jueves, 7 de abril de 2016

Alicia y el Principito enel planeta del Sentido

La Racionalidad Integradora  (2)

La Integración en los planetas del Asombro y el Cuidado(2)

Alicia y el Princpito en el  planeta del Sentido(2)
“Llegaron a un planeta de búsquedas” -les dijo la Integración.
“Y de realizaciones” -acotó el Asombro.
“Vemos que son una pareja bien avenida” -expresó Alicia.
“Nunca he podido tener una relación así con la rosa” -dijo el Principito, entrando y ofreciendo una inmediata confianza.
“Ya hablaremos de ello” -expresó la Integración, mirando, comprensiva, la cara tensa de Alicia-. “Bueno, en confianza, les contaremos algo de este planeta”.
“Cualquier parecido con la Tierra es mera...” -empezó a decir, sonriendo, el Princi-pito, pero el Asombro lo interrumpió con una risa cordial-: “Es una sincronía”.
“Miren un poco” -propuso la Integra-ción, desde el mirador de valles y cumbres en que se encontraban.
“Ya” -exclamó pronto Alicia-. “Me pasé a otro yo, siguiendo la risa del Asombro, y veo un planeta de espirituales y sabias, de sociales, poetas y científicos”.
“Eso es difícil de ver para un grande”-afirmó el Principito, emergiendo, entonces, como una sombra pasajera, la mirada de preocupación de Alicia.
Integración repitió, como hablando para sí, conciliadora, perspicaz: “Lo esencial es invisible a los ojos”. Luego, leyó una nota de algún corresponsal:
“Espirituales, sociales, sabias, poesías, amistades de las ciencias
Los espirituales llegando a la cima sólo quieren dar, pero estando lejos no encuentran al otro.
Los sociales, en el valle, dan a diario,
sin llegar al fondo del otro, que está en la cima...
Las ciencias son escaleras del valle a la cima; algo pasa y se pierden en los últimos tramos.
Las poesías juegan
con las mariposas de la cima y se quedan mirando
los grandes bosques del valle.
Las sabidurías poseen casa en la cima, se pierden en el camino hacia el valle.”
 “Este planeta lo conocemos conversando entre nosotros” -dijo el Principito.
“¿Preguntándose por qué los espiritua- les, los sociales, las poesías, las amistades de las ciencias, las sabias, quieren cambiar la vida?” -el Asombro pareció seguirle el pensamiento.
“Y lo están haciendo” -apuntó Alicia.
“Ojalá conversaran como ustedes” -dijo la Integración, mientras se escuchaban señales de aprobación en la cima y en el valle.
(De  de mi libro  “Alicia, el Pincipito y el Cuidado” Tralcamahuida  2014)