domingo, 14 de octubre de 2012

Conversando sobre la Amistad(375)


 Conversando sobre la Amistad (375)
La amistad como opción y realidad existencial.
Nos relacionamos  de diversas maneras con el hecho  de existir. El niño pequeño no aprehende su yo,  Sus actuaciones  tienen una cierta  coherencia y predictibilidad, pero no son acompañadas por   un si mismo  testigo, un observador interno.
Desde el ángulo de miras de la amistad,  pueden conducirse  en forma  cariñosa, cooperadora, amigable, pero no poseen  una interioridad  conciente, capaz ce  elegir, de apartarse de  sus reacciones espontáneas.
La relación con la  conciencia empieza con ese capacidad  de  darse cuenta  de…ser un sujeto que está recibiendo  estímulos y va participando de una realidad consensual.
Primero existimos y, luego, tomamos conciencia de ello. Cuando lo hacemos ,vamos  sintiendo ,más o menos claro, más o menos constante, un cierto tipo de relación con partes de la realidad:   los padres, los hermanos, los juguetes, la comida, el hacer sus necesidades. A medida que pasa el tiempo, generalmente en  la pre adolescencia, ya  se  advierte  una cierta tendencia  a sentir más o menos  amigable la  realidad ,el conjunto  de lo que se vive.
En la cultura juvenil se habla de onda: uno , los otros, la existencia … tendrían  diversos  matices de buena o mala “onda.”
Es la onda de la amigabilidad,  del tenerle “buena “ a la otra, al otro, a la familia, a la institución, a la vida.
Los humanos percibimos  en el curso de nuestras vidas  como tenemos  diferentes posibilidades de influencia  en nuestro acaecer. Hay cosas que dependen  de nosotros, otras no, esas otras dicen relación  con  otros humanos, con las normativas,  con la cultura ,con la naturaleza y,,,siempre dejamos  un espacio  para  lo abierto lo trascendente, A veces lo definimos :Dios, el misterio, el azar. Tendemos  , también   a  seguir, después  de milenios , hablando  del Destino y de la suerte.
 Sentimos ,yin,  ese conjunto de la existencia como más o menos amable, más o menos amigable. Y nosotros , a nuestra vez, nos volcamos, yang, con mayor o menor sentido amigable  sobre la realidad y sus pormenores.