sábado, 24 de diciembre de 2016

Educándonos para la Paz

Días de reflexión…

FORMÁNDONOS PARA EDUCAR PARA LA PAZ


Paz entre los pacifistas...

El pluralismo en la educación para la paz.
En todo lo que sea formación hay muchos marcos de referencia, muchos objetivos posibles, muchas metodologías a las que se puede optar... depende del “cristal con que se mire”, de quién mire... En la educación para la paz la cosa es muchos más compleja que en otros temas, porque hay muchas concepciones sobre la paz.

En los hechos, es fundamental distinguir entre contenidos y alcances extensivos de la paz.

Desde el punto de vista del contenido, hay, en último esquema, un sentido restrictivo, paz es ausencia de guerra, de destructividad, de violencias, como, también, una acepción positiva, paz como armonía, como complementariedad. En eso se parece a la noción de salud, entendida como ausencia de enfermedad, daño, o como algo positivo, bienestar, desarrollo.

En torno a la extensión, siempre apuntando a lo grueso, paz del individuo, de la familia, del grupo, de la comunidad, entre países, en el mundo.

En una intuición constructiva, podemos hacer alcances operativos, definir nuestra manera de entender la paz, de qué paz estamos hablando, como primera etapa para una orientación formativa.


Paz como salud integral ecológica.

Desde nuestro sesgo, la paz es algo positivo, la salud, salud humana que asume la muerte. No es una contradicción. La salud humana es el despliegue de las capacidades humanas. Las capacidades posibles, que son las de los seres vivos, con necesidades, con límites, con muerte, además de tener conciencia y valores.

Esta salud es, al mismo tiempo, de todas las “escalas” de extensión, salud familiar, salud pública, salud ecológica, salud internacional.

La paz, como salud integra, tiene una dimensión física, psíquicas, social, ecológica y espiritual, se refiere a los individuos, los vínculos, los grupos, las comunidades, los países. Indica lo que esta pasando y las tendencias hacia el futuro.

La salud integral depende de relaciones, de la ecología. Se habla de ecología en las relaciones con el medio ambiente, pero, también, hay una ecología social y una ecología de la muerte.

Así, desde nuestro sesgo, con una concepción amplia de salud y ecología, paz es la dimensión positiva de la salud integral, y la ecología integral, las realizaciones de potencialidades en armonía, o, como se dice en círculos pacifistas y ecologistas, la sinergia.

 Sinergia es hacer “fuerza juntos”, es complementarse.

La guerra es lo contrario a la paz, pero tampoco es paz la explotación, la injusticia, el hambre, las drogas.

Por eso se habla de no violencia activa, no violencia “con positividad”. El corazón de la positividad es la sinergia, colaboración con respeto por la diversidad, aceptación de la diferencia con igualdad de fondo.