La
Dimensión Poética de la Vida ( 44)
Los Cien
Años de Nicanor Parra (3)
Alivia , Antonio y sus amigos,
ene le País de lo Poético , cerca del Observatorio Ontológico (3)
La Poesía llama la atención
sobre el artículo de un poeta
sobre el poeta y antipoeta-
INTRODUCCIÓN A LA POESÍA DE NICANOR PARRA
por Enrique Lihn
(En
la revista Anales de la Universidad de Chile,
año CIX, números 83-84, 1951)
La Integración propone leerlo
por partes. Yo empiezo, dice la inspiración.
... El autor de este estudio limita su trabajo a la última etapa de la
poesía de Nicanor Parra, representada en la selección por poemas como "Soliloquio
del individuo", "Los vicios del mundo moderno",
"La víbora". Sus puntos de vista no son válidos para los
restantes poemas sino en la medida en que éstos constituyen la expresión de una
personalidad excepcionalmente no contaminada por escuelas literarias. En la
selección adjunta han sido incluidos con el objeto de que el lector tenga una visión lo
más completa posible de la personalidad aquí parcialmente soslayada.
... Un
poeta es un ser que vive pensamientos y piensa vida. Lo asume todo pasivamente
y lo expresa todo a través de la actitud propia del creador. Su vocación es,
pues, en algún grado, trágica: experimenta en carne propia lo que el común de
los mortales se limita a enunciar como mera consecuencia de una proposición
dada, toda disminución o aumento de su patrimonio humano.
... El hombre no se
distingue radicalmente de las demás especies vivas sino en virtud de su libre
albedrío. Sin libertad no hay moralidad. Ambos conceptos son correlativos,
reconocer la validez de uno en detrimento del otro, signfica negarles toda
realidad. Al elegir, el hombre se sitúa matemáticamente, quiéralo o no, en el lugar
que le corresponde como tal. Se transforma en un ser moral. Pasa de objeto a
sujeto, de determinado a determinante. No importa lo que haya elegido. Basta
que haya elegido. Puede, por ejemplo, decidirse por la negación de la libertad,
vale decir por el escepticismo respeto a toda norma de validez universal, por
la inmoralidad, etc.
... Esta tabla de posibilidades y valores es menos
elástica cuando quien elige es un poeta. "La poesía, anota Tristán Tzara,
es, ante todo, antes de llegar a ser un poema, un sentimiento, una cualidad de
las cosas, una condición de la existencia". La realidad interior y
exterior se necesitan para sintetizarse en la palabra creadora para
constituirse en una realidad de verdad. La una, desprendida de la otra, no es
sino un fantasma frente a otro fantasma. El poeta elige, pues, el más difícil
de los caminos. Debe romper el círculo de la conciencia, usar de la libertad
para perderla, e intentar a todo trance, a través de la experiencia inmediata,
recuperar el mundo objetivo. Quiere, en su pura idealidad y materialidad, que
su espíritu, como dice Scheller proponiendo una definición de este concepto,
sea determinado por las cosas mismas. Su suerte es la de un hombre que regresa
a su más hondo bien, impreciso y lejano.
... En este regreso inserto yo la
poesía de Parra. Su actitud es la de un hombre que recupera trabajosamente un
mundo al cual se siente íntimamente unido y desgarrado. Ha dejado tras sí el
reino de sus propios fines, pero no está seguro de llegar a ninguna parte. De
aquí sus freceuentes recaídas en un escepticismo que se deleita triste y
morbosamente consigo mismo. Es el humor negro, una suerte de empequeñecimiento
que linda con lo ridículo, que hace reír mientras más se ensaña con lo que
toca. Es curioso observar cómo este poeta se acerca a la realidad. De pronto
parece situarse en ella de lleno, aceptarla y comprenderla en toda su
extensión. Describe el mundo y lo ordena de acuerdo a una rigurosa concepción
moral. Lo fustiga con el latigo de su elocuencia. Lo pone frente a su propia
imagen para que se averguence de sí mismo. Todo esto parece muy claro en "Los
vicios del mundo moderno". Sólo que, en mi intención de mostrarles a
ustedes el aspecto problematico de la posición de Parra: su intento de
recuperar un conocimiento objetivo de las cosas, un orden que no provenga
únicamente de sí mismo, me he remitido por varias razones al "Soliloquio
del individuo", poema que analizaré más adelante.
