jueves, 28 de mayo de 2015

Lo Cotidiano y lo Universal 80


Lo Cotidiano y lo Universal 80
         El Eneagrama .
            (Del libro colectivo
          Los  mundos del  eneagrama
           Miradas desde Chile
                Mariana Parga y Eduardo Yentzen editores)

El Eneagrama y la formación  para enfrentar la crisi del desarrollo humano
                        Texto personal
1)
El Eneagrama y la formación integral para enfrentar la crisis del desarrollo humano.

La macrocrisis y sus diversas manifestaciones.
“Nosotros las civilizaciones, ahora sabemos que somos mortales”. El dictamen de Paul Valéry, escrito después del fin de la primera guerra mundial, tiene vigencia, interpela, cerca de setenta años después de concluída la segunda guerra mundial.
A pesar de ello, la aseveración requiere ser actualizada. No se puede decir que tenemos conciencia de la crisis y menos que sabemos que somos mortales. No lo sabíamos ni hace cien años, al inicio de la primera guerra mundial, ni ahora, siglo veintiuno, con gran parte de la población del mundo seducida por los placeres del consumo y los avances de la tecnología y,o, exaltada por creencias absolutistas.
La crisis está muy presente y, desbordando la historia humana e, incluso, nuestra especie, es una amenaza para la propia existencia de la vida. El homo sapiens ha puesto en riesgo la salud de su nave espacial y temporal. Es una crisis en muchas dimensiones. Haciendo una síntesis, podemos agruparlas en cinco grandes componentes. :
Se trata, en primer término, de graves amenazas a la supervivencia procedentes de la posible extensión de guerras que ya están en curso o por el desencadenamiento de una en  mayor escala, cruzándose  en su génesis intereses económicos, geopolíticos y diferencias culturales.
No procede dejar de lado, al respecto, las implicaciones del inmenso arsenal nuclear y su posible utilización accidental o intencional.
Existe, en segundo lugar, la ruptura total del equilibrio ecológico, situación ya casi fuera de un posible control.
No menos amenazante, en tercer término, es el agravamiento de los problemas inter humanos ,el drama de la coexistencia.
Se lo  puede resumir en tres grandes pobrezas: la de la miseria económica  de una parte de la humanidad, la de la escasez de perspectivas espirituales de la mayoría de los humanos, la de la pobreza en relaciones de humano a humano.
Allí, se encuentran los grandes temas del poder, del mercantilismo, del autoritarismo, de la dependencia en las drogas, de la soledad, la indiferencia, la violencia. Allí, ,la gran polarización en los paradigmas, el de la trivialidad y el individualismo enfrentado a la exaltación del fundamentalismo dogmático.
 Por otro lado, en cuarto y no menor  lugar, es componente de la crisis el hecho de que no hay una conciencia generalizada de la misma y de  su gravedad, tanto en los proyectos personales, como en la micropolítica y la política nacional e internacional.
Si ella existe,  se opaca, se desencanta, se neutraliza con la pérdida de la confianza en los grandes referentes de las religiones organizadas, las utopías sociales y   la propia ciencia, ésta, por otra parte ,cautivadora por su brillante desarrollo y su expresión en una tecnología de ritmo acezante.
Como en toda crisis, en esta grave amenaza se da, también, una oportunidad. Se abre un espacio no sólo para salir del laberinto, sino para entrar a un territorio promisorio, de mayor salud.
Es el quinto componente. El esperanzador. Hay, aquí y allá, un conjunto de respuestas, por ahora aisladas. En gran parte, incomunicadas,  a veces, en competencia, rara vez sinérgicas, que podrían llegar a constituir sentido común,  un nuevo paradigma cultural básico.
Se trata de movimientos culturales, como los de la paz, la ecología, los derechos y responsabilidades humanas, son tendencias en búsqueda de la educación para la vida y de la salud integral, son caminos espirituales renovados, son aperturas en la ciencia ,con la física cuántica, la teoría de sistemas, la parapsicología, la psicología humanista y transpersonal.
En el centro de esas perspectivas se encuentran las elaboraciones, las esperanzas, en torno a avanzar hacia un nuevo modelo básico de cultura, de convivencia: un nuevo paradigma cultural básico.
Un paradigma…un paradigma integrador, pacifista, inclusivo, afirmado en la justicia, ecológico, complejo, con apertura a la trascendencia.

(Continuará)