miércoles, 18 de junio de 2014

Voces del Coraje de Ser (80)


Voces del Coraje de Ser (80)
El Coraje  de asumir lo aparentemente negativo
 La Disciplina Individual
La revisión de las últimas 24 horas
El trabajo con las instancias afectivas angostantes
 La etapa siguiente es de trabajo con las llamadas emociones angostantes. Desde el enunciado se hace necesario advertir que esta parte de la metodología es la que más puede producir distancia con los especialistas. Al mismo tiempo, tiende a ser la más cercana para los partícipes.

Desde el referente de salud integral, se parte del supuesto que hay estados emocionales que «angostan» la conciencia, que hacen perder perspectivas, capacidad de armonía, amplitud. Son estados en que hay un malestar psíquico, una vivencia de pesar, de desagrado, que hace decir «estoy mal». Nos referimos a la ira, a los celos, a la envidia, al rencor, a la ansiedad, a la depresión, encarándolos desde su lugar en las situaciones definidas en que aparecen como reacciones frente a determinadas circunstancias.

Por lo dicho, se acota que no se está enfrentando un estado depresivo o ansioso, o un episodio orgánico de violencia incontrolable. El centro está en las emociones reactivas. Un ejemplo clásico, con resonancias en los grupos de salud, es el de la reacción de agravio sensitivo cuando alguien habla del equipo y olvida mencionar a una determinada profesión. En las parejas, fuera de las celotípias patológicas, está el ejemplo de la reacción molesta porque faltó un llamado telefónico o no se desautorizo a un tercero que llevo a cabo una mirada provocadora fugaz.

Se habla, a menudo de «negatividad» en el sentido de salud, de reacciones que llevan al desgaste, que copan energías, que separan de las metas en la vida.

Lo que se pretende es que la persona vaya tomando conciencia, identifique sus propensiones, las situaciones y las reacciones que lo desbalancean, que aprenda una determinada técnica que le permita, paulatinamente, subir el umbral de sus reacciones, hacerlas menos destructoras, más medidas.

Contra lo que pudiera pensarse, no se trata de inhibir ciertas emociones, es ir avanzando en la autoconducción de la conciencia, creciendo hacia una mayor autonomía para poder desarrollar las potencialidades personales e integrarse con los otros.

El recurso que se plantea es, junto con asimilar la propia tendencia a ciertas reacciones desfavorables,  el ir adquiriendo confianza en que pueden producirse cambios, y practicar, concretamente, la imaginería en relación con los estados afectivos, una fantasía tranquilizadora hacia la instancia concreta en que se reaccionara, a la descripción y la evaluación con cierto desequilibrio.

No se espera que la persona elimine sus emociones “negativas”, sino que las vaya superando en un proceso orgánico, en un crecer hacia más salud.

Se guía, en forma habitual, partiendo de una constatación del recorrido que ya se ha efectuado:
«Estamos haciéndonos una demostración del método individual, nos encontramos en la revisión diaria. Ya pasamos por la descripción y la evaluación, ahora vamos a fijarnos en nuestras emociones. Hay momentos en que reaccionamos con alegría, con compasión, con asombro. Otras veces, pasa algo y nos afectamos de una manera que, al contrario de las situaciones anteriores, nos sentimos mal y es como si nos achicáramos, nos empequeñeciéramos. Son la rabia, el rencor, los celos, la envidia, la ansiedad, la depresión. Es un estar mal, a consecuencia de algo, en que después nos damos cuenta que nos hemos descentrado, que estamos actuando como si no fuéramos nosotros mismos. Nos gustaría haber reaccionado en otra forma. Sabemos que podemos hacerlo, que no es necesario quedar fijados, dando vueltas en algo sin poder recibir lo que pasa en forma libre, suelta, con un buen uso de las capacidades.

Tratemos de recordar en estas 24 horas.... tuvimos un momento de "mala" exagerado, innecesario, una reacción desmedida. Veamos.... si no encontramos, movámonos hacia atrás..., tratemos de recordar... una reacción exagerada, que no nos gusta, que podría haber sido distinto.

