Conversando desde la Amistad(5)
Palabras de Amigo
El Corazón de la Educación
Texto de referencia de
JORGE OSORIO para su
exposición en el encuentro en La
Coincidencias, Isla Negra , el 17 de Noviembre, hito importante en el Seminario sobre Educación Integral .
La reunión se dio en el contexto de la celebración del dia de la creatividad. En ella también se llevó a cabo una mesa
redonda sobre el tema de la Educación
Integral, en que participaron
Brigitte Aubel, Carmen Ibarra, María Teresa Pozzoli, Patricia
Junge y Sebastián Claro.
El Corazón
de la Educación: reflexiones sobre nuevos paradigmas educativos e inteligencias
pedagógicas arquetípicas [1]
Jorge
Osorio Vargas
Elaborar este texto sobre el “corazón de
la educación” me ha permitido
ordenar un esquema que hace
tiempo busco configurar para darle contenido a lo que he llamado la pedagogía de lo
“próximo-complejo, que pretende ser una síntesis participativa (o vivida) de mi experiencia educativa y de mis búsquedas espirituales,
pedagógicas y políticas. Y es un
desafío relevante que lo intente en
un tiempo socialmente
altisonante para referirse a los necesarios cambios educacionales que permitan superar las visiones
tecno-liberales y las llamadas
“progresistas” que convergen cada una por su propia vía en declarar el proyecto
de la “sociedad de oportunidades”
y su visión de la educación como trampolín de la movilidad social”. Ambas versiones del cambio educativo
licúan el sentido axial de las manifestaciones ciudadanas globales que procuran una sociedad democrática y justa donde
la educación es como generadora de capacidades humanas
cognitivas, sociales, cívicas, políticas y emocionales que empoderen los
sujetos y sus comunidades para avanzar en sociedades que distribuyan socialmente el poder y produzcan un “giro participativo” en
la democracia[2]
La
reflexión parte por el título de la convocatoria: se trata de hablar del
corazón de la educación. Y para ello trazo un camino que va desde el sentido
que la tradición sapiencial le da al “corazón” de las cosas hasta las formas
que debiera adquirir una educación integradora tanto de las dinámicas de los
asombros y conocimientos
personales como de las
exigencias de trabajar para un mundo justo y solidario.
Por lo
general, la epistemología
occidental valida sólo (o preferentemente) la razón instrumental, que se nutre del método científico
mecanicista, como la vía para
referirse al mundo “objetivo” de
las relaciones sociales y de las formas que las sociedades tiene para
“educarse”. Yo deseo caminar otra
vía: la vía del conocimiento y del relato sapiencial, que sabemos que , desde
la época de los grandes sabios que Jaspers llamó la “era axial”, han sido otras
formas de referirse al “corazón” de la vida en todas sus dimensiones y que ha tenido formas
escriturales simbólicas, arcanas,
arquetípicas, litúrgicas, poéticas, pictóricas por sobre la escritura de lo
“verdadero” y de lo “objetivo” al modo como lo ha conocido el mundo occidental,
desde los albores de la investigación científica “basada en evidencias y
resultados” en la temprana modernidad.
Mi visión se nutre del punto de partida
del “pensamiento débil” que
renuncia a construir ontológicamente grandes y pesados relatos sobre el ser,
adoptando una postura de “escucha”
y hermenéutica del sentido del “educar” , desde la presencia, la
contingencia y la-vida-vivida-con-otros en contextos poli-éticos concretos, en
los cuales pretendemos actuar cordialmente, desde el cuidado, la reciprocidad y
el respeto a la diversidad.
Esta manera
de confrontar las culturas y sus las maneras de “educarse” ( que en
sentido estricto - educere - podríamos llamar también las maneras “de
“salir fuera”, de “liberarse”) conlleva una crítica a las referencias
epistémicas de la pedagogía
instrumental tecno-liberal
y se identifica con el movimiento cultural de la educación liberadora latinoamericana
(dialógica, crítica y transformadora)
inspirada en el pensamiento de Paulo Freire. Pero, también, esta crítica pedagógica implica una
crítica política y una “puesta en obra” de movimientos ciudadanos y pedagógicos
capaces de desarrollar sus
propios relatos sobre “el corazón
de la educación”, y cuya
dimensión axial se expresa en la no-violencia activa, el ecologismo político y el feminismo
cultural.
En los textos bíblicos y en los escritos espirituales del paleo
cristianismo el corazón es el
lugar de la vida humana, de los sentidos profundos que nos animan a amar,
conocer, vivir con otros. En la
tradición mística cristiano-oriental el corazón es el lugar de la relación
yo-Tú, la relación con la trascendencia. El “centro”, el “misterio”, la “sede”
de de la conciencia humana y de su
“estar en el mundo”. Por lo mismo, se lo considera la sede de origen de la creación, del
pensamiento, del estar-en-obra de los seres humanos, de sus sentimientos, de la
sanación y de la integración de la vida interior tensada por el amor
En el lenguaje místico el corazón es el ser, del
misterio del ser. Corazón y misterio pueden expresar lo mismo: son la manera de
llamar las energías primarias y
constituyentes de la vida, la fuente y sentido de lo que
“estamos siendo”. Para la
mística esa energía es el amor y
su lenguaje siempre será sapiencial y a él se accede y conjuga a través de una
presencia contemplativa en el mundo[3].
