Voces del Coraje de Ser 20
Confianza en el Diálogo
En grupos,
clases, terapias , conversaciones y lecturas aparece con frecuencia el
testimonio de algo aparentemente paradojal: se llega a extraños, a conductor de un taxi o de un vehículo que se detiene a recoger a una o un caminante, un
peluquero, un vecino de un largo trayecto en bus, se les refiere cosas íntimas…en circunstancias que ellas pueden ser totalmente ajenas a la comunicación con quienes hay una
aparente cercanía.
La
explicación tiende a ser del tipo de : “llevarlo a cabo con persona conocidas, con
quienes me quien, me estiman…es
distinto hacerlo con alguien que
no voy a ver más…”
El coraje
de ser integra el vivir el ser con
otros. En verdad, es cierto el adagio de “quien puede lo más , con razón puede lo menos”. Si se trata de compartir
en profundidad, el hacerlo con
extraños nos demanda una
apertura, una sabiduría ,un
coraje…que requiere mucho más desarrollo que el ahondar sobre la base de
vínculos ya establecidos.
Lo que
tiende a ocurrir es que ese extraño no es vivido como un auténtico co existente, es alguien que
nos escucha, que nos con
está dando algo importante: compañía,
escucha, servicio…Sin embargo , no,lo individualizamos, la conversación es desigual, el fondo de la otra o el otro es sombra, es “una “ persona, no e s un tú, es un
contexto.
Es un para diálogo, un prediálogo.
Entregamos emociones, narraciones, a lo mejor descubrimientos del momento Recibimos atención, afecto, o , tal vez apoyos de emergencia.
Es , en algunas instancias , una ocasión de aprendizaje para acercarse al diálogo verdadero, el de a tú a tú, cuya
expresión máxima es , en
ciertas oportunidades, el poder llegar a ello con un extraño
que, a través de un auténtico diálogo , llega a ser entrañable.
Es complejo : bien venido,
esperanzador, el auténtico diálogo con extraños, el igualitario, el que
invita a profundizar en los
vínculos ya existentes , a
acercarse a la autenticidad. A convertir
en creatividad dialogal lo que está prisionero en defender imágenes .
El coraje de ser
lo que somos, nos lleva y
se refuerza al entra con resolución a apagar el incendio o las brasas de
aquellos momento en la infancia, o más allá de ella ,en que
aprendimos a temer los
juicios de personas significativas.