Miremos ese momento malo, ayer, o más atrás. ¿Qué ocurrió exactamente? ¿Quiénes actuaron, qué hicieron? ¿Cuál fue nuestra reacción, cómo fuimos afectados? ¿En qué sentido cambiamos? ¿Cuánto duró, queda algo de ello ahora? Representémonos todo lo que pasó, pero cambiemos algo: nuestra reacción. Es decir, veamos de nuevo lo que paso, pero imaginemos que reaccionamos con absoluta tranquilidad ‑es una fantasía‑, imaginemos que nos mantuvimos serenos. Ese fue el gran cambio.... el único cambio.»

Al fin de esta fase, como en las anteriores, cabe la opción de abrir el campo para intervenciones y preguntas, o seguir con la dinámica .

Tal como en el caso anterior, aquí el radical de la integración es el que está en juego, el movilizar lo afectivo para hacer posible que se actualice la ecuanimidad.

De todas maneras, hay una directriz que es promocionada, la más distanciada de la cultura dominante, el desapego. Se espera que se Imiten las reacciones afectivas que están más ligadas al apego, al yo.


Los objetivos, en forma más general, de este trabajo con las emociones «negativas» son los siguientes:

a) Contribuir al autoconocimiento y la autoconducción de la vida emocional, con un enriquecimiento progresivo de la visualización de los límites y las posibilidades.

b) Hacer un aporte sustantivo a la «economía psicológica», al buen manejo de las energías, al rescate de capacidades, para enfrentar lo que se ha elegido como proyecto personal.

c) Crear condiciones para intervenir en los equilibrios psicosomáticos, siempre influenciables por las emociones.

d) Ayudar a discriminar entre perturbaciones «estabilizadas» de causa orgánica o psicológica, y las reacciones emocionales, de origen situacional.

e) Ejercitarla capacidad de utilizarla imaginación y de ponderar las fortalezas y debilidades que se tienen con respecto a ese recurso potencial.

f) Acercarse al estado de serenidad y visualizar el sentido que se le da en el proyecto de desarrollo personal.

                                                                                                     



       INDIVIDUALIZACION










FOCALIZACION



CREATIVIDAD







DESAPEGO




COMPROMISO







SEGURIDAD



MULTIDIMENSIONALIDAD









          UNIVERSALIZACION





Los momentos altos privilegian, sin duda, la apertura al amor y compromiso a la creatividad, a lo multidimensional, a lo universal. Son momentos de exuberancia, amplios, libres. Sin, embargo, el sentido de especial significado, de estar conmovidos, junta el compromiso al desapego, hace de lo creativo también ocasión de seguridad, acompañan con individualización y localización la vivencia de lo universal y la orientación multidimensional. Los momentos altos son, en realidad, instancias cotidianas en que se tiende a verla realidad integrada, trascendiendo las dicotomías, aunque, sin duda, lo que en el momento es más sincrético, más indistinto, es el binomio compromiso/desapego; desprendimiento de lo más pequeño, de las máscaras, apego a lo que se está viviendo.

Los objetivos de incluir los momentos altos en la metodología son:

a) Una contribución general al «espíritu positivo», a la definición ultima, por participar en los cambios de sí y de los otros, por creer en ellos.

b) Contar con un aporte «nutricio» en el equilibrio buscado a través de las disciplinas formativas y la intervención en la vida cotidiana.

e) Ayudar al descubrimiento de fortalezas personales, asociados a la tendencia a los momentos altos en diferentes aspectos de la vida, como lo estético, lo comunicacional, lo intelectual, lo social.

d) Aportar a la internalización de la relevancia de los diversos estados de conciencia, en particular, a la existencia de niveles superiores a la conciencia habitual.

