martes, 21 de junio de 2016

Boletín Esperanza 6 segunda parte

Boletín Esperanza 6

Segunda parte

De qué se nutre la Esperanza
Luis Weinstein


1
De qué se nutre la Esperanza

De la antigua  Revista Babel,(1964), recordamos este texto de Manuel Rojas,el autor  del conocido  “Hijo de Ladrón.”,  en que nos comunica su percepción de la  esperanza, describiendo sin abandonar ,honesto como era ,  ni el tenor de la pregunta ni el del sentipensr . Con coraje de ser.

Van fragmentos de una presentación que hace de él otro  gran escritor, su amigo de toda la vida,  que también  navegaba desde  y en la salud popular,  José Santos González Vera.



                          Manuel Rojas

 A  María Eugenia, María Paz, Patricio y Valerie

Cuando Manuel Rojas enteró cuatro años, sus padres, chilenos, lo trajeron a Santiago. Había nacido en Buenos Aires, el 8 de enero de 1896. Viajábase en coche de Mendoza a Puente del Inca. Desde allí, a lomo de mula, rezando a ratos, suspirando a menudo, era fácil apearse en Juncal. Por recogido que estuviese el espíritu, los ojos se agrandaban a la vista de la cordillera y del cambio sin fin de sus hondonadas, sus eminencias blancas, por instantes deslumbradoras; sus senderos que ascienden y bajan, los precipicios, conjunto que eleva el alma, pero que también la reduce a la dimensión del miedo. De Juncal, en otro vehículo, meciéndose entre el pánico y el éxtasis, se descendía a la estación de Los Andes.
………………

Existen escritores que poseen el secreto de la realidad literaria. Es el caso de Manuel Rojas. Por donde se abra un libro suyo, cabe decir: “¡Pero si es la pura verdad!” Generalmente no es necesario decirlo. Lo sentimos así. Quién tiene el don, la impone, y ¡maravíllense! puede ser ficción del literato, una verdad acomodada o inventada.
………..
¿Cuál es su virtud que impulsa a leerlos como si fueran cantos de optimismo? Acaso la de que sus maldiciones, quejas y reniegos, los modula con ese acento tan íntimo de la conversación y, además, al soplo poético que impregna el relato, las ocurrencias inesperadas, ya irónicas, ya humorísticas, que lo llenan de color. Y también, quizás principalmente, a esa onda cálida que eslabona sus palabras.

………..





De qué  se nutre la Esperanza



Manuel Rojas
Descripción: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivnxB1Hbnx1XeVbG7CE71uYHFtz0zr0U6oUqgqIOMqjmhlIiB1gS1iBGWK4Mrn7fBRq3WZssByfzDQ1QbrQLsg622f08ODXCvaWBmPe0gDNCDKAPR2GkDYjk3UU1BdrmOTvWlp2TcNeQMw/s400/Manuel+Rojas.jpg
Todo ser humano, por miserable que sea su condición, tiene una esperanza, pequeña o grande, noble o innoble, inalcanzable o próxima, pero esperanza al fin. Una parte de su ser vive en y de esa esperanza, se alimenta de ella y en ella.

Hay días en que esa esperanza amanece reducida al mínimo, misérrima, espantosamente misérrima. Sus posibilidades de realizarse se han alejado o destruido y el ser humano piensa y siente que más valdría que esa esperanza muriese y con ella aquella parte de su ser que vive de ella y en ella, que se alimenta en ella y de ella y que en esos momentos ni se alimenta ni vive, pues está miserable, tan miserable como la esperanza misma.

Pero el hombre tiene, además, otra esperanza: la de que han de venir días mejores para la suya. La deja, entonces, así, pequeña, entumecida, raquítica, y espera; rechazarla sería rechazarse a sí mismo, matarla equivaldría a matar lo que él más estima en sí mismo.

Hay veces en que el ser humano espera vanamente: su esperanza muere en él, tan marchita como él. Otras veces, en cambio, en aquella raíz casi podrida hay un rebrote, un rebrote que puede morir al poco tiempo o que puede traer otros y otros, fuertes y erguidos, apretados de savia, casi agresivos de vitalidad. El ser humano se siente entonces como debe sentirse un rosal en septiembre: pleno, próximo a estallar incapaz de resistir la ola de vida que asciende y circula por sus venas. La esperanza está próxima a convertirse en realidad.

