jueves, 21 de febrero de 2013

Conversando desde la Amistad (98)


Conversando desde la Amistad (98)
La pregunta (2)
La pregunta y la respuesta
¿ La pregunta es libertad?
Con la  inquietud  muy presente acerca  del  estado y la naturaleza de la educación, está   muy presente  la pregunta con respuestas  pre establecidas.
Por ejemplo , en la educación escolar : ¿En qué fecha se fundó Santiago?
En  la esfera familar : ¿Qué nota  te sacaste en matemáticas?
Sin embargo , hay   preguntas que  no  se articulan con respuesta con esa  precisión de lo esperado entre el dedo y el anillo…
Entre ellas , por cierto las clásicas  que puntan al misterio, ¿Por qué hay, y no más bien …nada.? Los  padres y los   educadores de niños pequeños están familiarizados  con las preguntas  de esa primera adolescencia  de l s 3 -4 años  cuando  c  asoma el ¿Qué pasó antes y antes y antes…?
Tampoco hay  respuestas  preestablecida  en las  l preguntas abiertas  a la divergencia:, como
¿Cuál es el sentido de ese sueño?
¿Cuál es la meditación más profunda?
¿Como se educa para la  ecuanimidad , la solidaridad,  la existencia  de la muerte, la integración, la tolerancia  a la ambigüedad, a la incertidumbre, a la divergencia,,,,?
Hace más de 30 maños le llevé  mi texto La Pregunta es libertad a la entonces   nonagenaria Madame  Andrée, resiente en el pueblo de El Turco, cerca de Cartagena,  Ella  me dio por toda  respuesta  un enfático:” La respuesta es libertad”.  Todavía le  doy vueltas a esa conversación,  inconclusa por el fallecimiento  de esa mujer sabia , solitaria, con la sospecha  de que la pregunta es una forma de respuesta.
              

LA PREGUNTA ES LIBERTAD

                                         (Fragmento)

En toda estación,
pregunta.

Con viento y estrellas de fuego,
con miedo,
cuando viajan las hojas,
pregunta,
si hoy destierro helado,
si sueña el sol silvestre,
si tu desapareces,
pregunta.

La pregunta es libertad.

Es la estación del niño
cuando asombran sus preguntas;
por qué, rítmico, insistente,
de dónde vienes tú, redondo,
que hay más allá, más allá, más allá…
pregunta en ola interminable,
por qué,
después,
de dónde,
tú,
yo,
qué hay más allá, más allá, después,
sencillo preguntar.
Y tú huyes,
pides ayuda,
te rindes, transas, mientes, hieres.
Por qué
no das la mano a estas preguntas
y las acercas a las tuyas,
como el río al mar.

Si hay furor de relámpagos en acantilados surgentes,
cuando el pesar estalla como el más obscuro de los astros,
pregunta.
Pregunta, por ejemplo,
por las palabras vivas de los amigos muertos,
pregunta, donde estén,
las más queridas, las últimas, las más de ellos,
el gesto luminoso,
la pregunta que nunca le hiciste,
la melodía única en sus ojos,
pregunta,
desde tus inmensas tormentas, pregunta
la pregunta para darles nuevos amigos,
pregunta la pregunta que pueden sembrar.