sábado, 3 de diciembre de 2016

Formación 46


Formación 46

La salud como terreno de encuentro e integración


Se trata de la salud en su sentido amplio, abarcando toda la actualización humana. Es la vigencia de la afirmación de Virchow de que la política no es sino la medicina en otra escala. Es el faro levantado por Novalis al decir que la poesía es la salud trascendental.

Salud integral trabajándose desde las ciudadanas y ciudadanos insertos en redes, en la vida comunitaria, creando instancias personales, vinculares y grupales de desarrollo. Formando minorías activas, creadoras, resistentes a la frustración, a la incomprensión, al aislamiento y la tentación de idealizar lo propio. Internándose en el nuevo marco referencial básico, el de la realidad integrada, dialogando entre


todos los que están por la humanización, por hacerse cargo de la condición humana como testigos y colaboradores de la vida autónomos, asombrados y responsables, como seres originales, diferenciados, partícipes de una misma realidad, de un mismo proceso evolutivo, de un mismo planeta.

Hubo tiempos de construcción y de conflictos, de florecimientos y de marasmos. Hoy es el tiempo de la integración. Del acercamiento de la ciencia y la técnica con el espíritu y los valores. Del abrazo de la individualización y el imaginario universal. Del encuentro creador de la economía y la ecología.

De la alianza de todos los que están por la promoción humana, en el servicio, en la educación, en la construcción teórica, en el desarrollo de experiencias que vayan preparando el futuro. De la formación ciudadana y de la construcción consecuente de una nueva cultura. De una política de salud integral. Una política de la escala humana.

La salud humana se apoya en la escala humana, en nuestra separación y nuestros puentes con el resto de la realidad, nuestra finitud y nuestro anhelo de seguridad ontológica, nuestra necesidad de enfrentar la muerte, nuestra necesidad de enriquecer la vida, nuestra necesidad de recibir y de dar amor