domingo, 21 de febrero de 2016

Revista Co Incidir 24 Febrero 2016-Parte 10

Revista Co Incidir 24 . Febrero 2016
Décima parte


Katia Velásquez

(Desde Ancud)
 
Raro de raremiscencia
de raralgia,
como si las quilas ya no defendieran la vida con ahínco,
o de pronto los tordos hubieran perdido el interés por las nalcas
o las murtas no perfumaran las tardes cálidas de mayo. Raro
de rarepatía o rarelación.
Raro como una madre sin historia, una meta sin verdad,
o una misión sin entusiasmo. Raro,
por eso digo: raro,
de rarer.
 
TAN PARECIDO
Recordando a Teillier
Tan parecido a la felicidad como el día en que el silencio
se adueñó uno por uno de nosotros,
peregrinos,
dio curso a un Ave María estremecedor
en la voz cristalina de Pilar
y la Ermita de Eunate se inundó de confianza y amor.
Parecido como cuando nos conocimos los dos Parecido,
como este mediodía en que los tordos, diucones
y colibrís en una tregua de la lluvia se pusieron de acuerdo,
ubicáronse en semicírculo
y entonaron sus cánticos largamente ensayados.
 
y entre lágrimas
tu dolor y el mío se volvieron una sola raíz, ese día en que el cielo también goteaba
de entendimiento y perdón.
O como ese instante increíble en que llovió como antes,
el río retomó su cauce
y fuimos testigos de un abrazo interminable,
vimos al agua ir palmo a palmo besando a la tierra resquebrajada.
Y fueron uno,
un solo espacio humedecido de encuentro.
UN LUGAR
Busco un lugar en este mundo donde apiñar mis huesos
 
desnudos de miseria.
No encuentro el césped,
la rosa, ni el naranjo esperados.
Busco la palanca,
el puente,
o la escalera
que me permitan avanzar
ayudar,
entender
o saber.
Y todos callan,
sólo hay silencio,
pausa y silencio.
Entonces me encumbro en el silencio
Llamo y aspiro el silencio, mientras sigo esta búsqueda del lugar,
para mis huesos y mi sangre.
Maringue junio 2015
  





Juan Francisco Serrano
(Desde Guatemala)

CAMINANDO POR LA VIDA
Siguiendo el rumbo que la vida me depara
sin importar el destino al que me arroje el viento, ni si voy por vereda o por un camino amplio, una mañana, muy de mañana, empecé a caminar.
Pero decidí hacerlo sin prisa,
 
andando despacio y solo de día, sabiendo que el camino no se mueve
y que siempre está dispuesto a esperar.
Por eso me detengo por momentos,
para dejar pasar a los que, con prisa, vienen detrás,
pues mi rumbo ya está trazado
y al fin y al cabo, la meta nunca va a cambiar.
Por eso me gusta de vez en cuando mirar para atrás
ese camino que hasta hoy he recorrido,
con sus piedras y espinas, planicies y montañas,
la claridad y oscuridad por la que tuve que pasar.
Por eso, también me gusta sentarme a la vera del camino, apoyarme en un tronco de cara al sol,
para admirar el arco iris que pinta el campo
y olvidarme un rato, de lo que aún me queda por andar.
Por eso nunca voy de prisa, prefiero caminar despacio,
 
para tomarme un poco más del tiempo, escuchar la sinfonía del viento,
las hojas y la poesía de los pájaros en su trinar.
Por eso camino despacio y sin prisa, sin más compañía que mis zapatos, los recuerdos, algunos de mis versos Y una vieja canción para poder soñar.
DAMA DEL TIEMPO
Dama que viajas con el tiempo meciéndote en las olas del infinito, sembrando flores con el viento
y trocando placer por sinsabores.
Déjame volar contigo,
sentir la brisa del viento, tomado de tu mano de frente, y el amor como testigo.
 
Dama que te meces con el viento,
tu pelo acaricia mis manos,
tus ojos exploran los míos
y tu risa... tu risa es música de adviento.
Dama que vives en mis pensamientos, sueño con hacerte mía,
se tú desde ahora y para siempre,
mi eterna y dulce compañía.