martes, 14 de junio de 2016

Hacia la Internacional de la Esperanza 8


 Hacia  la Internacional de la Esperanza  8
           Boletín 5
                        Segunda parte
El Planeta de la Esperanza 5

LA llegada del Sentido    concitó la expectativa y la atención de todas y todos los concurrentes .

E l propio Planeta dió  pequños movimentos de alegria, en una zona que estaba reservada para que pudiera expresarse  a voluntad.

Escuchando el “Gracias a la Vida”, dijo el Sentido,  me acordé de una conversación que se celebró hace poco  en  el planeta que  lleva mi nombre.

En un momento dado,  la  Atención(y la Esperanza…)  se concentró en un intercambio entre Hermann Hesse y Antonio Machado.

Fue más o menso así :
Dice Hermann Hesse

“Escalones
Así como cada flor marchita y cada juventud cede a la edad
Así también florece cada peldaño de la vida.
Florece cada sabiduría y también cada virtud
A su tiempo, y  no debe  durar eternamente.

En cada llamado de la vida el corazón  debe estar
Listo para el adiós y un nuevo comienzo,
Para entregarse con coraje y sin vacilar
A nuevas  vinculaciones.
En el interior  de  cada inicio vive un  hechizo
Que nos protege y nos ayuda  a vivir.

Nosotros debemos  transitar ,serenos, espacio  tras espacio,
De ninguno aferrarnos, cual si fuera una patria.
El espíritu universal no quiere encadenarnos y estrecharnos.
Apenas nos hemos acostumbrado en confianza. ,entonces amenaza el rechazo,
Sólo el que esté listo para ponerse en marcha   y viajar
sabrá librarse de la costumbre paralizante.

Quizás la hora de la muerte
nos envíe al encuentro, de manera joven, nuevos  espacios
La llamada de la vida hacia nosotros y jamás terminará.
Corazón, entonces, despídete y sana.”

“Me  llega mucho esta escala   señalada por Hermann,”  se escuchó  a la voz de  Antonio Machado. “ A lo mejor eso  se complementa  con una visión como la  que puede llevar del sol  matinal de Seviila    a morir tras atravesar los Pirineos…

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Y qué te parece ese intercambio a ti,  Alegría, preguntó Alicia.
Alegría sonrió y dijo: estos son los cambios  verdaderos, no los de estatura  la posibilidad     que suba la alegremia viendo como  se desarrolla   un verdadero  diálogo. Un diálogo esperanzador.
Y tú que piensas, preguntó Alicia a la amistad
Con sonrisa de amistosofía, ella afirmó
Es toda una integración  esperanzadora:

En cada escalón dela vida se abren camino conducentes a nuevos escalones.