, en los proyectos de acción social y cultural, y los profesionales, lo mismo que la atención médica, tienen un espacio de trabajo circunscrito.