martes, 17 de mayo de 2016

Sentipensamientos 18

Sentipensamientos 18
El Cuidado y la Inspiración
( De Alicia  el Principito  y e lCuidado en los planetas del Asombro y el Sentido)
“Se nos ocurrió venir a ver a estos nuevos amigos” -dijo el Cuidado, haciendo un guiño a la Inspiración.
“Y tú, Inspiración, le dijiste que avisara y viera si la visita era oportuna” -dijo la Poesía en tono de broma.
“Muy integrada esta pareja” -concluyó el Asombro, jugando a hacerse el reflexivo.
El conejo rosado hizo las presentaciones del caso. La rosa y el baobab fueron los más abrazados. El zorro, la serpiente y el conejo blanco recibieron las miradas más atentas, más comunicantes, más portadoras de confianza.
“Cuenta qué hacían ustedes en el Plane- ta de la Amistad” -dijo Antonio, como rito sutil para empezar la conversación.
“Primero, el vaso de jugo de zanahoria” -espetó el conejo rosado, dando otra dimensión al diálogo.
“Brindemos por el hecho maravilloso de brindarse” -expresó la Poesía.
“Ya” -dijo el zorro-, “brindarse es el ini- cio de la domesticación”.
“Domesticarse es volver a casa, es medi- tar” -continuó Alicia.
“Meditar es asumir la finitud” -apuntó Antonio.
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“La finitud es el encuentro del infinito consigo mismo” -expresó la serpiente.
“El encuentro eres tú” -adujo el Cuidado dirigiéndose a la Inspiración.
“Tú eres tú” -dijo sonriendo el Asombro a la Poesía.
“Ser” -dijo Antonio-, “ser aquí y enton- ces, ser vuelo y ser aviador”.
“Retomo la pregunta de Antonio” -dijo el Cuidado-. “Estar en el Planeta de la Amistad y sentir cómo no hay lugares de la amistad, la amistad es el lugar, es el jardín en el ser, es la Inspiración” -agregó, con un ligero rubor, visto por todos.
“Sí” -dijo la Inspiración-, “pero en la amistad nos reunimos los cuatro”.
“Es verdad” -afirmó Antonio-, “me asombro de que exista Alicia, cultivo, cuido ese vínculo...”.
“A mí Antonio me inspira” -interrum- pió Alicia-, “me da la seguridad de que estamos construyendo la poesía de la vida”.