Conversando sobre la Amistad ( 228 )
Piedrecillas, piedras y
peñascos en el camino a la confianza , incluso en las familias…
Adrtiana Beale, trabajadora social, participante del
programa de formación de líderes culturales del Centro de la Calidad de Vida, nos envía la
siguiente colaboración, sencilla, clara,
apuntado a hechos dolorosos
y frecuentes
“HABIA
UNA VEZ…
Habìa una vez una abuelita
que estaba viuda, vivía sola , era
bondadosa, confiada y confiable
Una de sus hijas ,que vivìa cerca de su casa, le pidió que le ayudara
con el
cuidado
de sus niños y asì esta abuelita se hizo cargo durante varias horas del día de
la crianza de sus seis nietos.
Los niños fueron creciendo
y la abuelita tomaba cada vez más responsabilidades, era la apoderada en el
colegio , hacía ricos almuerzos , vigilaba las tareas , etc.
Asì pasaron 9 años y de
pronto la hija decidió hacerse ella cargo de los niños que ya
eran
adolescentes .
Pero, ,¿qué sucedió? Algo
sucedió en casa de la hija , que
llamaremos
la Confianzuda, que hizo cambiar
la relación de los nietos con la
abuelita.
Ya no eran los nietos cariñosos de antes , si pasaban frente a la casa de
la
abuelita lo hacían por la vereda de enfrente y apenas le brindaban un saludito
con
la mano.
La abuelita estaba muy triste y no lograba explicarse lo sucedido…”