lunes, 29 de agosto de 2022

El Asombro 9

 




El Asombro 9


Amigas  y Amigos

Hay  un fondo asombroso en la amistad entre seres diferentes.

Abrazo

luchow



El  Jardín del Asombro y el Color Azul 4


La Cigarra y la Hormiga  en el Jardín  del. Asmbro y el color Azu


LA CIGARRA Y LA HORMIGA DENTRO DEL ASOMBRO 

Dentro de la adivinanza están estos asombros de regalo, dijo, en el Jardín, el color azul. 

Por supuesto, el misterio mismo es el obsequio más grande. 

Aparece en las preguntas de los niños. 

Una vez, había una vez y siempre habrá, nuevamente, una vez una hoja visitando al otoño.


El hogar del otoño florecía en racimos de preguntas de los niños.

 Siguiendo su perfume de por qué a por qué, con una luz cálida, bondadosa, final, sonreía el origen. ¿Qué pasó antes y antes de eso, y ...en el primer antes. ¿Una gran llamarada y ...antes ...cómo ...quién...?

 Estaba la casa donde nacieron las preguntas, los huesitos de la primera poesía, un pergamino escondido de las leyes de un universo paralelo...la hoja y el otoño recorrían serenos, confiado y por allí escucharon la historia de la cigarra. 

Es una historia de solidaridad, dijo el color azul 

Cuando la cigarra golpeó la puerta, para anunciarse, en la casa de las hormigas, su canto lucía pálido, suavemente tembloroso. Temía. No sabía. 

Cantando para los otros no había alcanzado a juntar alimentos en previsión del duro invierno.

 Las hormigas, vecinas y vecinos, eran seres de ritmo tenaz, de tiempo muy bien cristalizado, nítidas, precisas .¿Cómo explicar, cómo pedir, cómo recibir, cómo retribuir? 

Sorpresa. La puerta respondió con cariño, regalándole un contacto digno, significativo, radiante. Muy verde. 


Se encontró ante el grupo. Era evidente, se habían despojado recién de la prisa y el diálogo empapaba a hormigas, cosas y representantes del mundo en general. 

La luz inició la conversación diciendo, acogedora, “queremos compartir contigo”. 

Por favor, no dejes enfriar tu canto, añadió, solícita, sonriente, la ventana 

Un grupo de hormigas vecinas, con mucha discreción, entonaba, bajo, muy bajo, una de las melodías  más generosas de la visitante . 

Hola, “yo venía”... sintió como su confusión era una conocida neblina con el bochorno de aquella rosa que se durmió y no abandonó el estado de botón 

Las hormigas, la puerta, las paredes, la luz, las ventanas, los instrumentos, el techo, el suelo, coincidieron, sin pensarlo, en interrumpirla con movimientos sutiles, casi dentro del pensamiento. 

Luego, una hormiga afable, muy respetada, fue transformándose en un relato. Un cuento sencillo y auténtico describiendo como el trabajo de todos llegó a cambiar el tacto de las canciones. Fue aclarando, hasta convertirse en música . 

Mientras hablaba, del coro de vecinos fue emergiendo una mirada de tal don de convencimiento que, a un guiño, abrió la puerta y llevó a la casa de la cigarra amistades, colores y canciones para compartir con alegría el próximo invierno.

 La sorpresa es una chispa de asombro,

dijo el anfitrión, 

el  color azul.