viernes, 12 de junio de 2020

Amistad con la Amistosofía 5Amistad con la Amistosofía 5 La Amistad Como Regalo y Como Desafío en la Tarea y el Juego de Ser Humano El gran desafío de la práctica de la amistad, su intuición, comprensión, valoración, búsqueda... es, en buena armonía, dejarse guiar por las vivencias, las experiencias, los diálogos y, a la vez, ir formándose, asumiendo junto a su espontaneidad su complejidad, a la par de lo más preciso y particular, las grandes nociones sobre la integración de La independencia y la reciprocidad... La identidad existencial y la de pertenencia... Los límites del yo y la relación dialogal... La complementación entre la atracción y el respeto... La diferencia y el valor relativo de relaciones que se basan en el conocerse, el utilizarse, el protegerse, el disfrutar juntos, el acompañarse, el ejercer poder, el quererse, el comunicarse, el desear el bien del otro, el tender a la promoción de las existencias mutuas, al irradiar amistad... En el trasfondo, el hilo conductor del estar muy presente en los avatares de la vida, sin abandonar la apertura al desarrollo personal, la visión integradora y la lealtad al misterio. Podemos decirlo de muchas maneras, pero lo cierto es que la tan familiar, la tan querida, la tan multifacética amistad, tiene alcances que exigen profundizar en las bases de las ciencias políticas, de la psicología, de la antropología filosófica, del sentido común, de nuestros proyectos de vida, de lo que está más allá de nuestro alcance. Más simple: la amistad es un maravilloso fruto silvestre, un regalo y, al mismo tiempo, el fruto de un cultivo esmerado en el que hay que jugarse como parte esencial de la coexistencia.