lunes, 6 de abril de 2015

Lo Cotidiano y lo Universal 29


Lo Cotidiano y lo Universal 29

En  el verano de   1810,  en la villa de  Byron en Suiza,   ese poeta propuso a sus visitas Percy   y Mary Shelley y a su  médico, también escritor , John Polidori, que inventaran un cuento gótico
Mary , la joven esposa del poeta,   narró las bases de lo que después publicaría como Frankestein, o el moderno Prometeo
Frankestein era  un  investigador  que repetiría la triste suerte de Prometeo que robó el fuego a los dioses .  Creó un monstruo.
 Es un buen tema para trabajar  la ecología del poder. Lo que ocurre cuando pasamos la frontera del  poder sano, el poder a la escala  humana, de `promoción  humana en armonía con el todo.
 Va  una intervención, un para mito , un ejercicio para contribuir  a asumir  el tema, muy de  actualidad con el desarrollo de los robots y la expansión de la realidad virtual.
El equilibrio  está en que el poder sea saludable para la persona, para los otros, para  el medio ambiente, para  las nuevas  generaciones futuras , teniendo en vista los riesgos  de la frivolidad y la exaltación.


FRANKESTEIN


Pensaba embrollado, oprimido corno si hubiera bebido un crepúsculo malsano. Había gran consternación por el descubrimiento del monstruo: el auto artificial. El quería entender. ¿No eran artificiales todos los autos?

El "cosmos" era auto de probetas, de combinaciones increíbles de cifras sin una sola laguna de magia, de anfractuosidades viscosas al microscopio, de chispas de genio. Autoartificial.

Sin embargo ¿qué pensar de los autos comunes? ¿Hasta dónde son ellos mismos? ¿Qué permanece de propio, con la influencia de los padres, los  talleres, las vías, las luces, los anuncios, los reglamentos?

Movía sus dínamos, titubeaban sus luces, se confundían sus frenos, cavilando, sin entender. ¿Por qué tanta preocupación por el auto artificial?