martes, 11 de noviembre de 2014

El Arte de Vivifr 9


El Arte de Vivir  9

 El poder como una dimensión del arte de vivir

 El Poder Saludable 1

Dos miradas al poder

El mundo no se está quedo
A la noche  sigue el día
Si el yo quedo suena bien, el yo puedo
Suena mejor todavía.
  Nietzche


El poder dijo al mundo: Eres mío,
Y el  mundo lo guardó prisionero en su solio.
El amor dijo al mundo : Soy  tuyo,
Y el mundo le dio l00a libertad de su hogar
  Tagore


¿Poder como realización, no estar “quedo?
¿Poder como opresión.  Lo opuesto  al amor, a la dignidad humana”? 

Hay un tema semántico , de valores , de opciones sobre el desarrollo humano , muy al principio, una necesidad de  definición   del pode. Dentro de  esta notas, teniendo como  contexto el tema del arte de  vivir ,  obviamos el terreno fundante  teórico y partimos sugiriendo algunos de los rasgos  constitutivos  del poder  vistos desde una óptica transdisciplinaria, de “salud integral”. Desde ella, nos referimos, desde luego, al poder humano, diferenciado del potencial de la naturaleza y la máquina, o de los instrumentos legales, los caballos de fuerza y los documentos notariales.

Hay un cierto sincretismo, una sobre posición, entre salud y poder. Poder es capacidad humana, en general, salud es la distinción, intencionada, sesgada, de ciertas capacidades o poderes estimados positivos, tendientes al bienestar, a los derechos a todo y de todas las personas. De allí que el poder sea un componente muy importante de la salud. Cuando hablamos de la capacidad vital o de la capacidad de integrar como rasgos de salud, el poder está inscrito en ellos como los alcances, la medida de la capacidad vital y de la capacidad de integración.

A la inversa, tal como existe un poder de la salud, hay también, una salud del poder, que indica la dirección del poder. Desde la salud integral, el poder de dominación es poder de “mala salud”. Eso es lo que queremos proponer. Contribuir a la discusión sobre el concepto de poder en el supuesto de que ello aporta al desarrollo de un “poder saludable”, y, a través de ello, a la propia salud, en el sentido holístico integral.
   Es decir ,  una mirad en que  sea posible   acercar las miradas de Nietzche y de Tagore, hablando  de poder más o menos saludable…

¿Qué es el poder? Sí el lector “puede” contestar la pregunta, es que evidencia un cierto poder… En este caso poder de atención, de memoria, de conocimiento, de asociación, de seguridad de expresión, de interés en el diálogo… A lo mejor no “puede” hacerlo, por debilidad en la posesión o actualización de uno o más de esos “poderes”.

En esta digresión sencilla hacemos una afirmación fundante, que ya es reiterativa. En el presunto “poder” de respuesta no hay, necesariamente, elementos de dominación sobre otro. En el preguntar y el responder se dan, al nivel elemental, gérmenes de poder, sin apellido, poder en sí.

Todos tenemos poder, de preguntar, responder, abstenerse, hacer, fantasear, luchar…la lista es compleja e interminable. Es posible, sí, intentar especificar “planos” de poder, grandes niveles o dimensiones con que cabe llevar a cabo algunas distinciones útiles para la salud.

Podemos  distinguir, en primera instancia,  entre el poder de  existir, el poder de  vivir, el poder de  estar conciente, el poder  de contar con un yo , el de enfrentar la  vulnerabilidad,  el poder de realización, el poder de otorgar y recibir sentido. 

 Son poderes   que se sobre ponen entre sí  y que pueden  taner partes  muy divergentes.

(Continuará)