martes, 15 de octubre de 2013

Conversando desde la Amistad (330)


Conversando desde la Amistad (330
Muerte y Magia 
 ( Continuación )
Cuidado(20)
 A la escala humana se da una isla  de certezas rodeada  de un mar de no saber, de incertidumbre, de misterio. La muerte es parte de ese mar  insondable que es  el ser y que somos nosotros los humanos, los seres que nos hacemos la pregunta sobre el ser y sobre nuestro ser
El asumir el Misterio, en esta cultura, inclinada a las cosas, a los medios, a la certeza sin matices, a lo cuantificable, a las distinciones, a lo manipulable, requiere un cambio de mirada, una opción por la apertura a otro paradigma, un ir más allá tanto de la frivolidad  y del temor a afrontar lo desconocido propio de la sensibilidad post moderna, como del  integrismo totalitario  del misterio  coagulado, desnaturalizado, por los dogmas
La apertura al misterio  requiere asumir la  gran pregunta que se asoma desde la primera adolescencia de los 3 y 4 año, y de  las búsquedas de  la segunda adolescencia, la pregunta   por la causa primera , la del último terreno del ser ,  del por qué hay…hay ser y no más bien nada, la pregunta de Leibnitz, de Schelling, de Heidegger, y, también, de  las estremecedoras  aperturas  existenciales  al inicio de  algunas psicosis y, por cierto, las del espesor de los diálogos más auténticos
Asumir el misterio es poder permanecer en el asombro básico por nuestra realidad y por la realidad total, sin defendernos  con la evasión en el goce, la acumulación, el poder, la dependencia…Misterio y asombro a la escala humana, distinguible de los problemas, de las instancias particulares  de duda y admiración. Misterio imposible a de separar de la admiración …
 El asumir  el misterio de nuestra  condición presupone   el trascender las dicotomías como la que aparentemente  separa de una manera radical la vida y la muerte Del mismo modo, distingue e integra el tema de la muerte con los problemas propios  del morir y de la elaboración de los duelos
Es el misterio  de  ser actores en una obra   de dirección desconocida, con un papel  apenas adelantado en sus grandes líneas, sin saber ni recordar quienes éramos  antes de ser estoa actores, con la certeza de que  nuestra participación en la obra  va a tener  un fin. Con la total incertidumbre acerca de qué  viene  y si algo viene después
 Se trata de llegar a una óptica integradora, compleja, abierta, orientada por ei misterio Ello presupone un cambio de mirada, de sentido común, de paradigma
 Ese cambio se facilita por un proceso de desarrollo personal en que se suman, en   un proyecto de auto transformación  permanente ,una disciplina de trabajo  con  la experiencia cotidiana de lo vivido y lo  esperado, el diálogo  con personas significativas y la apertura a una vida  grupal de conocimiento mutuo, de  vínculos profundos y de  reflexión, con  respeto a las diferencias y un apoyo mutuo para  el desarrollo de la creatividad
En ese cambio  se da la posibilidad de integrar la realidad del misterio y la de nuestra tendencia a reprimir  la conciencia del mismo; nuestro apego a la vida y  la exigencia de la salud , de la vida, de  asumir la muerte;  la obnubilación por la exaltación de nuestro yo  y  la constancia  de que estamos integrados con los otros  como compañeros existenciales; nuestra unidad personal y nuestras separaciones y oscuridades, nuestra identidad  yoica  y nuestra pertenencia a la humanidad y al todo.

Entre intuiciones y emociones, en el silencio de una meditación, en la conmoción de un encuentro, en el sentimiento de infinito emergiendo de una noche estrellada, en la ternura que brota, mágica ante la primera sonrisa de un niño…van surgiendo las bases para incorporar el  asombro por el ser, por nosotros mismos, por el otro, por  esa nube de   la vivencia de familiaridad, en qiue se niega el misterio  y se   da un apego absoluto a la vida con negación  de su  ineludible relación con la muerte
El asumir la muerte es parte del coraje de ser del que habla Paul Tiillich .Es rescatar  que   cuando nos admiramos de algo que parece extraordinario no tenemos razón para olvidar que no hay nada que no sea especial, mágico, que  al fin  de cuentas   en el fondo de lo ordinario está el regalo del  ser, lo extraordinario. Es lo que expresó Wordsworth al decir “Para mí la más  humilde flor que crece me puede traer pensamientos demasiado profundos para las lágrimas"
Como lo expresó Edward Young, poeta del romanticismo inglés
Vivir para siempre
¿ Te parece extraño querer
vivir para siempre
Y no t e parece más
Extraño el hecho de vivir ahora?
Esto es el milagro
No aquello
El milagro, el misterio, el secreto que  también nos concierne Aquel  a que apuntó el dios Momo  cuando examinó el ser humano  de la estatua que le mostró  para  su evaluación  el dios Hefaistos y le  advirtió que le faltaba algo, carecía de una ventana  para conocer los secretos del corazón
Sísifo está en el Tártaro, sudoroso, extenuado, cumpliendo el suplicio de alma,  cuerpo  y espíritu de  subir una roca,  que nunca llega a la cima  que siempre  vuelve a caer  Su  falta  fue infringir un ordenamiento radical de la realidad, haber engañado a la muerte, haber apresado a  Tanatos,  el dios de la Muerte. Por recuperar personas  después que habían muerto,  Zeus lanzó el rayo que mató a Esculapio. La muerte, en nuestro sentido común actual, la negamos., no   meditamos  ni reflexionamos sobre ella, no dialogamos, no nos preparamos para mirarla de frente , la dejamos en los márgenes, para encararla  en las autopsias , en los funerales,  en los duelos.
La muerte es parte constitutiva de la vida, es ,por ende, algo  que nos atañe hasta las entrañas,    tema, problema, misterio concerniente a los individuos, a los lazos humanos, a la política, a la ecología de la acción
En la búsqueda de un nuevo paradigma ,un nuevo sentido común, de   avanzar  hasta  poner la necesidad de sentido a la escala humana como la guía  que  integra  la necesidad de conservación y de innovación , la muerte  y la vida se hermanan,  como Hipnos el sueño, Eros la Vida Y Tanatos  la muerte, integrándose   a una realidad  más amplia, a la familia  ontológica donde  coexisten la realidad  convencional, la onírica, la de la  fantasía, la de la locura, la de la para normalidad, la  de lo desconocido, de lo esencial