Estamos entonces en un doble plano en este texto: por
una parte nos referimos al corazón de “algo” en sentido metafórico, pero
también desde la lógica del
lenguaje sapiencial. El lenguaje sapiencial es algo más que una forma de decir,
es la expresión de un experiencia participativa ( “vivida” como
acontecimiento) que no se desarrolla sobre la base de
“pruebas”, “datos” “ evidencias”
según el esquema científico de la
modernidad occidental sino de
categorías fenomenológicas “débiles”, y que han sido marginadas por las
epistemologías dominantes [4]. Sus vías de conocimiento son
comtemplativas, estéticas, poéticas, imaginales, y también las que se
manifiestan desde lo que algunos al llamado la “metafísica de la presencia”, es
decir, de la “proximidad” o, dicho de otro modo, desde el ámbito o praxis radical del “buen
samaritano”, que en la actualidad da el sentido las “éticas de cuidado” que animan los nuevos movimientos sociales (como el feminista y el eco-político)[5]
Hablar del “corazón de la educación” desde estos
“márgenes” supone reconocer:
-
La
experiencia participativa y vivida
-
La apertura
a lecturas y descubrimientos de signos , “rostros” y “huellas” de la
“creatividad radical” del corazón, o del misterio o de las fuentes del sentido de la vida que se expresan en
práctica dialógica de la educación
-
La búsqueda
de lenguajes de mediación entre la
metafísica de la presencia, la cualidad de la proximidad ( y sus huellas) y la
educación como “cuidado”
La epistemología y la pedagogía occidental moderna se distanciaron de
estas exploraciones cuando asumieron como soporte el instrumental racio-céntrico y mecanicista y
pretendieron modernizar la educación según el utilitarismo liberal configurándose un pensamiento sobre la educación centrada en
lo “cognitivo” y en los
“resultados”.
Esta “modernidad educativa” sepultó el núcleo del
pensamiento y de la sabiduría de la
época axial (la época de Sócrates, Buda Confucio, Jeremías)[6],
que había puesto los cimientos que
lo que hasta hoy identificamos como la más originaria matriz del “sentido de la
vida” y de una “inteligencia pedagógica arquetípica”
cuyos ejes son:
-
El
desarrollo del lenguaje sapiencial y poético para manifestar el sentido personal y social de la vida, de
la relación con la naturaleza y
con la polis
-
El
desarrollo del “saber preguntar” sobre el sentido, el misterio y de las fuentes
del todo
-
El
desarrollo de las artes prácticas para comunicarse, organizar la vida social y
el auto-conocimiento a través de “escuelas” orientadas a la religación de los
interno y lo externo, lo individual y familiar, lo contingente y lo
trascendente, lo instrumental y lo lúdico, lo escrito y lo oral, la memoria y
el olvido, lo magistral y lo “en
formación”
-
La
compasión y de la proximidad “con la viuda y los huérfanos”, los desplazados,
oprimidos y desechados como valores irrenunciables
-
El
desarrollo de la contemplación, la
vida meditativa y el diálogos socráticos como “competencias” claves para el
desarrollo humano
-
El
desarrollo del arte y la
escritura como experiencia tanto de creatividad y potencia, como de fragilidad
y minimalismo
Esta “pedagogía axial” (próxima-compleja) se
entiende como un oficio artesanía[7]:
se trata de dar forma a un “espacio interior”, a la manera de quien organiza un
“espacio para habitar”, para “morar”. En la pedagogía axial forma y contenido
“habitan”, y entre ellas hay reciprocidad, lenguaje común, pues son
manifestaciones del mismo fenómeno. La fuente que anima esta pedagogía es el
“deseo “de saber” y de “participar”
de las posibilidad del ser. No se trata de un saber letrado, sino de un
saber de sabiduría [8]
Será un desafío importante para nuestro proyecto
profundizar en este sustento histórico para releer con claves
contemporáneas asuntos que ha
quedado oscurecidos por la pedagogía moderna-instrumental como son: la tensión política de la
escatología y el discurso de la trascendencia, la educación como configuración
de una praxis rebelde nutrida
desde las “escrituras” del corazón, la pobreza y la cultura popular en cuanto espacios de educación
liberadora, la acción formadora de
los-as docentes como acción poética-política que conjunta el pensamiento , la
escritura y la “fundación”
alternativa de espacios y redes políticas y
espirituales , valorándose
movimientos sociales sub-alternos
y “situaciones marginales” como espacios educativos críticos , como son los márgenes de las
ciudades, el hábitat de los
enfermos, de los desechables, de
los disidentes, de los exiliados, de los discriminados.
