viernes, 1 de agosto de 2014

La Dimensión Poética de la Vida (7)


La Dimensión Poética de la Vida(7)
Alicia Antonio y  sus amigos   en el País de lo Poético (4)
Poemas sobre el Mar (2)
La Integración  carraspeó e interrumpió sonriendo   la lectura  , momento   en que el conejo blanco  aprovechó para sugerirle  que fueran nuevamente al mar.
-Se llevarán una  sorpresa…se oyó  decir  al azul, como hablando para sí.
Ya en la arena,  casi escuchando   el júbilo del mar avanzando arena  adentro , contemplando a la distancia el erguirse de una  ola  inmensa que parecía dar la bienvenida , la imaginación cerró los ojos y al poco rato se sintió, clara la voz   de un delfín, diciendo - aquí  está nuestro auto marino, perdón, es ecológico, lo movemos nosotros mismos…
Se acercaron a la orilla. Allí estaba un auto de madera, my bien tallado, flotante , guiado por dos delfinas y dos delfínes. Los cuatro movía aletas en son de  saludo , mientras , por un puente plegable iban a embarcarse las y los miembros del grupo, constatando, con  agrado,  el contar con asientos asignados , conformados para  satisfacer la comodidad, el bienestar de todas y todos, El más pequeño y apto para estar tendido era el de la lagartija,  mientras  los de los dos gato  tenían dos pisos   conectados por   una barra - No   voy  a andar, por esos lados ,dijo, sonriendo ,la rata.
La Integración  y el Asombro partieron con ellos . Establecieron una animada charla con los delfines . A poco navegar, llegaron a una isla. Una bandera  decía Altazor. Se bajaron  del auto-nave y fueron leyendo en las rocas el poema Monumento al Mar  de Vicente Huidobro




MONUMENTO AL MAR


Paz sobre la constelación cantante de las aguas

Entrechocadas como los hombros de la multitud
Paz sobre la lápida de los naufragios

Paz sobre los tambores del orgullo y las pupilas tenebrosas

Y si yo soy el traductor de las olas
Paz también sobre mí.

He aquí el molde lleno de trizaduras del destino
El molde de la venganza

Con sus frases iracundas despegándose de los labios
He aquí el molde lleno de gracia
Cuando eres dulce y estás allí hipnotizado por las estrellas


He aquí la muerte inagotable desde el principio del mundo

Porque un día nadie se paseará por el tiempo

Nadie a lo largo del tiempo empedrado de planetas difuntos



Este es el mar

El mar con sus olas propias

Con sus propios sentidos

El mar tratando de romper sus cadenas
Queriendo imitar la eternidad

Queriendo ser pulmón o neblina de pájaros en pena

O el jardín de los astros que pesan en el cielo

Sobre las tinieblas que arrastramos

O que acaso nos arrastran

Cuando vuelan de repente todas las palomas de la luna

Y se hace más oscuro que las encrucijadas de la muerte



El mar entra en la carroza de la noche

Y se aleja hacia el misterio de sus parajes profundos
Se oye apenas el ruido de las ruedas
Y el ala de los astros que penan en el cielo

Este es el mar

Saludando allá lejos la eternidad

Saludando a los astros olvidados

Y a las estrellas conocidas.



Este es el mar que se despierta como el llanto de un niño

El mar abriendo los ojos y buscando el sol con sus pequeñas manos temblorosas 

El mar empujando las olas

Sus olas que barajan los destinos



Levántate y saluda el amor de los hombres
Escucha nuestras risas y también nuestro llanto

Escucha los pasos de millones de esclavos

Escucha la protesta interminable

De esa angustia que se llama hombre

Escucha el dolor milenario de los pechos de carne

Y la esperanza que renace de sus propias cenizas cada día.



También nosotros te escuchamos

Rumiando tantos astros atrapados en tus redes

Rumiando eternamente los siglos naufragados
También nosotros te escuchamos


Cuando te revuelcas en tu lecho de dolor
Cuando tus gladiadores se baten entre sí


Cuando tu cólera hace estallar los meridianos

O bien cuando te agitas como un gran mercado en fiesta

O bien cuando maldices a los hombres

O te haces el dormido
Tembloroso en tu gran telaraña esperando la presa



Lloras sin saber por qué lloras

Y nosotros lloramos creyendo saber por qué lloramos

Sufres sufres como sufren los hombres

Que oiga rechinar tus dientes en la noche

Y te revuelques en tu lecho

Que el insomnio no te deje calmar tus sufrimientos

Que los niños apedreen tus ventanas

Que te arranquen el pelo

Tose tose revienta en sangre tus pulmones

Que tus resortes enmohezcan
Y te veas pisoteado como césped de tumba
….
En eso se oyó decir al mar : Vicente,  siempre tan creativo y mago siguió  el poema en otro  tono.Vuelvan mañana .Mañana, estará él  o Altazor
Los cuatro delfines saludaron , diciendo al unísono --Hola, está listo el puente plegable  y varios pescados irán conversando con ustedes por el camino.