viernes, 28 de marzo de 2014

D. Personal, c. Cultural y n. Paradigma (86)


Desarrollo Personal, Cambio Cultural y Nuevo Paradigma (86)

La metodología de  auto desarrollo  con la orientación de la salud integral (25)

 La disciplina vincular 3
               El cambio de roles, sistematización y evaluación
 El Cambio de roles


El tercer ejercicio es el del “cambio de roles” dentro de la pareja. La directriz es el ponerse activamente en el lugar del otro, un esfuerzo por identificarse, en general, y  en torno a temas y situaciones concretas. Como en el juego a la verdad, hay un componente lúdico acompañando una práctica importante de desarrollo personal. Si en el juego a la verdad existe el riesgo de desvirtuar, a través,  de incidir en lo sado-masoquista, en el hacer sufrir o no cuidarse a sí mismo, en la modulación de preguntas y respuestas, en el cambio de roles, cabe la dilución en lo estético, en el perfeccionismo por aprehender al otro a través del gesto, el lenguaje o el discurso. Aquí lo básico es la  “imaginación de sentido”,  las elecciones, el captar y reproducir el modo de ubicarse del otro frente a los diferentes temas.
Como en el diálogo libre, se llega a un acuerdo sobre el o los temas a tratar, esta vez “como si fuera el otro”.  Aquí se difiere del juego a la verdad en que, por cierto, cada uno pregunta lo que cree más pertinente para el otro, bajo un común propósito de comunicación profunda.
Hay un complejo desapego /compromiso  en el salir de ser e intentar “apegarme” al otro. Uno individualiza en el otro, en el intentar “ser el otro”, la tensión y la búsqueda de la posibilidad de romper las barreras y ponerse en el caso de cualquier otro.
Como en el caso del juego a la verdad, no siempre es posible hacer la demostración del cambio de roles en el corto tiempo disponible, debiendo la enseñanza ser teórica, accediendo a analogías y estimulando la práctica autónoma.

La explicación del ejercicio es del tenor siguiente:

“...  estamos en el método vincular, hemos visto las dimensiones de la profundización, la propuesta de ciclos de 6 sesiones, el diálogo libre, el juego a la verdad...  vemos la tercera instancia, el cambio de roles...  ¿tiene experiencia?, seguramente sí, en juegos en la familia, en grupos...  en tratar de imitar...  a lo mejor más de alguna o alguno ha practicado la técnica de la representación de roles, el representar a otro con quien uno tiene que ver en el trabajo, en la casa, sin que ,necesariamente ,uno se ponga en su caso...  un jefe  “hace”  de secretaria...  un padre de hijo...  un alumno de profesor.  En general, se buscan situaciones en las que se dan opacidades  (el no verse)  y en que son naturales, frecuentes, los conflictos.
  Se trata de parecerse en la forma como la otra persona se define,  “elige”, su posición ante diferentes temas...  no es necesario que esa persona exprese claramente, habitualmente, esa posición. Aquí está el ejercicio, no en hacer “buen teatro”, no en la imitación de gestos o palabras, es entrar al sentido que tiene lo que se está hablando para la persona que ustedes representan...  claro, hay mucho que uno no sabe...  se trata,  precisamente, de aventurarse de hacer conjeturas, de acercarse a  “la verdad de ustedes sobre lo que es la verdad de los otros”, la verdad improvisada, lo que se les ocurre en el momento. No es un compromiso con sanar a alguien, o algo así, es intentar aplicar la observación, dejar correr la intuición...”.

Se da el tiempo apropiado, de acuerdo con el programa y lo que está indicando la dinámica del grupo.

Los objetivos del ejercicio de cambio de roles son:
El desarrollo de la confianza básica, asociado al exponerse a mostrar la representación que se tiene del otro, al aceptar esa verdad  “del otro”.
El experimentar la tolerancia a la incertidumbre:  “yo no sé si estas fantasías tiene algo de real”,  “yo no sé qué aceptación tendrán por mi compañera o compañero”.
El practicar, específicamente, y constatar las dificultades del investigar, tanto del conocimiento del otro, como de la imagen que el otro tiene de uno.
El poder articular el sentido de investigación en el logro de la interpretación del otro o de la observación del cómo el otro lo ve a uno, con un distanciamiento del  “narcisismo del actor”,  el separarse de toda vanidad por el bien o mal representar o ser representado.



La sisematización y evaluación

La última sesión del ciclo, de la aproximación vincular, está destinada a la sistematización y evaluación:
1.- SESIÓN:       Diálogo Libre.
2.-  SESIÓN:       Juego a la Verdad
3.- SESIÓN:       Diálogo Libre
4.-  SESIÓN:       Cambio de Roles
5.-  SESIÓN:       Diálogo Libre
6.-  SESIÓN:       Sistematización y Evaluación

La pareja ha acumulado una experiencia de 5 sesiones, si es el primer ciclo,  y de más tiempo, si el empleo de la disciplina es anterior. La propuesta es de sistematizar y evaluar, en forma acumulativa.
Los objetivos son obvios:
Saber que se ha hecho, aproximadamente, en cada sesión, qué grado de regularidad, de concentración, en cada cosa.
Preguntarse por el hilo central, la profundidad en igualdad / diferenciación,  apoyo / cuestionamiento, transparencia/cuidado,  complejidad/armonía.  ¿Qué indicadores existen?.
Evaluar la relación de lo global con el desarrollo de cada uno.  ¿Qué sentido tiene?.
Evaluar los aportes a la contingencia de parte de todos los participantes
Evaluar el significado para los proyectos e inserciones  de cada uno.
Revisar, específicamente, el diálogo libre.  ¿Qué características ha tenido, qué aportes y qué deficiencias?
Analizar, en el mismo sentido, el juego a la verdad.
Hacer lo propio en el cambio de roles.
Plantear los caminos a seguir. Se acuerda mantener la metodología, hacer modificaciones,  ¿cuáles?,  ¿por qué?.

En un período inicial, se fijan ciclos de 6 reuniones, 6 semanas, en el diseño habitual