miércoles, 7 de septiembre de 2016

Boletín Esperanza 17, segunda parte

Boletín Esperanza 17 , segunda parte

“SOY AMIGO, LUEGO VIVO
Marcela Latorre

Un día leí un escrito sobre la amistad, un buen amigo me había regalado unos textos. Por esos días andaba muy afuera de mí, complicada, tratándome mal. Cuando conecté con la sabiduría de lo que estaba en mis manos, comprendí que así como era con mis amigos tenía que ser conmigo. Al caer en cuenta, me llené de esperanza, mi cuerpo se distensó, mi mente se aquietó, mi corazón se calmó.
Empecé a mirar cómo era con mis amigos y surgía lo mejor de mí, la alegría, la creatividad, la comprensión, la compañía, todos los mejores sentimientos brotaban en mis imágenes de amistad… eso tenía que hacer conmigo misma!!!
Fui fortaleciendo este regalo y tomando distancia de mi situación actual, revisando mis conflictos y poniéndolos de diferentes maneras. Fui jugando con las preguntas y con los puntos de vista, cómo uno lo hace ayudando a los amigos.
Eso de la sabiduría de la amistad, lo podríamos llevar al mundo entero… por ejemplo, si en las escuelas nos enseñaran a querernos como a nuestros amigos; si en las empresas los recursos humanos se encargaran de recordarnos esta clave, como despertadores; si los políticos se trataran como lo hacen con sus amigos y, mejor aún, si sintieran que todos son sus amigos… estaríamos poniendo un manto de esperanza en nuestra inhumana forma de relación de nuestros días.
Al experimentar la alegría por tener esta certeza, se me acerca esta idea del pensador latinoamericano, Silo: “No eres un bólido que cae, sino una brillante saeta que vuela hacia los cielos. Eres el sentido del mundo y cuando aclaras tu sentido iluminas la tierra”
Creo que la sabiduría de la amistad, es una esperanza de humanización, es una invitación a abuenarnos con nosotros mismos, a mirarnos con amabilidad, esa actitud mágicamente se amplifica hacia los otros, transformándonos a nosotros mismos y por ende a nuestro entorno.
El famoso “Pienso, luego existo” de Descartes, debería dejar de reinar y, en su reemplazo, el nuevo paradigma debería ser “Soy amigo, luego vivo”.











DIÁLOGO ENTRE EL ALMA  Y EL CUERPO

Alberto Valente
Ciclista, Peregrino del pedal y de la vida...
-      Hola
-      Hola, ¿cómo estas viviendo estos numerosos años con la vida? 
-      Y. de alguna manera me siento una máquina 
-      ¿Por qué lo dices? 
-      Y, hay un mecánico para el aparato uretral, otro para mis ojos, otro para mi corazón, otro para mis huesos, músculos y tendones, otro para mis dientes…y así…. 
-      ¿Así cómo? 
-      Es el tiempo y la maquina se va gastando… 
-      ¿Y cómo vivís ese desgaste? 
-      Lo vivo simplemente, es lo inexorable 
-      Me gusta la idea que lo vivas como lo inexorable, el problema es tener buena compañía
-      ¿Buena compañía? ¿A qué te refieres? 
-      ¿Qué pensás? ¿qué sentís? ¿Qué sentís cuando un niño te sonríe?  
-      Y… Ternura.. 
-      ¿Y cuándo observas algo que te llame la atención? A propósito, ¿te sorprendes seguido o la haces de vez en cuando?  
-      Me estremezco cuando veo y siento lo solidario, que me acerca al otro,  sentir que el otro soy yo… 
-      ¿Y con la música? 
-      Vibro infinitamente cuando escucho a  Piazzola, a Bethoven, Mozart, etc, etc etc., también con el canto de los pájaros, y los silencios.  
-      ¿Y qué pasa con una flor? 
-      Me agrada sus colores y perfume… 
-      ¿Y las montañas? 
-      Me llama a la reflexión 
-      ¿Y el mar? 
-      Me estremece su inmensidad 
-      ¿Y los pájaros? 
-      A veces sueño que vuelo 
-      ¿Y la piel? 
-      Veo que sos muy curiosa… me enloquece el roce de un encuentro, el abrazo que se hace interminable, la mirada que me lleva a diálogos que marcan la profundidad del silencio.. 
-      Entonces no sos una máquina 
-      Lo cierto que no sé quién soy, vivo en la duda permanente, naciendo, buscando siempre… 
-      Creo que nos parecemos…¿ no seremos lo mismo?, ¿no seremos uno?