En este punto me asocio a una tendencia de análisis
que revaloriza la tradición
sapiencial crítica y rebelde (desde el “corazón”) de pensadores y reformadores que en el mundo occidental bebe
de las fuentes del kinismo de Diógenes en sus paleo-antecedentes hasta los actuales movimientos
ecologistas y alter-mundistas.[9]
Tanto en pedagogía como en política
la estrategia kinica resulta
ser una forma muy expresiva de lo que queremos plantear: mordacidad,
desvergüenza, parresia (amor a la
verdad y expresión con vigor), subversión del mercantilismo, no-violencia
radical, critica a la sociedad de consumo, organización de minorías abrahámicas[10].
Si queremos hacer de esta pedagogía axial
(“eco-reflexiva”,
“próxima-compleja”[11])
un movimiento cultural, una convocatoria activa a cambiar nuestros modos de
educar, a renovar las escuelas y a generar educadores rebeldes y
reformadores debemos
plantear un programa, que me permito describir de esta manera:
-
Integrar
las aspiraciones de “verdad” e “integralidad” aisladas en múltiples experiencias
educativas en una red de pensamiento
capaz de comunicar “sentidos” y aspiraciones a construir estrategias
sapienciales para educar y formar sujetos y comunidades
-
Problematizar
la “ética” instrumental de los “buenos resultados” de la pedagogía dominante en
vista de una “ética cordial” que entienda la educación como un proceso de
gratuidad, como una experiencia de don, como un hábito del corazón
que aceita las redes de la rebelión y la justicia [12]
-
Indagar la
complejidad del “estar siendo humano-as”, del “habitar” y de la “polis” re-alfabetizando la
“docencia” y la “resistencia” para olvidarnos de fundamentos y sólidas
arquitecturas y explorar la fuerza del pensamiento complejo, de una
epistemología basada en la contradicción, – fisura de lo cierto y lo incierto-,
- de lo próximo y lo complejo-
.
-
Desarrollar
la dialógica liberadora y participativa del “enseñar” , con el sustento de las
experiencias freireanas, de la educación popular, de las pedagogía crítica y
descolonizadoras: la comunitarización del aprendizaje, la formas participativas
de amplificación hermenéutica de las experiencias de disidencias, rebeldía y
vivencia de los márgenes, “hablando” todas la “lenguas” y explorando todas las inteligencias
y sus escrituras ( poéticas, sapienciales, imaginales, corporales, estéticas)
-
Desarrollar
el sentido práxico que potencie el desarrollo humano integrador del pensamiento
y la acción , que reconozca como condición humana
la necesaria politicidad de las relaciones sociales, esto es la organización
de lo “común” y lo “público”, llevando al ámbito de lo político la ética
cordial del cuidado, de la no- discriminación, de la
“proximidad-prioridad del samaritano”.
Valparaíso, Isla Negra, 17 de noviembre de 2012
[1] Este texto se
ha escrito como respuesta a la invitación que me hiciera mi amigo y activista
de los nuevos paradigmas Luis Weinstein camino a un taller de desarrollo humano
en la Universidad de Playa Ancha,
Valparaíso, en el invierno de 2012.
[3] Sobre la espiritualidad y el lenguaje místico del corazón ver:
Maloney, George (2008) La Oración del
Corazón. La tradición contemplativa
del Oriente Cristiano , Sal Terrae, Santander
[4][4] Sobre el llamado “giro participativo” para estudiar y valorar la
“espiritualidad” ver: Ferrer,
Jorge y Sherman, Jacob ( editores) (2011)
El Giro Participativo , Kairós,
Barcelona
[5] En su Ética de la Razón Cordial
(2007), Adela Cortina sostiene que dos los sustentos de una educación en la ciudadanía del siglo XXI: justicia y
gratuidad (Editorial Nobel) . Es preciso que profundicemos en principios
pedagógicos claves como son la reciprocidad, la mutualidad, el cuidado y la
proximidad como actitudes “fuertes” del aprendizaje necesario para
“vivir-junto-a-otros-as”
[6] Sobre el pensamiento sapiencial de la época llamada por Karl Jaspers “época axial” ver: Armstrong, Karen, (2007) La Gran Transformación, Paidós,
Barcelona
[7] Véase el concepto del “buen artesano” como imagen del buen educador-a
en Sennet, Richard (2009)
El
Artesano, Anagrama, Barcelona.
[8]
Los griegos le llamaron paideia y
lo asociaban con la virtud en la
esfera pública.
[9] Ver: Cuesta, José Alberto (2011) Ecocinismos.
La crisis ecológica desde la perspectiva de la filosofía cínica, Biblioteca Buridán; también :
Foucault, Michel (2010) El Coraje de la Verdad , FCE, México
[10] La expresión
es de Lanza del Vasto refiriéndose a los movimientos no-violentos rebeldes que en siglo XX realizaban procesos de
liberación y lucha por la justicia en diversos ámbitos del mundo, siendo los
más paradigmáticos el movimiento gandhiano y el de los derechos civiles de
Martin Luther King
[11] Osorio, Jorge
(s/d) Lo Próximo-Complejo. El enfoque
eco-reflexivo en educación y política ciudadana (Impreso en obra por la Editorial de la Universidad
Bolivariana de Santiago de Chile, disponible de forma gratuita en la web)