sábado, 25 de mayo de 2013

Conversando desde la Amistad (191)


   Conversando sobre la Amistad (191 )
Los Sueños
Escribe Ingrid Mosler, desde Viña del Mar
SUEÑO DE OTOÑO

Hace mucho que no soñaba, tuve un sueño muy lindo.

Soñé contigo, eso es muy curioso pero bello, muy bello..... No tengo memoria de sueños ,pero este fue significativo, sentí cosas,  sabía muy bien que yo estaba allí, identificaba el espacio percibía olores e intuía sabores, casi como una película.....
Por favor no me pre- juicies y pienses que es una declaración de pareja; porque si creo que es de amor, o quizás de una reconciliación con el amor entre un hombre y una mujer. Recuerdo que cuando estuve contigo en San Pedro me hablaste de un sueño en donde te veías tú y  un camino y un camión, visualizaste como te alejabas en aquel camión………. (Hoy puedo identificar la asociación con la disociación y veo las ventajas de ello).

Quiero compartir mi sueño así como tú lo compartiste conmigo,

"Viajaba a verte, sabia que mi destino era el norte, ver el color del sol en el camino, esa tierra suelta haciendo polvo en el camino, más bien arena amarillenta, caliente  por la cual transitaba, mis pies casi se quemaban, estaba acompañada por mucha gente conocida. Mi atención  se centra en una mochila la cual reconozco que me pertenece,  la dejo sobre un mesón a cargo de una persona la cual esta molesta conmigo, por lo menos su expresión  me lo decía,  salgo a recorrer, reconozco las calles,¡ es San Pedro!  Esas casas de barro pintadas en colores opacos, tiendas tras tienda con objetos de distintas partes del país y de más al norte, veo lindas vestimentas con adornos de plumas, te encuentro en una casa muy iluminada en donde puedo pisar arena y siento la brisa del mar,  espero sentada  en un sofá de color claro,  hace mucho calor, yo vestida con tenida de sol, veo el color de mi vestimenta ligera  en tonalidades rosa..... mucho sol, me invitas a que te acompañe a comprar, tomas mi mano, lo que me sorprende y provoca una sensación de agrado por la forma que la tomas,  no dejas que se escurra como el aire, sino más bien afirmas mi mano y yo siento la fuerza de tu corazón en esa parte de tu cuerpo, me siento presente, viva caminado junto a ti, llegamos a  un lugar en donde una mujer con atuendos mapuches nos vende una tortilla de rescoldo, sentí el olor al pan caliente, no pude dejar de observar y perderme en los  ojos claros de una mujer vestida de mapuche que entrega el pan recién salido de un horno de tarro,  tomas mi mano y seguimos el camino en busca de mi mochila.......Me sentía tan bien, muy bien como nunca me he sentido

Despierto con una grata sensación amorosa, espero que esto sea signo de una reconciliación con el amor y la figura masculina, asumiendo que en este andar he desvirtuado. Quiero reivindicar en mi vida lo amoroso en reciprocidad, no como un acto fisiológico de supervivencia. Deseo que lleguen a mi vida actos de compañerismo confianza y prosperidad, los que se puedan complementar con lo humanamente primitivo que somos.