viernes, 29 de abril de 2016

Sombra 6

 La Sombra 6
Encuentro  con el Narciso propio
Un imaginería

Estás en una reunión de uno de tus grupos.  El más tuyo, de ahora  o de algún momento d e tu vida.Una integrante, enferma,no pudo asitir, pero  hizo llegar una alfombra cuya presencia   se hace pesente. Quien hace de facilitador está  esperando  unos instantes  antes de iniciar la reunión. No alcanza a hacerlo.
La alfombra empeiza a cambiar de forma, crece, como gimnasta de una capacidad inusitada  extiende  su alfombralidad de debajo  de persnas y sillas.

Nadie hace comentarios. Es como si se hubiera  consolidado una relación, una confianza básca entre la alfombra y  los  dieciocho  asitente al encuentro  sobre el tema  del narcismo.

La alfombra se levanta con la concurencia arriba,extendida, sni una arruga, parecía decir “ no iban a hablar sobres hechos, actitudes, rasgos susceptibes  de ser puestos “bajo la alfombra”…

Silenciosos, confiados, expectantes,  los viajeros , alfombra a bordo, atraviesan el muro de la habitación con la  facilidad  de quien corre una cortina virtual.

Vuelan. El cielo se ha vestido  de blanco con nubes atentas que aquí y allá  dan espacio al sol.

La marcha  es muy rápida , pero    el vuelo es  armonioso, el vi ento se mantiene a  distancia,  pájaros  dedferentes tipos  se han puesto  a  acompañar   a la alfombra, a prudente  distancia,  comportándose como si estuvieran  ante   algo conocido y , a la vez ,muy querido .
La nave aérea ha llegado  a un bosque. Desciende  lentamente  hacia un claro.  Por las medidas  parece una pista d e aterrizaje para  alfombras ,.Toca la tierra  si que  se mueva una silla  .

Ustedes se bajan, alegres, sorprendidos, en ánimo  aventurero. Se dan cuenta de que  están rodeados de unas frutas del tamaño de sandías. Increíle…  son frutillas , frutillones  frutillas, un bosque de árbole de frutillas.
Están probando los primeros bocados ,habiendo abierto las cáscaras por una zona en que se dibujaba un signo de exlamación, cuando los ven,lo ves..
 
Junto a ti, junto a cada una ,  cada uno, hay un ser humano. O una especie  de ser humano  porque es  absolutamente  un  igual, un doble.

Les habla . Lo cofirma, diciendo:soy un partetuya.  Soy una parte  de tu sombra. Por eso no me has visto.  Soy tu Narciso. Soy tu  modo de ser , tu sub personalidad, tu sombra narcisa.

Me voy a presentar.  Va recordando toda  tu vida, lo mismo la del resto de  los concurrentes, poniendo de relieve el lado narcisista y como se ha expesad en lo individual, en lo grupal ,en las convicciones , en las identificaciones…

Tu escucahas. Fíjate como reaccionas. Cuando te defiendes, En qué pormenores te gustaría profundizar.

 Es tiempo que  regreses.Nos  volveremos a encontrar, nos dice nuestro Narciso,mientras desaparecía  con aquella sonrisa  nuestra que no nos   gusta  poseer.

La alfombra enrrolla una de sus esquina .  Co n ella va apntantando sucesivamente    a cada asistente  señalando,  primero ,un árbol frutal y, luego, el cielo…S acar   un frutillón y sentarse  al lomo de la alfombra  humanizada

Nos instalamos  en  la alfombr amiga Nos elevamos. Van llegando  pájaros alojados  en  pequeñisimas nubes blancas ,muy parecidas a   alfombras navegantes.


Nos hemos   mirado sonrientes, silenciosos ,cuando todo cambió. Nos encontrábamos  en la sala. Sentados alrededor de la alfombra. Concordamos en que , cuando la aplaudimos ,s e encogío, levemente, con humildad.