Amistad 14
Amistad-tiempo
Ërase una vez y la próxima vez
Y ahora,
Presencia densa,
invisible, sin gravidez,
En sordina,
Partículas perfectas
, infinitas , clonadas,
Esquirlas de quince mil millones de años, matinales
Idénticas , sin el más leve rasguño.
Impasible, perfecto , implacable,
El discurso rítmico,
De respiración redonda,
Absolutamente olvidado de la eternidad.
El tiempo.
Entonces , después ,
En este preciso momento,
Absolutamente ajeno y lívido.
No se entera de
nuestras celebraciones.
En verdad, lo honramos
sin saberlo.
En el fondo, Invitándolo a vacilar , a tener pesadillas,
A fulgurar una gran carcajada como un meteorito
de antaño.
La fantasía es verlo
columpiarse , darse vueltas , acariciar
a la temporalidad,
La hija discreta del ser y el no ser
El tiempo de la constancia prosigue sin mirarnos
Repitiéndose
Sin comprender nuestros deseos.
Más allá, más acá, ni siquiera indiferente a nuestras
celebraciones,
Nosotros tenemos otro mundo.
Aquellas veces,
En las calles auténticas de nuestros secretos,
Al espesor del presente,
Lo escuchamos , lo presentimos , lo coloreamos,
Substancia de llanto y fruto , de flor y saudade, de arena y
convicción
Muerte abrazada al mar,
amor en andas de sol,
Confianza,
Mirada entrañable buscando el tú esencial,
Germina, con entereza, en hielos, cielos y desiertos, hasta
en el gris
Pequeño , ruin, rastrero, de
malezas horadadas de hastío.
Porque
Detiene las horas,
Porque
Ante ella el tiempo disimula su rubor,
Sentimos su presencia,
Su ser crujiente siempre nuevo como migas de aurora,
Ese latido espléndido de los gestos íntimos del amarillo
Cierto,
Hasta el tiempo
llegará a saber quién es la verdadera festejada.
Es más antigua que el fuego de los inicios y se anticipa, niña ,
A la sonrisa
De mañana.
Natural, amorosa,
trascendente, tibia,
sencilla, universal, azul.
Las palabras no alcanzan su cuerpo prometido y , por ahora,
La llamamos AMISTAD.