lunes, 29 de febrero de 2016

Desarrollo Personal y Cambio Cultural 29

Desarrollo Personal y Cambio Cultural 29


La disponibilidad como  Espiritualidad, Acción Social y Salud

Segunda parte


     3.-  La crisis en esa enfermedad.


     Existe la crisis estructural propia del ser humano, dividido entre su identidad precaria, natural, y su condición abierta, creadora.


     Hay esta enfermedad del mal desarrollo, a la que hacemos coincidir con el autoritarismo y la falta de autoria sobre el proyecto humano general.


     Hoy estamos en una crisis contingente que se sobreimpone a la patología del mal desarrollo.  Es la gran amenaza y la gran posibilidad, el Wu Chi taoísta, la alternativa de que se acabe la vida humana o de que se produzca un gran cambio renovador, una metamorfosis   que oriente de otra manera el desarrollo y nos lleve no solo fuera de la crisis, no solo tal vez, mas allá de la enfermedad del autoritarismo, sino que hacia una mayor extensión de la salud, una humanizacion consciente, participativa, integradora, creadora.


     Hay, por lo menos, seis grandes elementos en la crisis, que esquematizaremos al máximo.


a)     El empobrecimiento, las carencias, el hambre y la falta de atención medica, en los países llamados sub desarrollados; la alienación en la soledad, las toxicomanias y la futilidad en las naciones favorecidas económicamente.  Pobreza en unas y otras de participación social, de acceso a relaciones humanas profundas, reales.
b)     Destrucción del equilibrio con la naturaleza, reducción de las reservas de oxigeno, de agua, de combustible, de alimentos.
c)     Estado de tensión bélica y riesgos de un conflicto nuclear en un mundo dominado por las divisiones políticas, con una tecnología que ya esta fuera de control.
d)     Crecimiento de la información en todas partes sobre lo que ocurre en el resto de la sociedad y el mundo, sin que ello se acompañe de un estado de identificación universal, como seres humanos.
e)     Lo que es mas grave, una inmensa mayoría de ciudadanos del planeta que, tratándose de adultos cronológicos, viven como niños, regresivos, sin conciencia, en un mundo empobrecido, crispado al máximo, con guerras en curso, a punto de estallar en la guerra de las guerras.
f)       Frente a estas distintas negativas de la crisis, aparece también una gran vertiente de posibilidades positivas.  Ella esta ligada al desarrollo de corrientes humanas de esperanza, políticos renovados, comunidades y personas con despertar-religioso, grupos autónomos, mujeres, jóvenes, programas de educación, de salud, que señalan la importancia de los derechos y del desarrollo humano a la convivencia, a la paz activa, a los cambios profundos, a salir del desarrollo actual.

4.-  La disponibilidad magnánima, medicina del momento.


     Frente a esa crisis, a la enfermedad de fondo, a las vertientes de esperanza, cabe una actitud medica.  No se trata de la medicina de especialización, necesaria pero sobredimensionada en el mundo actual, y demasiado débil frente a la magnitud de los problemas.


     Ahora necesitamos una medicina magnánima, inmensa y por lo tanto popular, sencilla, urgente.  Una gran medicina descalza, universal, que  también pueda ser aprehendida en poco tiempo.  En el poco tiempo que nos queda.


     Se trata del punto en que se encuentren la espiritualidad y la acción social en la lucha por el sentido humano actual y permanente, por el buscar-hacer ahora, frente a la pobreza de la vida, las divisiones y los grandes riesgos.


     La espiritualidad es entrega a este fluir de lo humano que, misteriosamente, ha ido trayendo una gran novedad, un posible sentido al universo que antes era solo de determinaciones.


     Lo social es el encausar esta entrega como proyección hacia los otros.  Social viene de socio, el compañero, el otro.


     Disponibilidad es apertura a un mundo con los otros.  En la intimidad de la conciencia tiene nombre de espiritualidad; en el discurrir en el mundo se le puede llamar acción social.


     Disponibilidad es apertura, sin prejuicios, sin temor a lo contradictorio de lo humano, al misterio.  Es decir, disponibilidad es el anverso del autoritarismo.  Es salud, compenetración con la vida humanizada, participación en la creación de un mundo de todos para todos, un mundo de iguales porque se respetan las diferencias.