Amistad con la Amistosofía 2
La EcoLogía del Yo como camino para la Amistosofía.
La amistad, como vínculo entre personas, como relación con el ser, requiere ver, sentir, al otro, a lo otro. Es decir, trascender la dependen- cia de sí mismo, la autodefensa, la autoexaltación, el autodeslumbramiento... A la vez, llegar al otro, a lo otro, a los laberintos de uno mismo, conocer, cuidar...
Ello implica entrar a una relación amigable con las cosas, con la naturaleza, alcanzar el yo tú existencial, y conocerse, quererse uno mismo. Ello lleva consigo un desarrollo que entrega la vida, que da la propia experiencia de la amistad, que es susceptible de favorecerse, de intencionarse, con un trabajo meditativo y dialógo intentemos llevar a cabo un ejercicio, para entrar a un primer plano en la ecología del yo, asumir cuatro estados básicos: el yo integrador, el yo testigo, el ego, el sí mismo.
El intencionar la ecología del yo es parte importante de este proceso. En esa ecología es básico un proceso guiado por una racionalidad integradora de:
La individualización y la universalización-
La apertura a la incertidumbre y al compromiso dentro de la relatividad.
Del amor y el desapego.
De la seguridad y la creatividad.
Del proceder focalizado y el horizonte de la multidimensionalidad.