La Racionalidad Integradora 24
La Profundidad y la
Vida
Este título llama a
discusiones, a diálogos, a encogimientos de hombros y a pasar a un lado
con indiferencia.
La razón es obvia. ¿Quién puede afirmar,
sin rubor ,que la vida no es profunda.? ¿Hay , en verdad ,algo má profundo que la
vida?.
Estamos hudiéndonos en profundidades…
Nuestro
punto de partida se puede ejemplificar en las
palabras de Holderlin:
Quien piensa lo
más profundo,
ama lo más vivo.
Estamos
tomando la vida como una autocreación, un en sí, sin conciencia de sí ,
sin lo que se ha llamado un para sí, un verse a sí msmo.
Hablamos de una plenitud de la vida en la exaltación del baile, en la luz de la
sonrisa del niño, en
la gesta de un delfín que socorre a un
perro que ha caído al mar y lo lleva en su lomo
hacia una embarcación o en dirección a una playa .Hablamos de la
plenitud de la vida en una entrega
amorosa.
Entendemos por profundidad a el fluir de la
sabiduría, la entrada a los meandros de los problemas de un individuo, de un grupo, una sociedad, la vida humana, de la vida…
Vida y profundidad se encuentran, entre otros, lugares en:
el
coraje de ser
la
confianza básica
el
relámpago del enamoramiento
el ¡ah!
de la creación
el
momento de entrar al encuentro
el sabor
de unos sueños
la magia
de algunas sincronías
el
descubrimiento del nosotros
el color
de la ternura
el amanecer
del asombro básico
el
hallazgo de la profundiddade la vida.
El salto
alegre del pensar profundo