miércoles, 12 de julio de 2017

Mitos y paramitos 2

Mitos y Paramitos 2
Lo poético y lo filosófico (2)
Genealogía(2)
(Del libro Parafábulas y Para mitos, Editoriai Tralcamahuida, 2015).

Dos Hijas del Asombro y la Reflexión: Poesía y Filosofía
(contimuación)
En los primeros tiempos, los de los mitos poéticos, los de los poemas filosóficos, las hermanas fueron muy cercanas. A veces, era difícil diferenciarlas. Los mitos tienen un fondo filosófico, trascendente. Su forma es bella, alada, intuitiva, poética. Lo vemos en el mito de Eros y Psique, transmitido por Apuleyo, impresiona en los textos religiosos fundantes, como el Tao Te King. Son grandes poemas, profundas incursiones filosóficas, vetas inagotables de sabiduría.
En un momento dado, en Grecia, el occidente clásico, Platón, un maravilloso poeta, autor de bellos mitos, negó sus propios dotes y expulsó a los poetas de su propuesta de convi- vencia social, su República, su utopía.
Pasó el tiempo; Shelley, el romántico, plantea, reflexivo y exaltado, que los poetas son los verdaderos legisladores de la humanidad. La relación entre las hermanas fue cambiando, en un contexto en que, en contraste con la Ciencia, la tercera hija del Asombro y la Reflexión, dueña de una especial continuidad lineal, tanto la Poesía como la Filosofía tienden a circular por los mismos temas.
El panorama actual muestra una gran distancia entre la Poesía y la Filosofía en donde menos se podría esperar, el lenguaje, con los polos del análisis del lenguaje filosófico y la delectación sibarita en la palabra de una parte de los poetas.
Hay ejemplos de gran apertura a la integración de poesía y filosofía como “subpersonalidades”, se llaman Residencia en la Tierra y Antonio Machado, Schiller, Goethe, Hölderlin; es difícil decir si Nietzsche o Novalis son poetas filósofos o filósofos poetas. El último Heidegger dió a entender que todo había sido anticipado por Rilke y por Hölderlin.
Existe desde siempre una poesía filosó-fica que es también una filosofía poética; ejem-plos clásicos son Heráclito, Empédocles, Parménides. Entre nosotros no podemos olvidar a Anguita, a Díaz Casanueva, a Pedro Prado.
Hay una mirada poética a la filosofía, una referencia asombrada, colorida, emotiva ante las preguntas metafísicas de los niños y los adolescentes, ante los dilemas éticos, ante la sed de justicia, ante los laberintos del amor y los abismos de la nada y de la muerte.  
Se da una mirada filosófica a la poesía que se pregunta por el sentido de la poesía, por lo que pasa en la intimidad del sujeto.
Surge la consideración filosófica a la poesía que conduce, en María Zambrano, a pensar en una razón poética, camino a complementar a la razón de la filosofía.
Camino de convergencia, de encuentro de dos de las hijas del Asombro y la Reflexión. Anticipo de la reconciliación de todos los hermanos: la Espiritualidad, el Arte, la Acción Social, la Ciencia, la Filosofía y la Poesía.