3. Preparación de las próximas 24 horas: Asociado a la revisión de las 24 horas recientemente transcurridas, esta la anticipación


del próximo día de la misma unidad de tiempo. La idea es ir aprovechando, progresivamente, el conocimiento de las debilidades y fortalezas, sistematizando las evaluaciones, conociendo las fragilidades afectivas y las instancias propicias para los momentos altos, con el fin de ir «desarrollando» los días, afirmando los trabajos relacionados con rasgos personales, disminuyendo tensiones y aportando al proyecto básico.

Se parte reconociendo la impredictibilidad de la marcha de los acontecimientos y el margen relativo de la influencia posible de las opciones personales. Se trata de operar sobre aquello en que es dable influir, adquirir la experiencia necesaria para ampliar progresivamente esa capacidad.

El ejercicio tiene dos partes. Una de anticipación, la fantasía de lo que ocurrirá a partir de la agenda de ocupaciones y pormenores de la vida cotidiana. La otra, es de propuesta de intervención «en lo que puedo hacer para que yo y quienes están a mi alcance estén lo mejor posible en las próximas 24 horas.»

Se debe ejemplificar acerca de estrategias concretas que algunos utilizan: hacer una revisión «anticipada», de fantasía, con las 4 etapas descritas, utilizando la relajación en ciertas instancias, consultando algunos sueños, haciendo notas para alguna entrevista, tomando el acuerdo de cambiar algo en la voz, en la postura, llamando a alguien para pedir orientación, haciendo el ejercicio de «serenidad» poniéndose en el caso de una posible reacción afectiva negativa, estando disponible para vivir bien lo que podría ser un momento alto.

Se guía al grupo, recapitulando y enunciando el nuevo paso en la metodología:

«Después de la revisión de las últimas 24 horas, procuraremos pensar en las próximas 24 horas. Hagamos el ejercicio.... respiramos nuevamente, sentimos el latido del corazón... nos concentramos en escuchar ese sonido, así "vemos" el tiempo de un latido a otro.... dejemos que el tiempo "se suelte"... una hora más.., sigue latiendo el corazón. .. avanza el tiempo. Es mañana, al despertar ... »

Se prosigue intentando una anticipación del transcurso de esas 24 horas que vienen ‑al estilo de lo que fue la revisión, lo que hacía, las conductas, las posibles vivencias de agrado, desagrado, quiebres, los momentos altos...

Luego, una intervención, «¿cómo hacer el día lo mejor posible? ¿Se imaginan cómo se podría hacer el mejor día posible?


Anticipar los riesgos, tratar de mantenerse sereno, estar permeable a lo significativo, lo "alto"... ¿Qué podrías hacer?, pensando en la mañana, la tarde, la noche ... »

También aquí existe la opción de interrumpir el ejercicio y hacer espacio para preguntar y discutir, o de proseguir con la ultima etapa.

En relación a la racionalidad integradora, en esta fase tiene un relieve especial la dialéctica creatividad ‑ seguridad. Hay una apertura innovadora en el «aportar» a anticipar, a intervenir el futuro. Sin embargo, el proceso esta «asegurado», contenido en una metodología que, además, toma en consideración lo preventivo, la necesidad primaria de precaverse.



       INDIVIDUALIZACION










FOCALIZACION



CREATIVIDAD







DESAPEGO




COMPROMISO







SEGURIDAD



MULTIDIMENSIONALIDAD









          UNIVERSALIZACION





Los objetivos de esta etapa, entre otros, son:

a) Aportar a la relación general entre disciplina y vida cotidiana, complementando la revisión diaria.

b) Enriquecer, progresivamente, la revisión de] día pasado, particularmente la evolución, facilitando el desarrollo de un espacio para evaluar esta preparación.

c) Desarrollar la imaginación en la perspectiva de la «utopía concreta».... privilegiando la fantasía sobre la acción diaria y su evaluación, conjuntamente con su «aterrizar» en logros susceptibles de ser visualizados, de entrar en la practica cotidiana.

d) Facilitar todo el proceso de investigación y creatividad acerca de las nietas y metodologías más auténticas y atingentes.

4. Trabajo con los niveles de conciencia. Hasta ahora, la propuesta ha versado sobre el contenido de la conciencia, lo que se