lunes, 3 de febrero de 2014

D. Personal, c. Cultural y n. Paradugma (34)


Desarrollo Personal, Cambio Cultural y Nuevo Paradigma (34)
La formación para el Nuevo Paradigma(11)
                   Nota introductoria( 11)
                      Síntesis de una experiencia
El Cuidado(4)

El Cuidado y el Asombro
Son aparentes opuestos.  Inconciliables.  El asombro como apertura, el cuidado como  dedicación.¿Dos polos?
Sí, en una visión no cuidadosa y en una que  deja  de integrar el asombro.
 No,  ellas son dos condiciones  sinérgicas, complementarias, en una visión de  salud integral, de nuevo paradigma. El asombro básico expresa cuidado, por la  aprehensión de la condición humana  y  se detiene, absortom ante  todo lo logrado por el ser humano en su historia, imposible de actualizarse sin el cuidado. El cuidado  encuentra la  forma de  guiar al asombro por las vías de la ciencia, la filosofia, la espiritualidad, la poesía, la amistad, la acción solidaria…
 Creo que  necesitamos una cultura en que el Asombro se integre con el Cuidado para el desarrollo  de la amistad en las casas, en las plazas, en  las esuelas, en los centros de salud , en las ciudades, en el tránsito hacia el fin de las fronteras,  en el mundo…   en la apertura a las preguntas últimas y la responsabilidad por completar el regalo del ser, por avanzar hacia el homo sapiens. Asombro y cuidado: Allí hay una posible  alquimia para  la construcción de la democracia  profunda, la ecológica, la de la  unidad en la diversidad. La de la creatividad humanizadora.La de la amistad.
Cuida el Asombro, Asómbrate del Cuidado

Cuida la mirada de asombro al ser, al tú, al yo,  al  nosotros, al lo otro.
Cuida el corazón de la amistad y su guiño  de magia de conmovedoras sorpresas.
Cuida el tiempo  del descuido, el   olvidado del asombro.
Cuida el tiempo vivo, el  admirado por una perpleja eternidad.
Cuida la sonrisa entrañable del  azul  de la pregunta.
Cuida el  gris derramado,  en desgano de asombro, día a día.
Cuida el instante admirable del encuentro, el de la coincidencia significativa, el de la confianza  profunda,  el del momento alto palpitante  de sentido.
Cuida esa dimensión misteriosa de la existencia que, para llamarla de alguna manera, por ahora le decimos amor.


Asómbrate del cuidado tejido por la historia humana y la de la naturaleza.
Asómbrate  de cuán  cuidadosa la vida recibe a los niños.
Asómbrate del cuidado con   la muerte  vecina y su rumor sostenido.
Asómbrate del cuidado en  pleno   espesor del silencio,  de la   contemplación, de la meditación, de la noche  estrellada, del vuelo del  violín, de los dibujos de la mariposa, del concierto de las musas.
Asómbrate del cuidado con las brasas humeantes  del sentido.
Asómbrate del cuidado del no sé  y del no  sé qué….
Asómbrate del cuidado por integrar  la razón y el espíritu,  el ser y el hacer, el individuo y el todo, lo real y lo posible, el compromiso y el desapego, la libertad y la  igualdad, nuestro  sol y nuestra sombra.
Asómbrate del cuidado por asumir tu esencia  y tu pertenencia al todo.