... Por de pronto,
"Los vicios del mundo moderno" es la obra más madura de
Nicanor Parra. Con ella culmina un proceso que, por razones de claridad,
resulta preferible presenciar durante su desarrollo, allí donde se muestre
menos irreductible. "Los vicios del mundo moderno", es una
vasta tela en que se manifiestan todos los recursos de su autor. Nicanor Parra
sustenta una estética que lo coloca al margen de nuestra tradición literaria.
"La función del idioma, ha dicho, es para mí la de un simple vehículo y la
materia con que opero la encuentro en la vida diaria". Reivindica así una
adecuación rigurosa entre la experiencia y la expresión. Pero la experiencia
para él consiste en una toma de contacto con el mundo objetivo y no la mera
constatación de sus estados íntimos. Relativiza el sujeto a la luz del objeto e
intenta superar su antagonismo situándose, por momentos, en un plano
sobreindividual. Desde allí se siente capaz de juzgar a los hombres, a partir
de una imagen de lo que es el hombre, de lo que debe ser. Suspende la necesaria
relatividad de todo juicio, relatividad a que nos ha llevado nuestra caída en
la existencialidad, en la libertad y gratuidad de nuestra conciencia, para
remitirnos a un tribunal en que el bien y el mal son categorías inamovibles de
una conciencia trascendente. El se siente invadido por esta conciencia que le
traspasa parte de su dignidad. Pero duda en todo moemento de ser infalible.
Moraliza sin convicción ninguna, y cuando hace una pintura crítica del mundo
moderno, introduce en ella elementos destinados a restarle toda seriedad. Lo
mismo sucede cuando, de súbito, aparentemente sin solución de continuidad,
empieza a enumerar los vicios que han llevado al mundo a su descalabro. En esta
numeración se pierde el tono ético, sobrio y riguroso con la intromisión de
elementos desconcertantes. Entre la primera y la tercera parte del poema, la
lista de los vicios -que implican virtudes- es como una torre de Babel; no
llega al cielo porque la unidad de su proyecto se descompone en la
multiplicidad. Todo esto es, naturalmente, de una gran calidad poética. Pero,
¿se proponía el autor nada más que conseguir esa calidad para su obra? Valéry
afirmaba que la poesía era para él un medio de transformarse. No escribía por
el mero placer de hacerlo. Tampoco Parra profesa un culto exagerado por la
creación que se basta a sí misma. El arte por el arte lo deja, más que a todos
nosotros que ya hemos superado esa posición absurda, completamente frío. Les
propongo a ustedes una respuesta. El poeta de "Los vicios del mundo
moderno" aspiraba verdaderamente a juzgar este mundo en que nos
debatimos. Era una empresa descabellada y terminó por reírse de ella a falta de
otra salida. El ser del hombre se le desvaneció tan pronto como creyera
revelarlo
Propongo que lo dejemos
aquí, dijo la Inspiración Es denso
, pero aporta mucho , aportó la Reflexión. Hay de todo en la viña de lo Pôético, agregó la
Integración. Por algo lo llamaban Jean Paul Lihn, expresó el Asombro
Es bueno que veamos las distintas dimensiones y los diferentes ángulos de mira de lo Poético, de la poesía, de su relación con la vida,
manifestó Apolo.
Vamos a caminar al bosque de las rosas, al de la Rosa…propuso Antonio, ante la aprobación general.
Veo unos poemas de otro poeta de Las Cruces, dijo Alicia, concentrada en
el observatorio Ontológico.