sábado, 14 de mayo de 2016

La edad dorada

 Escribe Katia Velásquez, desde Ancud

La edad dorada

Cada martes un grupo de soñadores activos hemos acordado interrumpir antes de lo habitual nuestra vorágine laboral para adentrarnos en el pensamiento del Quijote de la Mancha, y a poco andar nos tropezamos con esa utopía tan bien descrita de la Edad dorada.
“Dichosa edad a la que los antiguos denominaron dorada no por el oro sino porque los que en ella vivían ignoraban las palabras de tuyo y mio.  Eran de  aquella santa edad todas las cosas comunes…todo era paz entonces, todo concordia…no había fraude, el engaño ni la malicia mezclándose con la verdad y la llaneza…las doncellas y la honestidad andaban como tengo dicho sola y señera …”
Una larga arenga que da cuenta de un tiempo de justicia honestidad armonía plena del hombre con sus semejantes y un respeto magnífico por la primera madre como llama Cervantes a la tierra.
Una de las soñadoras dice es un discurso ecológico, comunista dice la otra y yo no digo nada pero pienso en el paraíso, en el reino de justicia en el que creemos los creyentes y no pocos de los que se dicen no creyentes.

Solo unos pocos dias de este relato ocurre la peor catástrofe ecológica de la que tenga memoria.
Hay marea roja en toda la costa del Pacífico de nuestra isla, pero no solo eso además se detecta grandes extensiones de playa con una mortandad impresionante de machas picorocos,almejas, y algo más insólito aparecen peces, aves muertas, algas contaminadas, ballenas.

¿Es solo marea roja?  Vemos solo la punta del iceberg  pero basta investigar un poco y el panorama se aclara.

Hace años que algunos científicos, biólogos médicos y ecologistas vienen denunciando que la industria salmonera en Chiloé y en la región trabaja en condiciones que destruye el medio ambiente.  Cultivan esta especie introducida en espacios pequeños utilizando substancias prohibidas en otros países como verde malaquita, cristal violeta y metales pesados que también provocan alteraciones medioambientales.  Usan grandes cantidades de antibióticos para prevenir las infecciones que el stress provoca.
En los últimos meses la mortalidad de salmones ha sido extremadamente alta y esos peces muertos son tratados con acido fórmico para acelerar la descomposición.
Miles de toneladas de salmones muertos fueron vertidos en la costa norte de la isla de Chiloé.  El papirotazo final, el aporte perfecto de materia orgánica, de nitrogeno para que los quistes ya presentes de dinoflagelados se activen.

Asistimos a la peor catástrofe de la que tengo memoria.  Todo nuestro mar contaminado.  Así como de niña aprendí a dividir la vida antes y después del terremoto  diremos ahora antes y despues de que la industria salmonera contaminara nuestro mar.

Y nosotros los chilotes no entendemos la vida sin el mar, este no es solo un problema de los pescadores y recolectores de orilla, nos atañe a todos.  Nuestra comida más típica es el curanto, no entendemos las celebraciones sin curanto en olla o en hoyo.  El turismo se nutre de la gastronomía  y hasta ahora hemos estado orgullosos de nuestra fauna marina.
Hoy día el mercado y la feria están cerrados, la costanera desierta, y nuestra isla se llena de banderas negras. Escribo en un décimo día de toma de las carreteras mientras se conjuga  o se distancian  el aullido de los pescadores  y un pueblo con la sordera de las autoridades.

Sigo con la edad dorada y recuerdo nací en una isla al sur de Chile, a orillas del mar, aprendí a mariscar de pequeña sacando navajuelas con un pequeño movimiento de los pies.  Todos ibamos al mar con la marea baja sacando lo justo para el consumo y había gran variedad de mariscos.  Mi padre recolectaba algas para abonar la tierra  y sembraba papas, avena, trigo y alfalfa..  Los trabajos eran comunitarios, mediante mingas y dias cambiados. Había medan y tiraduras de casa. Los jovenes trabajaban y aprendían de los padres,  los chilotes sabían de todo, podían construir una casa, sembrar, cocinar, y conocían de la pesca .

En tiempos de Pinochet llegaron las salmoneras y cambiaron todo, los jovenes olvidaron como trabajar la tierra y aprendieron a trabajar asalariados aun con sueldos miserables, poco a poco aprendieron a  endeudarse y olvidar el cuidado de la tierra y el mar

Siento que han asaltado mi casa,  nuestra isla ha sido saqueada pero no en un dia ni dos no en una semana, esta ha sido una labor de joyería instaurado por la dictadura y avalado por el gobierno de turno. 
Un proceso lento. siempre con un caramelo por delante: se bonificó la plantación de eucaliptus, la extraccion desmedida del pompoñ y la industria salmonera contaminó todo el mar interior y ahora el Pacífico.

¿Cuánto tiempo tardará el mar en recuperarse? ¿Cuántos años?
¿Puede recuperarse con la industria salmonera actuando como lo ha hecho hasta ahora?
¿Y quienes deben fiscalizar? ¿Quiénes deben ocuparse de que se cuide el medio ambiente?

Para  grandes problemas debiéramos generar grandes soluciones, crear una sola gran conciencia y como dice Cervantes a la  Primera madre cuidarla y respetarla .
Entre todos nosotros ciudadanos de esta tierra chilota podemos y debemos exigir  a las autoridades que privilegien el bien común y a las personas por sobre el interés económico de unos pocos.
Nuestra isla es hermosa y aun podemos recuperarla, volviendo a nuestra esencia de solidaridad y de vida sencilla.  No invito a que nos volvamos caballeros andantes pero si a creer que es posible construir un mundo mejor.

Cervantes a cuatrocientos años de su muerte sigue vigente, luminoso, orienta en profundidad a como debieramos vivir.
Todavía podemos aspirar a una edad dorada.

“Soñar con un mundo mejor….creer lo imposible lograr…”



Katia Velásquez
Desde Ancud sitiado

12 de mayo del 2016