Se ha esperado mucho tiempo, han transcurrido muchos días, terribles y amargos días, días de silencio, días en que se prefería no recordar que se tenía esperanza, días de rencor contra aquellos que impedía su desarrollo, días de desprecio para lo que pudiendo vigorizarla, no la vigorizaba. Días de desprecio, en fin, para sí mismo. ¿Cómo se pudo poner una esperanza en manos tan inhábiles, entregarla a dedos tan torpes, a fuerzas tan inútiles?

Todo aquello, sin embargo, no fue en vano: aquí está la esperanza, rebrotando con una fuerza que produce miedo, con una que está casi más allá de nuestra capacidad de soportarla. Es triste, claro está, muy triste que una esperanza se nutra de hombres muertos, de ciudades rendidas o destrozadas, de incendios, de sangre y de exterminio, pero no siempre le es dado al hombre elegir la materia con que se nutrirá la esperanza.

Revista "Babel"
N° 46. Santiago, 1948. 


2)

El Planeta de la Esperanza 6

Uno se hace preguntas sobtre ti ,dijo Alicia, dirigiéndose con c1erto temor a la Esperanza.
Adelante , irrumpió la Alegría ,  entre el palmoteo acogedor de su madre y su padre.
Mi pregunta  e s  cómo te formaste, explicitó Alicia, cómo resistes tan bien  las pérdidas, los desastres,las injusticias…
Estas hijas que preparan  un encuentro, aquí presentes, en todo su centro, l a Alegria y la Amistad,  se han encontrado, en sus personalidades  de  Alegremia y  Amistosofía,  con un escritor muy afín , Manuel Rojas, que  pregunta y cuenta  de qué se nutre.Hay un aspecto  mío anterior que tiene que ver  con el plano  de la vida, misma, puesto  por el mismo Rojas en una expresión bien humilde, el gusano. .
Estoy  en el ser, en quien sostiene  la  vida, en la vida misma y en  aquellos aspectos  que expresan lo humano ,como mi pareja, el Sentido y mis hijos ,la Alegría,la Amistad, el Coraje, de Ser… Cui
Sí la vida … el poema  Gusano , del Manuel Rojas juvenil, muestra ese aspecto, pormenores de mi  misma ,en tanto vida.

Gusano
Lo mismo que un gusano que hilara su capullo,
hila en la rueda tuya tu sentir interior;
he pensado que el hombre debe crear lo suyo,
como la mariposa sus alas de color.

Teje serenamente, sin soberbia ni orgullo,
tus ansias y tu vida, tu verso y tu dolor.
Será mejor la seda que hizo el trabajo tuyo,
porque en ella pusiste tu paciencia y tu amor.

Yo, como tú, en mi rueca hilo la vida mía,
y cada nueva hebra me trae la alegría
de saber que entretejo mi amor y mi sentir.

Después, cuando mi muerte se pare ante mi senda,
con mis sedas más blancas levantaré una tienda y,
a su sombra, desnudo, me tenderé a dormir.


Bueno, dijo el Sentido,ahí aludes a la vida representada  por el el gusano, pero  entras a lo  humano, a la consciencia

Sí, es algo así como la relación entre las dimensione de alegremia y amistosifía de nuestras hijas, acotó la Esperanza

Mira , tu hermana, dijo  el Sentido,abrazando a Higia, la Dioas de la salud.

Higia, joven, hemosa, sonrient, saludó  a todas y todos  con mucha cercanía, acercándose  para decir  palabras de complicidad a su hermana Esperanza y su pareja Sentido y a sus  sobrinas Alegría y Amistad.

Luego,dirigiéndose a   Alicia ,dijo, pude escuchar tu pregunta.  Es bien dialogante,  me llega… Yo  creo que en mi hermana  Esperanza confluyen, como en mí,  la existencia, el cosmos , la vida  y lo humano …todos ellos expesados en el poema Gusano

Como ustedes ven, dijo el Sentido, somos una familia bien unida...

Y hermanable, dijeron, casi al tiempo , la Alegría y la Esperanza.