viernes, 6 de julio de 2012

Conversando sobre la Amistad (276)


Conversando sobre la Amistad (276)
Las  pre amistades que no germinan
En forma inadvertida, uno tiende a  asociar el desarrollo de la amistad con el tiempo de  exposición a la misma. Así, desde  un tiempo de convivir en  armonía, de estar  comprometidos en proyectos   conjuntos , parece dable esperar  que , aunque se cambio de  actividad o de domicilio,  el vínculo se mantendrá se sostendrá  activo, sin variaciones , con  nuevas formas de actualización.
No siempre es así. A veces se lo asume sin mayor pesadumbre. En otras ocasiones .  se recibe con una amargura contaminada con algún es cepticismo acerca de la viabilidad de la propia amistad.
Copio la parte pertinente  de  mi respuesta   a un comentario que  a  ese respecto me hace un participante de un curso reciente
“En lo referente  a tu experiencia de haber estado con otros  durante tiempos prolongados, sin que cristalice una amistad propiamente tal, me vienen varias asociaciones.
Desde la cultura inglesa, te contestarían  algo así como: el tiempo de gestación  de un amistad es  variable y tiende a ser prolongado, todavía  no habría madurado ese algo  imponderable que es la amistad…
En la cultura hippie clásica te habrían dicho que seguramente  no existía un contexto  de valores comunitarios , de arraigo de prácticas  favorecedoras  del emerger de la amistad , como el rapport, el diálogo  y el encuentro.
Desde la psicología social, surgirían voces  destacando el contraste  entre la prevalencia del autoritarismo y  su afinidad con el mando y la obediencia y la sustancia   coexistencial , fraternal, de la amistad
Podríamos seguir, internándonos  academia  adentro, pero   lo que deseo  alcanzar a decir  es que esa disparidad de percepciones , en mi percepción, se  asocia  al cristal con que se mira, a la antropología   en cuestión, al valor que se le entrega al misterio del yo y  a la noción misma de amistad, con  su arco de sentido desde lo amigable  hasta la amistad de   ser  a ser, desde  la amistad con un ente hasta la  amistad con la existencia….”
La amistad  en profundidad, de ser a  ser,   es algo imponderable, un vinculo que puede florecer   o no hacerlo, con formas muy diferentes, siendo terreno de    azar, de  arte y de misterio.