sábado, 23 de abril de 2011

Alicia en el País del Principito(3)

Un Planeta grande para grandes Amistades

Alicia de regreso a la Tierra, después de la visita al Planeta de la Amistad.

Era tarde, pero su habitación se encontraba muy iluminada por una luna llena muy segura de sí misma, casi oronda.

Alicia se quedó pensando en la amistad, algo tan cercano pero , ahora, después de la visita a ese planeta tan imposible de separar de una realidad de más posibilidades, semejante a ese sueño decisivo de su infancia donde se perdieron tantos límites y se ganaron tantas posibilidades de ser, de relaciones, de integración de mundos.

Recordó: el planeta del Principito es demasiado pequeño para quedarse a dormir allí … Se hacía la pregunta: debía ser así, no podría ser como el planeta de la amistad, no era ya un planeta de la amistad, pequeño, pero de verdad, de mucha verdad… y si se pudiera hacerlo crecer cpmo le pasó a ella en su gran sueño ¿ El planeta del Principito podría crecer, qué absurdo: beber algo para aumentar de tamaño…?Sintió una conocida debiídad, perdió relación con ella misma, se durmió.

Soñó, recordó. Era el tiempo del colegio.
Soñó que soñaba y luego despertaba en pleno pasado .El gato de Cheshire… La sonrisa indeleble…La mirada…
Alicia devolvió una mirada de entendimiento a la sonrisa del gato, a medida que ésta se retiraba hacia un mundo algo más verdadero que el compartido con todos nosotros.

Cuando Alicia despertó, no alcanzó a guardar ni a compartir su seño, apremiada por el reloj, ya fuera de sí de tanta impaciencia.

Fue corriendo a clases, con cara de circunstancias, mientras los jirones de sueño se insinuaban o levitaban y la lluvia se detenía deferente.

Al entrar a la sala, el educador construía con granito: la gramática es el cimiento de la comunicación…, pero pareció turbarse, el muy grave, cuando advirtió que Alicia serenamente sonreía, o, más bien, al ver como posaba una sonrisa en la cara soñolienta de la niña.

Alicia despertó . El sueño estaba muy presente. No pudo evitar una asociación: las dos sonrisas, la del gato y la del profesor. En el planeta de Antonio cabían perfectamente esa dos sonrisas…cierto, pero no podrían estar también , portando sus sonrisas ,su gato, el zorro, la serpiente, el conejo blanco y su amigo el conejo rosado…

Sí, agrandar el planeta de Antonio… ella tuvo un sueño en que se cambiaba de tamaño, claro , se trataba de personas, era un sueño. Sin embargo existía el planeta de la amistad… Allí, un chimpancé era pareja de una delfín, el mar y la arena se comunicaban…cómo no podrían hacer crecer a un pequeño planeta. Tampoco era mucho…sólo lo necesario para compartir en grupo de amigos.¡ Y cómo el conejo blanco ariscaría su pequeña nariz al sonreír en un planeta así!

La luna, muy luminosa, muy presente , muy plena, estaba, aparentemente, muy de acuerdo.