miércoles, 26 de septiembre de 2012

Conversando sobre la Amistad (358)


Conversando sobre la Amistad (358)
La confianza lúcida en la amistad lleva a   una conciencia crítica sobre la  enemistad.
Dijo Plutarco que la enemistad es un  preceptor que no nos cuesta nada. Es cierto que  se aprende de la ponderación,  de la integración de los factores  que  llevan  a la enemistad, pero está claro que tanto el recibir  como el proyectar  enemistad   nos disminuye, nos enferma, no es una mochila fácil  de llevar.
El tema  es convertir la enemistad es fuente de conocimiento del ser humano, del otro, de nosotros mismos, acortando las distancias entre quienes  creemos ser y lo que somos  y entre lo que somos y lo que  queremos ser.
 Tal vez, una primera  orientación la da Albert Camus cuando afirma que no hay   un adversario absoluto. No puede serlo, porque todos estamos aquí, en la existencia, en el mundo
Parapetados en prejuicios, no nos  abrimos a la diversidad,  limitados  por  una cultura individualista, competitiva, no utilizamos  nuestra  creatividad para el desarrollo  de vínculos que trasciendan  las  percepciones equivocadas o presuntamente equivo- cadas de los  otros. En la cultura hegemónica,  el  arte de profundizar la amistad y prevenir los prejuicios y enemistades no entra en la educación, ni en los medios de comunicación.