(Obsevación: Por estar fuera de Santiago,
sin internet, se suspende el envío de estas notas hasta el 15 de Febrero.)
Co Incidir Febrero 2016
Cuarta parte
Sofía Orellana
NADA MÁS
QUE LA VIDA
¡Qué hermosa es la vida!
Nada me prohíbe pensar, pensar en ser
Yo mismo; es desplazarse por lugares sin fin; exhalar el aire que mantiene el
pensamiento; sentir el estremecimiento del corazón; la suave tibieza de la
piel; es llevar los colores a la mente; es vibrar con el espacio infinito; el
sentir de la temperatura de las aguas y sentirse estar dentro del mundo.
¿Qué soy?
Un ave pasajera que vuela en un destino
incierto, dentro de la caja del infinito y el ataúd de la muerte.
¿Qué es vivir?
Un misterio enredado en el tiempo.
¿Por qué vivo?
No lo sé aún, solo sé que estoy.
¿Quién eres?
Un objeto de carne y huesos.
Ser feliz.
¿Qué es la felicidad? Para la
generalidad de los seres humanos sólo la cuna de las dos primeras letras que la
componen.
Respirar.
Te encuentras vivo, orgulloso, muchas
veces egoísta, altanero, aprovechador, rico, pobre, vicioso, enfermo, pero,
¿realmente has aprendido que tú vives sólo porque a tus pulmones ingresa el
aire?
Amor.
Repetido sonidos como el eco entre las
montañas, pero ¿sabes realmente que es el amor?
Amor es sentir el alma
calma;
extender el ritmo del corazón
abrazando el infinito, donde está la
existencia de lo que llamamos creación.
Dinero.
¿Qué es el dinero? Sólo un juego de
Satán en el ajedrez de la vida. Si pierdes, sufres, debes trabajar, ser
humillado, depender de otros y callar. Llorar por un pan, sufrir por tus hijos;
secar las lágrimas con el pañuelo de la vida para colocarte en las filas de los
que compran el billete de la muerte.
Si tienes dinero: tierno, suave es el
crujir de los billetes en tus dedos; ellos se deslizan con placer pensando en
comprar sueños, pero, tus pensamientos solos tienen un
fin: soy afortunado, tengo
lo que otros no tienen pero, ¿Quiénes
son los otros, si para ti no existen?
Ambición y dinero.
Hoy he vaciado las arcas de mi casa.
Pese a que tengo tanto que mi vista se pierde entre los verdes prados; las
sudorosas bestias humanas talan los árboles que aumentan mi escuálida fortuna;
las otras imberbes jovenzuelas siegan el trigo y encorvadas ancianas que
recogen el fruto maduro de sus trigales. Soy feliz al ver cómo aumentan los
frutos del dinero; mis centros operacionales no dan abasto, día a día llaman
pidiendo más y más. A veces, me siento triste porque estos pequeños seres se
enferman o mueren y esto me acarrea un gran malestar, porque cada uno de ellos
que se canse, enferme o muera es una pérdida a mi dinero. Pero, pido a Dios que
traiga muchos pobres ignorantes con fe, porque si pensaran perdería mi dinero.
