lunes, 1 de octubre de 2018

Encuentro Formosa 25




Encuentro Formosa  25


Julio Monsalvo
 
.INTERNACIONAL DE LA ESPERANZA

En la Ciudad de Formosa, Argentina, se llevó a cabo el 3er. Encuentro de la Internacional de la Esperanza con Alegremia y Amistosofía, durante los días 21, 22 y23 de setiembre, teniendo como escenario el Salón de Eventos Culturales, en la Costanera que bordea el magnífico Río Paraguay.
Más de 100 personas participaron, de todas las edades, procedentes de Bolivia, Brasil, Chile, Cuba y de varias provincias argentinas. Muy impactante fueron los aportes de los Pueblos Originarios.
Se compartieron experiencias que visibilizan concretos aportes al cambio cultural: Educación Intercultural Bilingüe en el Oeste Formoseño; “Mujeres de pié” de Ingeniero Juárez, Formosa; Escuela de Familia Agrícola “Fortaleza Campesina”. San Martín, Chaco; Escuela de Economía Solidaria, Zárate, Prov. de Buenos Aires; Salud Popular y Agroecología en Bolivia; Orquesta Comunitaria Cruce Viejo, Puerto Tirol, Chaco; “La esperanza en la Esperanza como  referente integrador multiversitario en el camino de la revolución hacia un nuevo paradigma cultural básico”, Chile; “Ekobé”, Educación Popular en Salud, Fortaleza, Brasil; Experiencias Esperanzadoras en Uruguay; Grupo Alegremia, Cuba.
Con emoción se recordó a Alberto Valente, recientemente fallecido. Alberto fue un entusiasta impulsor de la Internacional de la Esperanza, desde sus inicios. La energía de Alberto estuvo presente en todo el Encuentro. Se manifestaba en comentarios y en conversaciones.
Cantos y danzas ancestrales tuvieron la virtud de llegar a lo más profundo de nuestro ser… Es que alguna vez todas y todos, fuimos Pueblos Originarios…
Se sucedieron ceremonias y rituales, exposición de cuadros, presentaciones de libros…
Las expresiones artísticas tales como la Batucada de la Escuela Especial N°12;
Arpegios de Formosa; Orquesta Cruce Viejo de Puerto Tirol, Chaco; Coro y Orquesta de Música Popular de Formosa, y Teorema Rap Consiente de Chile, con gran diversidad de intérpretes de todas las edades, llevaron a David Órdenes, de Chile, a la siguiente reflexión:
¿Quién dijo que todo está perdido?
entre cantos y arpegios
desde manos pequeñas y grandes
nos dieron sonidos de armonía
de cuerdas en guitarras y violines
Las voces de los niños y las niñas
en medio de los pinos y el campo
llenaron nuestras almas con el tono de la tierra.
Desde el Chaco surgió con la fuerza de la música
la esperanza, la amistad, la alegría
e intergeneracionalmente compartida.
El que quiera oír que oiga
el que quiera escuchar que abra sus sentidos
porque la esperanza ya está por todas partes
repartida.
Como el sol cada mañana en una parte u otra
pero está,
como la luna llena que se esconde y aparece
pero está, alumbrando entre luces y sombras
lo que vivimos.
¿Quién dijo que todo está perdido?
Si los niños y las niñas nos traen sus hermosas melodías,
desde el Chaco, desde Formosa,
LA ESPERANZA.
       
Se vivenció la unión en la diversidad, primando el emocionar… Una eclosión de espiritualidad que libera, integra y sana.